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Salvador Sobral: "A mí lo que me gusta es cantar; si pudiera elegir sería anónimo"

Salvador Sobral reaparecerá el 12 de mayo en la final del Festival de Eurovisión.

Es el vivo reflejo de la impaciencia. La acumula tras mucho tiempo apartado de su pasión, la música. Salvador Sobral hace casi dos meses que late con un nuevo corazón. Lo hace ilusionado y con ganas de recuperar su vida, la de antes, la que se alimentaba sólo con música. Será difícil que vuelva a ser la misma. Hoy tiene a su país, Portugal, volcado con él, y a media Europa, España incluida, esperando su regreso a los escenarios.

Este artista luso de 28 años no había hablado desde su salida del hospital. Salvador Sobral concede ahora en exclusiva a El Independiente su primera entrevista desde que fue intervenido el pasado 8 de diciembre de 2017. Lo hace en su casa, en el barrio de Lapa de Lisboa. Prefiere pasar de puntillas por las cuestiones relacionadas con su salud, no se siente cómodo. “Soy músico”, gusta recordar, y “eso creo que es lo importante”.

Sus días transcurren ahora entre pequeños paseos por la calle, sesiones de rehabilitación, visitas periódicas para chequeos rutinarios y el sencillo piano de pared que ocupa el centro de su pequeño salón. En casa de Salvador Sobral no hay televisión, sólo música y cientos de libros cubriendo paredes y columnas.

Su nuevo corazón y su cuerpo son ahora mucho más fuertes que cuando abandonó el hospital el 11 de enero. A ello ha contribuido, además de los cuidados, los dos pisos que a diario sube y baja para poder salir de su casa –no tiene ascensor-. Pasear con él, acudir a un restaurante o tomar un taxi es descubrir que Portugal quiere cuidar, mimar y saber de él, de su nuevo ídolo. Sobral no oculta que tanta atención le abruma, pero comienza a aceptar que deberá ir acostumbrándose. Tanta notoriedad pública nunca le gustó. Si pudiera, volvería al anonimato en el que siempre inspiró su música. Por ahora no podrá ser.

Ha comenzado a cantar en casa, junto a su piano. Incluso se ha animado a colgar un vídeo en las redes sociales. Esa ansiedad musical le está facilitando recuperar la fuerza de su voz y de sus cuerdas vocales. Ahora, la prioridad es regresar a sus ensayos en el local de siempre, La Fábrica y estar preparado para reaparecer el 12 de mayo en plenas facultades en el Festival de Eurovisión y a partir de ahí iniciar la gira del regreso de Sobral por todo Portugal. Los primeros compromisos serán los conciertos que se vio obligado a suspender por su ingreso médico. Después será hora de la gira por España –a partir del 27 de junio en Málaga- y otros países. Salvador Sobral, el nuevo, el mismo de antes, está casi a punto de volver a hacer sentimiento con la música.

Pregunta.- Tras casi dos meses desde su trasplante y transcurridas apenas dos semanas desde que fue dado de alta, ¿cómo se encuentra?, ¿cómo marcha su recuperación?
Respuesta.- La recuperación va muy bien, me siento muy motivado con el futuro, lo que me ayuda mucho. Es una recuperación lenta, eso ya lo sabíamos, pero poco a poco voy volviendo a mi vida normal. Aunque en realidad, mi vida ¡nunca fue del todo normal!

P.- ¿En qué ha cambiado el Salvador Sobral que esperaba un nuevo corazón al que hoy vemos recuperado y con ganas de volver a los escenarios?
R.- No creo que mucho. Diría que sigo siendo el mismo músico que era antes.

P.- Dice que prefiere hablar más de música que de su salud…
R.- Así es. Creo que ahora es lo importante en mi vida, por eso prefiero que me pregunten por cuestiones relacionadas con la música, discúlpeme.

P.- No se preocupe. Vamos a ello, ¿cómo es la canción que seguro ya fluye por su cabeza, que compondría hoy? ¿Cómo la titularía?
R.- Pues una relacionada con mi estado de ánimo actual. La titularía Impaciencia, es como me siento hora. Impaciente por volver a cantar.

P.- ¿Qué música ha escuchado en todo este tiempo tan especial para usted?
R.- No he cambiado mucho. He escuchado básicamente lo mismo de siempre: jazz, Beatles, Bon Iver, mucho Bon Iver para relajarme. Por supuesto no ha faltado el fado y la música clásica.

P.- Es consciente de que en muchos lugares, no sólo de Portugal, también en España, han seguido con mucha atención su evolución. Hoy cuenta con legiones de seguidores. De qué tiene más ganas, ¿de encerrarse en un estudio a componer o de subir a un escenario?

R.- El estudio no me gusta mucho. No soy un cantante de estudios, si pudiera yo no grabaría ni discos. Los discos los hago porque hay que hacerlos, es inevitable. Lo que realmente quiero es tocar música, conectar con los músicos, con el público.

P.- ¿Tiene ya decidido cuándo será su reaparición?
R.- En Eurovisión, el 12 de mayo en Lisboa es la reaparición oficial. Antes quizá haga algo en otros locales, en bares o cosas así.

P.- Cuando ganó Eurovisión aseguró, al recoger el galardón, que "la música no son fuego artificiales sino sentimientos". ¿Qué parte de la música son esos "fuegos artificiales"? ¿Demasiado business y poca verdad?
R.- Me parece que en muchos casos la música que se hace es pobre y se añaden fuegos de artificio para intentar engrandecerla. Eso sucede cuando la música quizá no es lo grande que debiera ser.

P.- ¿Le incomoda haberse convertido en un referente al que aferrarse para muchas personas?
R.- Sí, puede ser que en ocasiones me incomode un poco. No es fácil ser una referencia para los demás. Tenga en cuenta que si uno da un paso en falso, entonces, ¿qué ocurre?

P.- Bueno, usted también es humano, como todos…
R.- Sí, pero en muchos casos la gente se olvida de eso. Te ven como otra cosa, no como un ser humano. De algún modo te conviertes en una figura de ellos. Cuando estas en su televisor parece que ya les perteneces, por el mero hecho de haber entrado en su casa a través de la televisión.

P.- ¿Tiene miedo a fallar al público?
R.- No, no, pero no me gusta que la gente me vea como un ejemplo a seguir. A mí lo que me gusta es cantar, eso es todo. Si pudiera sería anónimo, algo así como esos tipos que cantan con máscaras.

P-. Conoce bien España, usted vivió y estudió aquí. ¿Cómo diría que es?
R.- De algún modo diría que no existen los españoles. Un andaluz no tiene nada que ver con un catalán, que a su vez no tiene nada que ver con un mallorquín o con un vasco. Eso es lo que me gusta de España, la diversidad de la gente y de sus regiones, cada región es como un pequeño país. ¡Ahorras un montón de dinero, no tienes que ir a otros países…! Me encanta la gente en Andalucía por unas razones, la de Mallorca por otras, cada uno con su modo de ser, su gastronomía, sus paisajes. Me encanta esa España multicultural y diversa.

P.- ¿Cuándo le veremos por fin tocando en España?
R.- Será el segundo país, tras Portugal, donde tocaré. El 27 de junio de este año actuaré en España, en el Teatro Cervantes de Málaga. Será el inicio por una gira en su país.

P.- ¿Con quién le gustaría cantar?
R.- Silvia Pérez Cruz, es algo que me encantaría poder hacer.

P.- Muchas gracias por responder a El Independiente y mucha fuerza y salud.
R.- De nada, confiemos en que todo marche tan bien como hasta ahora.

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