Salud

Los niños madrileños tienen demasiada barriga

Un estudio realizado en escolares madrileños de siete a 16 años refleja que mientras el 7,5% padece obesidad, esa cifra se eleva al 22% cuando se habla de obesidad abdominal, la más peligrosa por su riesgo a nivel cardiovascular.

Un grupo de alumnos en un centro escolar. EP

Hace ya años que los expertos han lanzado la voz de alarma por las cifras de obesidad infantil. Según un estudio reciente publicado en The Lancet, el número de niños y adolescentes obesos se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años. Las tasas pasaron del 1 al 6-8% en todo el mundo.

Unas tasas que confirma un nuevo estudio realizado en centros escolares madrileños y que alerta de un dato aún peor: el índice talla-cintura, o lo que es lo mismo, la obesidad abdominal, que se relaciona directamente con el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El estudio madrileño refleja que el 7,5% de los niños y adolescentes madrileños entre siete y 16 años está obeso y, peor aún, el 22% padece obesidad abdominal. Uno de cada cinco.

“El índice cintura/talla proporciona una definición más concreta y exacta de la obesidad y, especialmente, del riesgo cardiovascular por su correlación con la obesidad a nivel abdominal, precisamente la más peligrosa de todas”, advierte Jesús Román Martínez Álvarez, investigador del departamento de Enfermería de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los autores del trabajo.

El estudio, publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, refleja que el 27,2% de los escolares madrileños padece sobrepeso u obesidad, mientras que esa cifra sube al 35,17% en lo que se refiere a la grasa de la zona de la cintura. Unos datos que se hacen públicos hoy, con motivo del Día Mundial de la Nutrición, y que se acompañan de otros nada alentadores en lo que se refiere a sedentarismo (con una tasa del 25%) y de un alto consumo de alimentos procesados con bajo valor nutricional en desayuno, medida mañana y merienda.

El estudio lo ha realizado el Grupo de Investigación EPINUT de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y en él han participado 1.936 alumnos de siete a 16 años de distintos centros escolares madrileños en los cursos 2016/2017 y 2017/2018. “El estudio confirma lo que sabemos desde hace tiempo: el exceso de peso infantil en nuestro medio alcanza unas cifras realmente importantes pero, más allá de ellas, el problema a medio y largo plazo es el riesgo aumentado de numerosas enfermedades que estos niños podrían padecer en un futuro”, apunta Martínez Álvarez.

Por edades, los adolescentes (el grupo de 12 a 16 años) tienen más sobrepeso que los más pequeños y las chicas más que los chicos (30,1 frente 24,6%). Para solventar esta situación, el investigador de la UCM aboga por el diseño de intervenciones que promocionen la dieta mediterránea “acompañados de acciones para favorecer la práctica de la actividad física y la disminución del sedentarismo”.

Desayunos de los escolares

El estudio refleja la baja calidad de lo que toman los escolares en sus desayunos, medias mañanas y meriendas. En cuanto al desayuno, el estudio refleja que el 13% directamente no toma nada o exclusivamente líquido. Tres de cada cuatro toman lácteos, fundamentalmente leche, y lo acompañan de cereales (38%), tostadas (21%) y galletas o bollería (14%). El estudio llama la atención por la poca frecuencia con que se incluye fruta en el desayuno (12,8%), algo menos que zumo natural (20,4%). Además, cuanto más mayores menos fruta toman (del 17 al 7% según avanza la edad).

A media mañana, casi uno de cada 10 niños no toma nada, especialmente los de 12 a 16 años. Lo más común es tomar un bocadillo de embutido, seguido de fruta, galletas o bollería y zumos. En primaria se consume cuatro veces más fruta que en la ESO, aunque también más zumos envasados, bollería o galletas.

La merienda la hace el 80% de los niños, sobre todo los más pequeños. Consumen más fruta que por la mañana y menos zumos envasados, aunque aumenta también el consumo de refrescos. También se toman más bollería y galletas, según los datos del estudio.

Respecto a sus comidas favoritas, los niños madrileños son amantes de la pasta (ocho de cada 10), seguido de los snacks de bolsa (patatas o gusanitos, el 65,65%), la fruta (64,72%) y la carne procesada (63,68%). En cambio, las verduras cocinadas fueron el grupo de alimentos que menos gustó (a un 22,48% no les gustaban nada, aunque a un 35,59% les gustaron), seguido de la ensaladay la legumbre.

Poca actividad física

Por último, el estudio revela que uno de cada cuatro niños es sedentario. Algo más de la mitad realiza entre una y tres horas de deporte extraescolar a la semana, mientras que otro 20% practica más de tres horas de ejercicio semanal fuera del horario de clases.

Sin embargo, uno de cada tres niños de siete a 11 años pasa más de dos horas al día viendo pantallas, el doble (dos de cada tres) entre los niños de 12 a 16 años. El porcentaje es ligeramente mayor entre los chicos que las chicas.

 

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