Nunca tan pocos parlamentarios han dado tanto de sí. Y da lo mismo que hablemos del Congreso de los Diputados que de las Asambleas autonómicas, porque Mariano Rajoy se sigue conduciendo como si contara con una holgada mayoría absoluta que le permite mantenerse impertérrito ante las andanadas de los demás, incluidas las de su principal socio parlamentario, Ciudadanos. Nada de un PP acobardado ante el dedo admonitorio de la formación naranja; nada de un PP consciente de su debilidad que intenta "conquistar" el voto de los socialistas, tan necesario para tantas cosas; nada de un PP humilde que se faja en la negociación hasta el último suspiro.

Lo acontecido en Murcia es buena muestra de ello. El anuncio de ruptura del pacto que sostiene a Pedro Antonio Sánchez en la presidencia del Gobierno autonómico ha demostrado la destreza popular para mantener impasible el ademán. "Paciencia", "nosotros aguantamos", "quedan etapas por cubrir"... Estas fueron algunas de las valoraciones que realizaron en la sede nacional, al margen de las del partido en Murcia, marcadas por el deseo de resistir.

Gobierno y Génova ponen la pelota en el tejado de Ciudadanos o del PSOE, según convenga

Como viene siendo marca de la casa, Génova arguye que la pelota está en el tejado de los demás. En este caso a ver cómo explica Ciudadanos, se malician por los pasillos de la sede nacional, su acercamiento al PSOE y, sobre todo, a Podemos en Murcia. A ver quién es el guapo que va de la mano de esas dos fuerzas a presentar una moción de censura para desalojarles del poder, dicen.

Porque al argumento de que el PP tiene unos pactos firmados, con sus servidumbres añadidas, se le contrapone la "teoría de las lentejas", acuñada por el nuevo coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo. El pasado lunes, en su comparecencia tras la reunión del comité de dirección del PP, echó mano de eso tan castizo de "esto son lentejas, las comes o las dejas", para afirmar que, si las comieron era porque no había más remedio, pero sin mucho entusiasmo por glosar la calidad de la cocinera.

"Nosotros tenemos una exactitud de diálogo, que pusimos en marcha con un acuerdo con Ciudadanos, donde hubo seis puntos iniciales, que eran unas condiciones previas que todos sabían que era lo que era, eran lentejas vaya, eran lo que es, no había otra opción y, por lo tanto, había que asumirlo como tal para garantizar la gobernabilidad de este país y garantizar que hubiera un gobierno en España", dijo entonces.

La estrategia del PP en Murcia es "aguantar" para ver si Ciudadanos se echa en brazos del PSOE

En puridad, puede admitirse que Pedro Antonio Sánchez no está imputado "formalmente" por lo que su dimisión sería prematura incluso cumpliendo escrupulosamente el pacto firmado en Murcia. Lo malo es que parece dispuesto a esperar a la apertura de juicio oral en caso de no ser desimputado tras su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia este lunes 6, por el caso Auditorio, lo que deja a Ciudadanos en una posición imposible.

Ya lo dijo el pasado jueves Albert Rivera en el programa de Antena3 Espejo Público. Recordó cómo durante el debate de investidura cuestionó su confianza en los populares. "Rajoy es una persona conservadora, inmovilista, que tapa la corrupción de su partido", se despachó, para agregar que "el PP no tiene mayoría absoluta y todavía no se ha enterado". Porque el debate de Murcia venía precedido de otros no menores que se han ido desarrollando en el Congreso de los Diputados, con reunión de la comisión de seguimiento del pacto incluida.

El PP no está ni por reformar los aforamientos ni por limitar los mandatos ni por la "comisión Bárcenas"

Allí se presentó Ciudadanos el pasado martes con tres de sus seis peticiones estrella en materia de regeneración democrática: reducción de los aforamientos, limitación de mandatos y constitución de una comisión de investigación sobre la financiación del PP, o lo que es lo mismo y para que todos nos entendamos, comisión Bárcenas. Y sobre los tres temas, contenidos en el pacto con Ciudadanos, el PP torció el gesto.

Primero porque el aforamiento exige de una reforma constitucional que puede acabar derivando en referéndum si así lo pide el 10% de la Cámara, eventualidad que a la formación naranja no le entusiasma tampoco y asume que puede quedarse por el camino. Segundo, porque la limitación de mandatos "no es propia de un régimen representativo como el nuestro. Ningún país no presidencialista lo tiene", señalan fuentes del PP a El Independiente. Y, tercero, porque una comisión monográfica sobre las cuentas populares es como mentarles a la bicha. Si acaso, dicen, para diciembre y donde se retraten todos los partidos políticos, uno detrás de otro.

Está por ver que Rafael Hernando vaya de la mano de Juan Carlos Girauta al registro de la Cámara

En Ciudadanos recuerdan que el PP "no puede aplazar la comisión porque no tiene mayoría en la mesa del Congreso" por lo que "o apoyan la que tienen firmada con nosotros o se hará sin ellos". De momento, Rafael Hernando no parece que tenga intención de ir de forma entusiasta de la mano de su homólogo "naranja", Juan Carlos Girauta, al registro de la Cámara Baja para pedir esa comisión. Por ahora, el compromiso es que "estudiarán" la propuesta de Ciudadanos al respecto.

Pero sería injusto limitar sólo a su relación con la formación de Rivera la actitud de jactancia de la que hace alarde no pocas veces un PP que desde la minoría mayoritaria de 137 escaños, parece que sigue disfrutando de los 186 de la décima legislatura. La posición del Gobierno respecto a los Presupuestos Generales del Estado es buena muestra de ello. Mariano Rajoy no tiene, al menos no tiene aún, los votos asegurados para que las cuentas de 2017 superen el trámite del Parlamento, pero las va a presentar "para que se retraten los socialistas". Otra vez, la pelota está en otro tejado.

Quizá no importa tanto sacar los PGE como cargarse de razones para convocar elecciones

El ministro de Hacienda,  Cristóbal Montoro, está hablando con distintas fuerzas políticas, pero desde el PDECat aseguran que en su cita con el diputado Ferrán Bel "no concretó más que el calendario y poco más", mientras que tampoco han avanzado en el diálogo con otros parlamentarios que podrían darles la mayoría que necesitan, como es el caso de Pedro Quevedo de Nueva Canarias. La negociación va mejor con Ciudadanos, Coalición Canaria y PNV, cuyo portavoz en el congreso, Aitor Esteban, se ha reunido con Rajoy, pero no suman más que 175 votos. Quizá no importa tanto estratégicamente sacar estos Presupuestos como irse cargando de razones por si hay que apretar el botón nuclear de la convocatoria de elecciones para intentar conseguir, de verdad, esa mayoría absoluta que no tienen... aunque lo parezca.