La campaña de vacunación del Covid, que pretende inmunizar a la mayoría de los españoles en alrededor de medio año, es un reto sin precedentes para el Sistema Nacional de Salud. La estrategia de vacunación, presentada por el Gobierno la pasada semana, no concreta cuáles serán los centros donde se pondrán las vacunas pero sí se ha hecho hincapié en que se hará de forma gratuita y a través de la red pública.

En este contexto, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha emitido un comunicado para ofrecerse como vehículo para "acelerar" la campaña de vacunación en el que, además, lamenta que "no ha sido convocada o consultada ni en el Grupo de Trabajo Técnico de Vacunación COVID-19 ni en otros, excluyendo a un sector de enorme calado".

ASPE se pone así a disposición del Sistema Nacional de Salud en un ofrecimiento que coincide con las advertencias que en los últimos días han realizado asociaciones de médicos de atención primaria, que temen un "colapso" en la vacunación si no se ponen los recursos suficientes para reforzarlas, como advirtió la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

ASPE considera que con su colaboración, "el alcance poblacional en esas fases podría ampliarse en relación con el contexto de disponibilidad de vacunas y lograrse mayor agilidad en su administración. Además, podría incluirse en las fases tempranas a colectivos no de riesgo para aumentar la inmunidad-país".

Añaden, además, que los recursos de la privada permitirían el acceso a "un contingente imprescindible de profesionales sanitarios y de infraestructura técnica de gran valor para la sociedad" y ponen de ejemplo a Alemania, que ha anunciado la participación de la sanidad privada en su campaña de vacunación.

Estas reivindicaciones llegan apenas un mes antes de que la Unión Europea apruebe, según las previsiones, la primera de las vacunas contra el Covid que sería la de Pfizer.