Barceló está decidido a retomar el control total de su negocio de gestión de hoteles en Estados Unidos. El grupo mallorquín aprobará formalmente en las próximas semanas en su consejo de administración la recompra del 60% de su antigua filial norteamericana, Crestline Hotels & Resorts, y con ello incorporará a su cartera los 100 establecimientos que la firma gestiona en el mercado estadounidense, confirman fuentes de la compañía.

Con la operación, Barceló duplicará su tamaño de un plumazo. La compañía cuenta actualmente con 113 hoteles repartidos por 20 países, y con la recompra de Crestline superará ampliamente los 200 establecimientos. Crestline gestiona un centenar de hoteles independientes en EEUU, y los explota con distintas marcas con las que tienen acuerdos, como Hilton, Hyatt, Marriott o Starwood, entre otras.

El grupo recomprará el 60% de su antigua filial norteamericana Crestline

Barceló desembarcó en Estados Unidos en 2002 con la adquisición del grupo de gestión hotelera Crestline Capital, que pasó a denominarse Barceló Crestline Hotels & Resorts. Entonces la firma contaba con 48 hoteles y seis centros de convenciones bajo gestión, que pasaron a contabilizarse como parte de la cartera de la firma española.

El grupo de la familia Barceló decidió hacer caja y vendió al fondo de inversión ARC el 60% de Crestline –que entonces contaba con 74 establecimientos- y mantuvo en propiedad el 40% restante. En el acuerdo de compraventa se recoge una cláusula por la que Barceló podía optar a lo largo de 2017 por recuperar el control total de su antigua filial. La decisión de ejecutar la cláusula se aprobará de manera inminente, según confirman fuentes del grupo, que no precisan el importe de la adquisición.

Cuando se desprendió del 60% de Crestline, Barceló dejó de contabilizar como propios los establecimientos estadounidenses. En 2014, la compañía mallorquina descontó de su portfolio en todas las comunicaciones públicas la cartera de Crestline y el grupo pasó de un día para otro de 169 a 95 hoteles. Ahora, con la recompra el proceso será en sentido contrario y la cartera de la compañía se duplicará.

El de Crestline seguirá siendo un negocio paralelo al que Barceló desarrolla con la explotación de hoteles con sus propias marcas. Con sus cinco enseñas, la compañía pretende crecer tanto dentro como fuera de España, y para ello busca tanto contratos de gestión como operación corporativas y compras de hoteles independientes. La compañía ha confirmado esta semana su intención de potenciar su expansión internacional estrenándose desembarcando en países de Oriente Medio.