Intentar comprender los engranajes de las elecciones a la Federación Española de Fútbol es como resolver un sudoku en un par de minutos: hay que tener una mente privilegiada y mucha, mucha experiencia. Federaciones territoriales, miembros natos, votos de futbolistas no profesionales, el fútbol sala... un batiburrillo de nombres e instituciones difícilmente comprensibles para la mayoría de los mortales pero que formarán parte de la actualidad con la pugna que se viene entre Iker Casillas y Luis Rubiales por el trono del fútbol español.
"Aquí después de unas elecciones siempre es un qué hay de lo mío. Muchos miran por su interés personal y no por el del fútbol"
Lo único que parece quedar claro tras escuchar a varios involucrados es que el proceso electoral beneficia ahora a Rubiales igual que durante las tres últimas tres décadas benefició a Ángel María Villar. "Las elecciones en la RFEF son más fáciles de ganar para el que está en el poder", afirma a El Independiente Juan Luis Larrea, que perdió las últimas elecciones frente a Rubiales, en mayo de 2018, después de que la Operación Soule se llevara por delante a Villar. "Desde dentro es muy difícil que se te escape esta historia".
Los datos están ahí: desde las primeras elecciones en la RFEF, allá por el 1976, nadie ha conseguido ganar a un presidente que se presentara a la reelección. Esto responde al modelo electoral, un entramado en el que el poder y la influencia del presidente van descendiendo como tentáculos que alcanzan hasta a los futbolistas y entrenadores más modestos. "No es una votación lógica, acorde a nuestros tiempos", indica a este periódico Paco Díez, presidente de la federación madrileña. "Si fuera lógica, todos los actores tendrían un voto. Un futbolista, un voto. Un entrenador, un voto. Un árbitro, otro voto. Pero no, todo está restringido y así es más fácil de controlar y de manipular".
El poder de las federaciones territoriales
Díez no es el único dirigente que aboga por el "sufragio universal en el fútbol", aunque algunos de sus colegas que están de acuerdo prefieren no ser identificados. "Con el sistema actual es mucho más fácil ganar desde dentro, es evidente", dice el presidente de otra territorial.
Entonces, la pregunta está clara: ¿Por qué Rubiales parte con ventaja respecto a Casillas? ¿Por qué nadie consiguió apartar a Villar en treinta años? La respuesta se resume en un mantra que se repite: "El poder de las territoriales". Ahora bien, ¿a qué se refieren dirigentes y periodistas cuando hablan de "las territoriales"?
Los 19 presidentes de las federaciones territoriales controlan sus propios votos y unos cuatro o cinco más cada uno"
Juan Luis Larrea, ex presidente de la RFEF
En las elecciones presidenciales de la RFEF votan 140 personas, por lo que hay que alcanzar los 71 apoyos para ser elegido. Sin embargo, como dice Larrea, "aquí no hay que convencer a 71". "Si manejas a unas cuantas personas, lo tienes hecho. Es así". Y es que hay 19 personas que tienen un enorme poder sobre el resto de los votantes: son los presidentes de las federaciones territoriales. Cada una delas 17 Comunidades autónomas tiene su propia federación, a las que se suman las de Ceuta y Melilla.
Estos 19 presidentes, más Rubiales, son los únicos miembros "natos" de la Asamblea General de la RFEF. El resto de los 120 asambleístas que votarán el día de las elecciones serán elegidos en una especie de "primarias". Son 49 clubes (20 profesionales y 29 no profesionales), 32 futbolistas (13 profesionales y 19 amateur), 16 entrenadores (seis profesionales y diez que no), 11 árbitros (cuatro de Primera y Segunda y siete de Segunda B y Tercera), más otros 12 votos procedentes del fútbol sala. El fútbol playa de momento no tiene voto y el femenino está englobado en las diferentes categorías anteriores.
Y aquí es donde empieza el juego del poder. El fútbol no profesional depende en gran medida de las federaciones territoriales, que a su vez están bajo el paraguas de la federación nacional. "Los presidentes de las territoriales presentan a sus jugadores y a sus clubes y, por lo tanto, es bastante sencillo que salgan ellos", dice un alto dirigente de una territorial.
"Cada territorial", añade Larrea, "tiene una tendencia hacia un candidato presidencial y los clubes, entrenadores y jugadores que dependen de esa federación pues van, lógicamente, en esa línea. Entonces, los 19 presidentes controlan sus propios votos y unos cuatro o cinco más cada uno". No hagan la suma: controlando las territoriales es suficiente, por mucho que un candidato, como el caso de Rubiales, tenga a LaLiga y el aparato del fútbol profesional en contra.
Desde la RFEF aseguran que el proceso es "limpio" y que "no tiene trampa ni cartón". "Es como el Congreso: los españoles elegimos a unos representantes que luego votan y deciden", afirman desde Las Rozas. Pero lo cierto es que las elecciones en la RFEF se parecen más a la votación de la sede de unos Juegos Olímpicos que a unas elecciones generales. "Aquí es todo interés. Hay mucho juego, mucho lobby y alguna que otra traición por detrás", cuenta el presidente de una territorial. Y Larrea lo corrobora: "Yo me di cuenta de que no puedes confiar en ciertas personas".
Presidentes de territoriales "ascendidos" con Rubiales
Larrea, que asumió la presidencia de forma interina tras la abrupta salida de Villar, perdió por 80-56 en mayo de 2018 ante Rubiales. "El nuevo presidente tiene ocho vicepresidentes, es algo inaudito", remarca el que fuera tesorero de Villar. Y agrega: "Ahora hay presidentes de territoriales que están cobrando de la federación nacional".
Viendo el organigrama de la Junta Directiva de Rubiales, siete de los ocho vicepresidentes son jefes de alguna territorial. El único que estaba antes de la llegada de Rubiales es Maximino Martínez Suárez, máximo dirigente de la federación asturiana. Antonio Suárez (Canarias), Miquel Bestard (Baleares), Rafael del Amo (Navarra), Pedro Rocha (Extremadura), Joan Soteras (Cataluña) y Salvador Gomar (Valencia) fueron nombrados vicepresidentes por Rubiales.
"Es que Rubiales llegó a la presidencia con una gran mochila encima", explica un alto dirigente de una territorial. “Fue algo así como: 'Si me apoyas y me das todos los votos de tu territorial, te hago vicepresidente'. Aquí después de unas elecciones siempre es un qué hay de lo mío. Muchos miran por su interés personal y no por el del fútbol”.
"En el voto por correo he visto barbaridades"
Este mismo dirigente afirma que el voto correo está muy mal regulado. "Para las circunscripciones nacionales, o te desplazas a Madrid o votas por correo. En las últimas elecciones, el 80 por ciento votó por correo. Para que veas la importancia", indica. "Y es muy frágil y está muy mal regulado. No es transparente y yo he visto barbaridades. He visto entregar 70 votos juntos".
El presidente de otra territorial asegura también "haber visto de todo" en el voto por correo: "Muchos han denunciado durante años esta corrupción, pero aquí no pasa nada".
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