El pescado es un alimento frecuentemente implicado en las reacciones alérgicas en las zonas de elevado consumo, como es el caso de España. De hecho, se trata de la tercera alergia alimentaria más frecuente en los niños, por detrás de la leche y del huevo. Aunque puede producirse a cualquier edad, generalmente esta alergia se detecta antes de los 3 años, coincidiendo con la introducción del alimento en la dieta.

Así lo explica la alergóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Ana NovalbosWischer, quien alerta también de que esta alergia responde a una reacción inmunológica que puede aparecer tras la ingesta, el contacto, e incluso la inhalación de vapores procedentes de la cocción de estos alimentos.

Según precisa la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el cuadro clínico aparece 60-90 minutos después de la ingestión de pescado, y está caracterizado por vómitos repetidos e incoercibles, que a veces se acompañan de diarrea y de afectación del estado general, con distensión abdominal e hipotensión, que cede lentamente a lo largo de varias horas.

A su vez, añade que la alergia causada por el pescado puede perdurar durante décadas o incluso toda la vida. “Por ello, más de la mitad de las personas alérgicas a él son adultos y jóvenes mayores de 15 años, a diferencia de otros alimentos, como la leche y el huevo, que aparecen sobre todo en niños de menos de 5 años de edad”, agrega.

En este sentido, la doctora NovalbosWischer puntualiza que la causa principal de la alergia a los pescados es una proteína denominada ‘Parvalbúmina’, que no se altera por el calor, ni por la digestión. “Esta proteína se encuentra en mayor cantidad en el músculo blanco que en el músculo rojo de los peces (debajo de la piel en peces que realizan grandes desplazamientos, como el atún)”, subraya.

Igualmente, precisa que la alergia se puede desarrollar frente a todos los pescados, o solo frente a un grupo o una especie. Por eso, la alergóloga distingue los pescados blancos de los azules, y afirma que los blancos contienen más cantidad de esta proteína que los azules, (en los que predomina el músculo rojo) y es por esto que en general, los pescados que más frecuentemente producen alergia son los blancos.

“En España protagonizan especialmente los casos de alergia el gallo y la merluza, que son los pescados que más damos a nuestros niños pequeños.Se clasifican como pescado blanco el gallo, lenguado, merluza, pescadilla, rape, abadejo, mero, acedia, bacaladilla, lubina, besugo, bacalao”, enumera la experta del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. 

Entre los pescados azules, la doctora NovalbosWischer menciona al atún, al bonito, al salmón y al jurel, la palometa, la sardina, el boquerón, la anchoa, el pez espada, la trucha, la carpa, el salmonete, la caballa, y al cazón fundamentalmente.

Eso sí, la especialista llama la atención sobre aquellos productos que contengan proteínas de pescado en su composición, como son las gelatinas, las salsas preparadas,y los suplementos de omega 3, así como a la hora de comer animales (pollos, cerdos) alimentados con harinas de pescados, sobre los que recomienda evitar su consumo.

“El pescado puede encontrarse en muchos alimentos: sopas, pizzas, paella, rollitos congelados de cangrejo y otros mariscos de imitación, salsa Worcestershire, ensalada César, caviar, animales alimentados con harinas de pescado, gelatinas, productos enriquecidos con vitaminas u omega 3 procedentes de aceite de pescados, harinas de pescado, o vinos, y bebidas alcohólicas clarificadas con cola de pescado”, enumera la experta, a la vez que resalta que los medicamentos y los cosméticos pueden ser también fuentes potenciales de alérgenos de pescado.

En este punto, también recuerda que la alergia a pescados no implica la alergia a los mariscos, por lo que no hay que retirar los mariscos de la dieta, siempre teniendo en cuenta las medidas anteriormente referidas para evitar contaminaciones.

LOS ANTICUERPOS ‘IgE’

Sobre los síntomas de la reacción alérgica al pescado, la alergóloga del Hospital Quirónsalud Madrid señala que suelen corresponderse con reacciones de hipersensibilidad inmediata, debida a un mecanismo inmunológico, en general hipersensibilidad mediada por anticuerpos ‘IgE’ específicos frente a ellos. “Estos anticuerpos generalmente conducen a reacciones inmediatas, habitualmente en la primera hora después de haberlos ingerido, en ocasiones en segundos o pocos minutos”, puntualiza.

A su vez, recuerda que estas reacciones pueden también tener lugar también tras el contacto y con la inhalación del vapor desprendido durante su cocción, o incluso en lugares en los que la proteína causante de la reacción está en el ambiente en forma de ‘aerosoles’ (pescaderías, etc), dependiendo del grado de sensibilización.

“Aunque en niños es menos frecuente que en adultos, en algunos casos, las reacciones no se deben a una alergia al pescado, si no a Anisakis, una larva presente con mucha frecuencia en algunos pescados”, resalta la alergóloga igualmente.

En cuanto al diagnóstico explica que éste se realizará a partir de la historia clínica del paciente y mediante la realización de pruebas cutáneas (prick test) con extractos de los distintos pescados, y la medición en sangre de los niveles de anticuerpos IgE específicos para cada uno de ellos. “En ocasiones es necesario la realización de una prueba cutánea con el alimento en fresco (prick-prick) y, si hay dudas, también puede ser necesario realizar un test de exposición, siempre bajo supervisión del especialista”, apostilla Novalbos. 

Habrá que evaluar en consulta cada caso individualmente, ya que en algunos se indicará una dieta exenta para todos los pescados, mientras en otros se permitirá la ingesta de algunos de ellos, según sostiene la especialista de Quirónsalud Madrid.

En los niños, sobre todo en los más pequeños, dice que es común que la alergia a alimentos desaparezca espontáneamente con la edad, y que lleguen a tolerar el alimento que les produjo la reacción. Esto también puede ocurrir en el caso de la alergia a pescados, aunque es menos frecuente que con la leche o el huevo. Mientras, puntualiza que en los adultos la alergia a pescados supone un aproximadamente un 14% de la alergia a alimentos.