El cierre de fronteras con Brasil y Sudáfrica para cortar la expansión de las variantes brasileña y sudafricana puede evitar la llegada de las que se consideran las mutaciones más peligrosas del coronavirus, pero no podrán evitar que se desarrollen por sí solas en nuestro territorio. Eso es lo que las autoridades británicas han detectado dentro de su programa de secuenciación del coronavirus. Los británicos han encontrado la mutación E484K, presente en las variantes brasileña y sudafricana, en Reino Unido, donde ha aparecido sin vínculo con casos de estos países. Londres mantiene las fronteras cerradas con Brasil desde hace dos semanas.

Su aparición confirma que es la manera del coronavirus para burlar la inmunidad; tanto la natural, como la inducida por las vacunas. El principal motor que empuja al virus a mutar es su circulación entre la población. Cuanto más circula el virus más fácil es que mute. 

Las mutaciones de Brasil y de Sudáfrica se produjeron de manera independiente y la nueva mutación en la variante británica, que ya ha sido confirmada su presencia en Madrid, confirma que es la ruta natural de SARS-CoV-2 para evolucionar. “El virus al escapar del sistema inmunitario ha elegido el mismo camino en sitios distintos, pero se da la circunstancia de que han sido sitios con muchísima infección y donde hay una gran parte de la población infectada, tanto en Sudáfrica como en la zona de Manaos, en Brasil. Se piensa que son mutantes de escape, más resistentes a la acción neutralizante de los anticuerpos. En particular la mutación 484 (E484K) se piensa que es la responsable de esta resistencia”, explica a El Independiente Rafael Delgado, jefe de servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre. “Lo de Reino Unido parece que es una confirmación de este cambio, el de la posición 484 (E484K) junto con la 501 (N501Y), y puede ser una de las vías de escape en la evolución del coronavirus”.

En México se está estudiando también la aparición de la mutación E484K, detectada en varios casos de Jalisco que inicialmente se pensaba que provenían de Sudáfrica, pero se empieza a valorar que se traten de una nueva variante mexicana con la misma mutación.

El origen de las nuevas variantes del coronavirus: Mutaciones en la proteína S

Reino Unido es el país donde se está haciendo una secuenciación del coronavirus a mayor escala. La variante británica, conocida por el linaje B117, tiene una docena de mutaciones a la que se suma ahora la detectada por las autoridades británicas. “Esta mutación es especial por dónde se produce, que es la zona de interacción del receptor, la proteína S, la spike, que es la que más atención concentra ya que sirve al virus para entrar en la célula y es la diana de la mayor parte de la respuesta neutralizante y es la que se utiliza en todas las vacunas”, asegura Delgado.

“En la variante británica se había observado un cambio en una posición, la 501 [N501Y] y tanto en Sudáfrica como en Brasil habían aparecido —de manera independiente —  otras dos mutaciones en esta zona tan sensible de la proteína spike, en la posición 484 [E484K] y en la 417 [K417N]. Estas tres mutaciones aparecieron casi simultáneamente en Sudáfrica y en Brasil y confieren a estas variantes una pérdida de la susceptibilidad a los anticuerpos neutralizantes. Se considera que son mutantes de escape, que son más resistentes a la neutralización por anticuerpos. Los datos de las vacunas en cierta manera lo confirman, no es que no sirvan, pero la eficacia es menor”, asegura Delgado.

Para este investigador la solución es reducir la transmisión. “Si reduces la transmisión reduces la posibilidad de variantes de escape. La estrategia es la misma, pero la aparición de todos estos casos no son buenas noticias y no sabemos si, a largo plazo, determinarán un cambio de estrategia en la adaptación de las vacunas. El coronavirus no es un virus que tenga una gran tasa de mutación, sobre todo si lo comparamos con el VIH o la gripe, pero con millones de personas infectadas y eventos de transmisión se va generando una variabilidad y toda esa información nos indica hacia donde va evolucionando el virus, que es a escapar de la respuesta neutralizante de la infección natural y de la vacuna”, afirma Delgado.

Fernando González Candelas catedrático de Genética en la Universidad coincide con Delgado en que, ante esta situación, haya que extremar la vigilancia sobre las nuevas variantes en circulación.

“No basta identificar que una muestra corresponde a la variante VOC202012/01 (linaje B.1.1.7) sino que hay que hacer un seguimiento de cuáles de ellas tienen la mutación E484K. La combinación de mayor transmisibilidad y posible mayor letalidad (B.1.1.7) con escape inmunitario (E484K) es lo menos deseable, aunque sus efectos reales sobre la población se tienen que comprobar, no es necesariamente la suma directa de lo que pasa por separado con cada una de ellas”, afirma.