Desde el 5 de abril al 26 de mayo se han detectado 650 casos probables de la nueva hepatitis infantil aguda en 33 países. Son los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El país con más casos es con diferencia Reino Unido (222 casos, el 34%), mientras que en España el último informe de Sanidad recoge 30 casos hasta el 27 de mayo.

La nueva hepatitis infantil saltó a los medios de comunicación el pasado 5 de abril después de que Reino Unido informara a la OMS de una decena de casos. Los niños, menores de 10 años, sufrían síntomas como ictericia, diarrea, vómitos y dolor abdominal, con carácter grave y que requerían hospitalización.

El Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) mandó una alerta el 12 de abril y los primeros casos de hepatitis en niños se notificaron en España antes del 19 de ese mes. Los primeros fueron tres en Madrid y desde entonces los nuevos casos han ido aumentando en todo el mundo. La gravedad es variable, pero el porcentaje de niños que necesitan un trasplante ronda el 5% y la OMS ha notificado nueve muertes. En España no ha habido ninguna hasta la fecha y un único trasplante de hígado.

Las incógnitas han sido muchas desde el primer momento y pocas se han despejado por ahora. Los análisis revelaron la presencia en un porcentaje importante de adenovirus en los niños afectados, lo que dio lugar a la hipótesis del adenovirus: el fin de la pandemia habría propiciado una mayor presencia actual de estos virus, al que los niños más pequeños no habían estado expuestos con anterioridad.

Semanas después, la etiología "sigue siendo desconocida y bajo investigación", como recoge la OMS en su último informe, donde advierte además que "los casos son más graves desde el punto de vista clínico y una mayor proporción desarrolla insuficiencia hepática aguda en comparación con los informes anteriores". La organización mantiene el "riesgo moderado" sobre esta nueva enfermedad.

Pese a las dudas que quedan, sí ha entrado con más fuerza en las hipótesis la intervención del SARS-CoV2. "El adenovirus solo no parece ser la causa, se plantea que pueda haber un cofactor y una de las hipótesis es que pueda ser el Covid, aunque no se ha detectado Covid en todos los casos", explica María Buti, hepatóloga en el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona y ex presidenta de la Asociación Española para el Estudio del Hígado. "El Covid actuaría agravando el curso de la enfermedad", añade.

El papel del Covid en la nueva hepatitis infantil también ha sido planteado como una hipótesis factible en un reciente artículo en The Lancet, donde se lanzaba una teoría de "superantígeno" que podría estar detrás de estas hepatitis. El mecanismo lo explicaba la investigadora del CSIC, Matilde Cañelles, en un artículo en The Conversation. Cañelles explica que hay una secuencia en la proteína Spike del SARS-CoV2 que se asemeja a otra que está en la bacteria staphilococcus aureos, y que se llama enterotoxina B. A esta secuencia se le denomina "superantígeno" porque el sistema inmune la percibe como un gran peligro y desencadena contra ella "una reacción inflamatoria rápida y potente". Cañelles subraya que "se piensa que una mutación reciente aparecida en Europa podría aumentar la similitud".

Además, la investigadora incide en que en ratones, la infección por adenovirus puede generar hipersensibilidad contra la enterotoxina B. "Con esto ya tendríamos todas las piezas del puzle", plantea Cañelles. "Una infección por SARS-CoV2 con acumulación de virus en el intestino [los niños acumulan más virus en el tracto gastrointestinal que los adultos] y salida de proteínas del virus al torrente sanguíneo debido a un aumento de la permeabilidad intestinal; una infección por adenovirus que sensibilizaría al sistema inmunitario y provocaría una reacción desmedida con la subsiguiente inflamación del hígado".

No obstante, esta sigue siendo una hipótesis, como recuerda Buti,:"La etiología sigue siendo desconocida y que se haya detectado adenovirus o Covid no implica que sea el responsable final".

Se manejan varias hipótesis y el último informe del Ministerio de Sanidad - referida a los casos de Reino Unido, cita siete:

  1. Una susceptibilidad o respuesta anormal del hospedador (niño) al adenovirus, que haría que el adenovirus progresara más frecuentemente hacia la hepatitis, debido a:
    a. La falta de exposición durante la pandemia de COVID-19
    b. El efecto de una infección previa con SARS-CoV-2 (incluida la variante Omicron) u otra infección.
    c. Una coinfección con SARS-CoV-2 u otra infección.
    d. Una toxina, fármaco o exposición ambiental.
  2. La mayor frecuencia de infecciones normales por adenovirus, lo que hace que se ponga de manifiesto una complicación muy rara o poco reconocida
  3. Una nueva variante de adenovirus, con o sin la contribución de un cofactor
  4. Un síndrome de SARS-CoV-2 posinfeccioso (incluido un efecto restringido de Omicron).
  5. Una droga, toxina o exposición ambiental.
  6. Un nuevo patógeno actuando solo o como una coinfección.
  7. Una nueva variante del SARS-CoV-2

Los pediatras continúan siguiendo los casos con "gran preocupación", subraya Buti, especialmente enfocados en los casos en que la enfermedad actúa de forma fulminante y se requiere por ejemplo trasplante hepático.

Sin embargo, la hepatóloga se muestra optimista respecto al avance de la enfermedad en nuestro país: "La curva que ha tenido Reino Unido no se está detectando en España, donde no parece que vaya a haber tal aumento de casos. La diferencia con este países podría estar en algún factor ambiental o genético, pero aún no se ha identificado".

Los casos de hepatitis infantil en España

Lo cierto en que en España la aparición de casos nuevos se ha ralentizado algo en las últimas semanas tras un pico en la semana 12 (21-27 de marzo).

Curva epidémica de casos de hepatitis grave de causa desconocida, por grupos de edad y semana epidemiológica de inicio de síntomas

Curva epidémica de casos de hepatitis grave de causa desconocida, por grupos de edad y semana epidemiológica de inicio de síntomas

Madrid es la comunidad autónoma que ha registrado más casos con 11, seguida de Galicia con cinco, Cataluña con cuatro, Baleares con tres y Andalucía con dos. Aragón, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Murcia han registrado un caso cada una hasta el 27 de mayo.

La edad media ha sido de 6,1 años y por sexos, el 63,3% de los casos fueron niñas y el 36,7%, niños. A 27 de mayo, 20 casos habían recibido el alta hospitalaria y cuatro continuaban ingresados (de seis no constaba la inforamción). Un único niño había requerido trasplante de hígado.

Los síntomas más frecuentes de la hepatitis infantil fueron vómitos en el 63%, fiebre en el 59%, ictericia en el 52%, vómitos en el 32% y síntomas respiratorios en el 21%. En ocho casos (30%) se notificó además un exantema cutáneo.

El análisis microbiológico "no apunta a una etiología viral clara, aunque al igual que los resultados proporcionados por otros países resulta frecuente la detección de adenovirus y virus adenoasociados", indica el Ministerio de Sanidad en su informe. Solo en nueve de los 27 casos analizados hubo muestra positiva de adenovirus y en dos de 24 analizados apareció SARS-CoV2. Otros cuatro casos (de nueve analizados) tenían anticuerpos. Solo ocho de 28 analizados había recibido la vacuna frente al Covid.