¿Dónde está don Juan Carlos? Esa parece ser la pregunta del verano. Un filón para los paparazzi, una bicoca para los programas de cotilleo y para las revistas del corazón.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí