Pocos sectores económicos han dado un paso tan importante como el energético. El cambio climático y las políticas de los gobiernos nacionales de la Unión Europea y de las principales potencias mundiales han provocado que las empresas hayan puesto todos sus esfuerzos en invertir y crecer en las renovables.

De hecho, han nacido un sinfín de compañías derivadas de las energías verdes y otras tantas han creado divisiones de renovables, como es el caso de Acciona, en el último lustro.

La empresa dirigida por José Manuel Entrecanales aprobó este lunes la salida a bolsa para captar fondos y seguir creciendo. El negocio de energía de Acciona facturó 1.780 millones de euros, un 10,9% menos. Los analistas dan un valor de 9.500 millones de euros a sus activos renovables.

Pero no ha sido la única empresa de las energías renovables que ha trazado una hoja de ruta para saltar a los mercados financieros. Opdenery anunció recientemente su intención de cotizar en las Bolsas de Valores españolas. A través de una oferta primaria de nuevas acciones, la empresa espera obtener unos fondos brutos de 400 millones de euros para financiar su plan de negocio a corto y medio plazo y se ofrecerá principalmente a inversores institucionales cualificados internacionales.

Ecoener también notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que prepara  una ampliación de capital por, al menos, 200 millones de euros para afrontar con garantías una salida a Bolsa. 

Repsol es otra de las compañías que buscan sobre el parqué una fuente de financiación. Buscaremos socios financieros minoritarios o una OPV para financiar el crecimiento del negocio de emisiones bajas en carbono y rebajar el coste de capital de este negocio", dijo Josu Jon Imaz, CEO de la petrolera. Entre sus intenciones está la de levantar casi 1.400 millones de euros.

Otras compañías han preferido aplazar los tiempos establecidos para estrenarse en el parqué de la bolsa española ya que los inversores han empezado a dar señales de que puede estar creándose una burbuja en torno a las renovables.

Capital Energy renunció este abril a la posibilidad de salir a bolsa “dada la actual volatilidad del mercado en torno a las compañías de energías renovables ya cotizadas y la previsible sobreoferta de OPV de otras empresas del sector”. Por su parte, Gransolar, tal y como avanzó Cinco Días, descartó acudir a los mercados y busca un comprador de algún fondo de inversión.

Caída bursátil

Porque la volatilidad de la que habla Capital Energy en las capitalizaciones de las empresas de energía renovables que cotizan es evidente. Este inicio de 2021, casi todas los títulos de las compañías se desploman, con descensos de hasta el 30%.

Solarpack es la más castigada en este primer trimestre. Las acciones de la empresa caen un 30% hasta los 20,40 euros y su capitalización se reduce hasta los 678 millones de euros. En el inicio de 2021 se alcanzaron sus máximos históricos, cuando sus títulos llegaron a tocar los 31 euros. No obstante, su revalorización en bolsa es de más del 174%.

En la misma situación se encuentran Solaria y Grenergy, que venían de realizar un 2020 meteórico en bolsa, pero que en este 2021 se encuentran con el rechazo de los inversores. La energética dirigida por Díaz Tejeiro, retrocede un 28%, un 40% desde que tocara máximos el 7 de enero. 

Un 30% también pierde la empresa liderada por Ruiz de Andrés, que al igual que Solarpack, Grenergy y el resto de empresas de energías verdes, vio cómo el 7 de enero empezó su desplome reduciendo su capitalización hasta los 772 millones actuales.

Soltec es otra de las compañías que pierde fuelle tras la expansión de las energías renovables en bolsa y se deja en 2021 un 32%. Otra empresa que acumula números rojos en este 2021 es Greenalia con un -11%.

No obstante, no todas han caído de forma abrupta. De hecho, Holaluz, que se estrenó el año pasado en bolsa, acumula ganancias del 38%, mientras que Audax apenas roza ganancias del 3%.

Sobrecalentamiento

Este desplome bursátil que se ha registrado durante 2021 se debe a diferentes motivos. Por ejemplo, Link Securities comentó recientemente que se debe a que muchos fondos han invertido en este tipo de compañías y se creó una burbuja “que llevó a muchas de estas compañías a alcanzar valoraciones muy exigentes”.

Los grandes bancos, a través de sus departamentos de análisis, tampoco ayudaron a la proyección ascendente de las empresas de energía renovable durante 2020. Goldman Sachs publicó un informe el 7 de enero advirtiendo que el rally de los últimos meses ha ido bastante más allá de lo que esperaban en noviembre. De hecho, tal y como se citó anteriormente, ese día el sector cayó fuertemente sobre el parqué.

Con todo, este año se espera un aluvión de inversiones por parte de las empresas energéticas, aupadas por las ayudas provenientes de los fondos europeos para la regeneración. ING estima que en Europa se destinen 60.000 millones de euros a proyectos.

"El coronavirus ha tenido un leve impacto en las perspectivas de crecimiento para la energía eólica y solar. Se espera que este año el mercado europeo tenga un sólido crecimiento del 8% y el 13%, respectivamente, en términos de capacidad añadida", recalcan.