Se ha hablado mucho sobre la edad, las enfermedades de base o los síntomas de los pacientes de COVID-19, pero ahora el mayor registro publicado hasta la fecha en España - y uno de los mayores del mundo - ofrece datos certeros sobre las características de quienes han pasado la enfermedad de forma moderada o grave en nuestro país. Los datos de más de 6.400 pacientes que estuvieron ingresados en 109 centros hospitalarios hasta el 30 de abril han sido analizados y forman ya parte de un registro abierto al público en la plataforma MedRxiv: Características clínicas de pacientes hospitalizados con COVID-19 en España: resultados de la Red SEMI-COVID-19, promovido por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Actualmente, el registro ha ampliado datos hasta los 12.200 pacientes y 146 centros de procedencia.

Los resultados arrojan resultados del perfil de los enfermos así como de las diferencias entre los pacientes de España y otros países.

Los hombres (56,9%) fueron hospitalizados de forma más frecuente con una edad mediana de 69,1 años, aunque hubo pacientes hospitalizados entre los 18 y los 102 años. Además, la mitad de los ingresados tenía hipertensión, el 39,7% dislipidemia (colesterol elevado) y el 18,7% diabetes. Estas enfermedades fueron más frecuentes entre los enfermos en España que en otros países.

Cuando ingresaron en el hospital, la gran mayoría (86,2%) tenía fiebre y tres de cada cuatro presentaba tos. La mialgia y la anosmia (dolor muscular y pérdida del olfato) estuvieron menos presentes que en otros países, según los investigadores, que achacan la diferencia a distintos criterios de admisión y alta hospitalaria.

El estudio compara la mortalidad de España (21,1%) con otros países y arroja que fue similar a la de China e Italia, mayor que la de Italia y menor que la de Reino Unido. Edades, comorbilidades y otros factores demográficos, así como la presión del sistema sanitario durante la epidemia, explican esas diferencias según concluyen los investigadores del estudio. La edad fue clave en la mortalidad, que llegó al 42,5% entre los 80 y 89 años. En las personas de entre 70 y 79 años fue del 21,4%, en los sexagenarios del 9,1% y en los de 50 a 59 años se mantuvo en el 4,2%.

Tres de cada 10 pacientes desarrollaron dificultades respiratorias y un alto porcentaje tenía un perfil "inmunoinflamatorio" deteriorado (reacción inflamatoria al virus). Más de la mitad tenía linfopenia (nivel bajo de linfocitos en la sangre, un menor nivel de defensas) y mayores niveles de dímero D (61,5%), lactato-deshidrogenasa (70,2%) y ferritina (72.4%), factores ya asociados en estudios a una peor evolución de la enfermedad.

La mayoría de los pacientes recibió alguno de los fármacos antivirales considerados efectuvos hasta el momento. El 85,7% recibió hidroxicloroquina (ahora retirada de los ensayos clínicos por sus posibles efectos adversos) y el 62,4% lopinavir o ritonavir.

El registro incluye datos epidemiológicos y clínicos de los pacientes, pruebas adicionales al ingreso y a los siete días, información de los tratamientos administrados y del progreso del paciente a los 30 días de la hospitalización.

El estudio, afirman los investigadores, permitirá obtener una completa radiografía sobre la enfermedad en España, dentro del contexto mundial, y poner en marcha otros múltiples estudios e investigaciones sobre SARS-CoV-2 en nuestro país a corto y medio plazo. Como ha afirmado en un comunicado el presidente de la SEMI, Ricardo Gómez Huelgas (también firmante del artículo), “este importante estudio multicéntrico sobre COVID-19 impulsado por los internistas es el mayor y más completo que existe a nivel nacional, y uno de los más extensos que hay, a día de hoy, en todo el mundo”.