El primer caso en Europa se detectó en Reino Unido en mayo y pocos días después se registraron en España los primeros contagiados. La viruela del mono es una infección vírica que surgió en monos y se descubrió en humanos por primera vez en 1970. En los últimos dos meses se han detectado más de 6.000 casos en 58 países, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) este miércoles. Cinco de ellos son niños.

Estas primeras infecciones en niños han levantado la alerta de la OMS, que está siguiendo de cerca la evolución tanto en los pequeños como en otros grupos vulnerables como las embarazadas. La situación es de alerta y desde la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Infectología Pediátrica, su portavoz Sara Guillén, muestra calma: "Los casos de la viruela del mono en España al inicio de este brote se producían principalmente por contactos sexuales, sobre todo en hombres que tiene sexo con hombres, pero esta infección se está extendiendo a mujeres y puede afectar a niños si están en contacto con personas con la infección. Por las características de este brote se cree que la transmisión en los niños va a ser muy infrecuente".

La proporción de casos en niños es baja - uno de 1.256 casos en España y cinco en todo el mundo -, algo que a juicio de Teresa Hernández, San Pelayo, miembro del Comité Científico del Colegio de Médicos de Madrid (ICONEM) es indicador de que "hasta ahora, en este brote el nivel de transmisión de niños es bajo". La pediatra reconoce preocupación por una enfermedad "transmisible, también en niños, que no está controlada", pero cree que las vías más comunes de infección frenarán la transmisión generalizada. "Hoy sabemos que el 85 o 90% de los casos que se han descrito se ha producido de una forma concreta, a través de relaciones sexuales de alto riesgo entre varones. Por ello esperamos que no haya una alta transmisión en niños, afirma Hernández.

Contagios de viruela del mono entre niños

La portavoz de la Asociación Española de Pediatría subraya que el contagio se produce entre personas sobre todo por "contacto estrecho con las lesiones, fluidos corporales, gotas respiratorias grandes y objetos contaminados". Aunque en el caso de España no han trascendido los detalles del contagio al único niño infectado hasta la fecha, "los casos en África se daban del contagio estrecho con un cuidador", apuntaba Hernández.

La OMS ha mostrado su preocupación por los contagios de la viruela del mono entre niños y es que ellos, en caso de infectarse, "pueden desarrollar una forma más grave de la enfermedad, como ocurre en general en otras infecciones, por tener menos desarrollado el sistema inmunitario", explica Herández. Hasta ahora, no obstante, los casos que han trascendido han sido en general leves.

Las manifestaciones de la enfermedad e un niño, apunta Guillén, "dependerá de la edad de niño, siendo los más pequeños los que pueden desarrollar una infección más grave o aquellos niños que tengan alguna inmunodeficiencia, como en otras infecciones virales. Los casos descritos en adultos están siendo leves, por lo que se espera que los niños que se infecten se produzcan por la misma cepa del virus y sean casos leves".

Si bien ahora los niños están de vacaciones, la vuelta a los colegios en septiembre puede generar preocupación entre los padres frente a una potencial transmisión en los centros. "Es raro que esta infección se convierta en endémica o epidémica, ya que el brote se está produciendo principalmente en un colectivo muy específico. Además, en esta infección el inicio del período de transmisibilidad se produce coincidiendo con el inicio de los primeros síntomas, siendo el riesgo de transmisión más elevado cuando aparecen las lesiones exantemáticas características, por lo que es fácil aislar a los pacientes para no extender la infección", afirma Guillén.

De igual forma, la pediatra del ICONEM cree que "será fácil evitar la transmisión en colegios". Esto es como la varicela, ni un niño ni un profesor o adulto puede ir al colegio. Por tanto, un niño que haya tenido contacto con un enfermo no puede estar en contacto con otros niños. Hay que evitar contactos mientras duren las vesículas y hasta que hayan desaparecidos. Confío en que la gente sea responsable y no tengamos problemas en los colegios. Esto tiene que estar controlado, la gente debe conocer los protocolos", subraya.

Para protegerse frente a la enfermedad están aprobadas vacunas contra la viruela tradicional cuya efectividad se ha mostrado en la viruela del mono. Están pensadas para contactos estrechos y no para uso pediátrico. No obstante, subraya Guillén, "hay varios estudios pediátricos de otras vacunas que utilizan el mismo virus atenuado demostrando un buen perfil seguridad. Y aunque no está contraindicada en inmunodeprimidos, aunque los datos son limitados. Así esta vacuna se podría considerar para profilaxis post-exposición de contactos estrechos con riesgo elevado de enfermedad grave". Además de las vacunas hay algunos antivirales aprobados para niños con peso superior a 13 kilos.

Hernández, explica que en cualquier caso, la ciudadanía no puede acceder a estos fármacos de forma directa. "Ni la vacuna ni los antivirales se pueden adquirir actualmente en farmacias. Están en manos de las Autoridades Sanitarias para recurrir a ellos si es necesario. Lo importante tanto con los niños como con el resto de la población lo que hay que hacer es prevenir. Es fundamental transmitir a la población que hay que ser responsables, ser capaces de comunicar todos los contactos estrechos y cortar la transmisión", concluye la pediatra del ICONEM.