Las pediatras lo han planteado como "una nueva pandemia". Califican de "brutal" el aumento desde el pasado otoño de trastornos de salud mental en niños y adolescentes y ponen un especial foco en los trastornos de la conducta alimentaria. "Desde otoño se han duplicado los trastornos de la conducta alimentaria, especialmente restrictivos [tipo anorexia], que además llegan de manera más grave", ha explicado la psiquiatra infantil Azucena Díaz, de la Clínica Universidad de Navarra.

El perfil de las adolescentes que están sufriendo estos trastornos es fundamentalmente femenino - 10 chicas por cada chico - y su gravedad se traduce en que "si antes llegaban a perder un 15-20% de su peso corporal, ahora vemos que llega al 30-35%. Son cuadros mucho más graves, la mitad llegan a ser recaídas y empiezan por ansiedad o incluso a veces como un reto compartido entre dos amigas". Díez ha explicado estos datos en la presentación del próximo Congreso de la Asociación Española de Pediatría, que este año se centra en salud mental por "la que se viene encima", como ha advertido Josefa Rivera Luján, presidenta del Comité Científico Ejecutivo de los Congresos de la AEP.

Las pediatras han ofrecido datos "alarmantes" como un aumento del 50% de asistencia a las urgencias pediátricas recogido en un reciente informe de la Fundación Sant Joan de Deu o la propia Clínica Universidad de Navarra cuyo departamento dirige Díez: "Hemos tenido hasta cuatro veces más menores ingresados".

Otro de los efectos colaterales de la pandemia en niños y adolescentes que también va en aumento es el aumento de las autolesiones. Rivera, del Hospital Taulí de Sabadell, ha asegurado que en su centro han pasado de ver "una o dos autólisis al mes a tres o cuatro por semana".

La presidenta de la AEP, María José Mellado, ha subrayado el perfil más frecuente de estas autolesiones: "Es el de una adolescente mayor, entre 14 y 18 años, que de forma inespecífica ante el estrés se autolesiona. Pueden ser quemaduras, raspaduras o cortes superficiales que son muy aparatosos pero que no son para quitarse la vida, sino para curarse la ansiedad o incluso para movilizar el ambiente, buscando cambios. Y tiene efecto contagio entre ellas".

Las pediatras han querido distinguir este tipo de lesiones de los intentos de suicidio que, no obstante, también prevén "vayan en aumento en los próximos meses". "Tenemos que aprobar e implementar la ley de prevención del suicidio y es muy importante recurrir a campañas de concienciación y también a la atención de los propios pediatras y médicos de atención primaria para estar preparados", ha incidido Mellado.

Desde la AEP también advierten del aumento generalizado de consultas por ansiedad, síntomas obsesivo compulsivos, depresión y somatizaciones. Las causas que han detectado, en el contexto de la pandemia, van desde la incertidumbre, el exceso de noticias, el distanciamiento social y familiar, la ausencia de rutinas, el abuso de pantallas, los ritmos irregulares de sueño y un patrón de alimentación menos saludable.

La vulnerabilidad económica o social, han explicado, agrava la situación y ha sido también el escenario del aumento "de violencia intrafamiliar, maltrato e incluso abuso, que también estamos viendo aumentar", ha afirmado Rivera.

"Aún existe un estigma social por parte de los padres que piensan 'qué habremos hecho mal'", ha subrayado Mellado como una de las causas por las que la AEP quiere poner este tema bajo el foco.