Bien, pues ya está todo muy clarito desde la Unión Europea que, con sus habituales y sedosos modos diplomáticos, ya ha dicho a España qué es lo que tiene que hacer en lo relativo al órgano de gobierno de los jueces: primero, retirar aquella bomba propia de un régimen autoritario que Pedro Sánchez tenía guardada en el congelador para utilizarla como amenaza, que era la modificación de la ley Orgánica del Poder Judicial para que los miembros del CGPJ pudieran ser elegidos por mayoría absoluta del Congreso.

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