"El hidrógeno verde es un caso de éxito en la cercanía". Iberdrola, una de las gigantes energéticas de España, despliega bajo esta premisa su estrategia de descarbonización y producción de energía sostenible. "Sin demanda no vamos a ningún lado. Por eso, la industria del hidrógeno verde tiene que ir en estos momentos a un uso local", señalan fuentes de Iberdrola a El Independiente, que sostienen su tesis con el caso paradigmático de su instalación de Puertollano (Ciudad Real), la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa. "Cuando hayamos sustituido las factorías que emplean hidrógeno gris (se obtiene a partir de reformado de gas natural o gasificación de carbón) por verde, ya pensaremos en exportar. Mientras haya industrias que están trabajando con hidrógeno gris, lo más eficiente y razonable es hablar con ellas para construir una planta como la de Puertollano, cerca de la demanda, y sustituir el gris por el verde. Una vez que la industria nacional ya esté descarbonizada, entonces esa producción adicional se podrá exportar", explican desde la empresa.

Una de las claves para el impulso del hidrógeno verde, aquel que se obtiene a partir de fuentes de energías renovables y un proceso de electrólisis, es multiplicar su producción para que sea una alternativa competitiva con el gas y jugar así ese papel diferencial en la tan mencionada transición energética. En la actualidad tan solo hay tres factorías de hidrógeno verde en España, dos de Iberdrola -una en Barcelona y la de Puertollano- y otra en las Islas Baleares, propiedad de un consorcio de varias empresas entre las que están Acciona y Cemex. La propuesta de Iberdrola es comenzar a nivel local, producir hidrógeno verde en aquellos nichos en los que hay un uso local del elemento y añadir nuevos usos que permitan desarrollar una actividad limpia para el planeta.

La planta de Barcelona, inaugurada en enero del 2022, cuenta con una capacidad de 2,5 MW, mientras que la de Puertollano, abierta apenas cuatro meses después es de 20 MW, lo que de ejemplifica la estrategia de crecimiento de Iberdrola en el aspecto del hidrógeno verde. "Vamos haciendo experimentos. Empezamos con una planta pequeñita, aprendemos y vamos a más. Las hemos construido nosotros, ingenieros de Iberdrola. La siguiente será seguramente en Palos de la Frontera (Huelva) y se prevé que tenga una capacidad de 200 MW. Es decir, multiplicar otra vez por 10 el proyecto anterior. La magnitud va creciendo de manera que podemos aprovechar la experiencia acumulada en las plantas previas, lo que nos coloca en una situación de ventaja competitiva", aseguran en Iberdrola.

Inversión para construir la industria del hidrógeno verde

La inversión de la compañía dirigida por Ignacio Sánchez Galán para levantar su instalación productora de hidrógeno verde en Puertollano fue de 150 millones de euros. El hidrógeno verde originado allí se utiliza para la fábrica de amoniaco que el Grupo Fertiberia tiene en la misma localización. Actualmente Iberdrola produce en Puertollano 1.000 toneladas anuales de hidrógeno verde utilizando únicamente la energía eléctrica que extrae de la planta solar fotovoltaica de 100MW que se encuentra a escasos kilómetros. Esta capacidad podría aumentar hasta las 3.000 toneladas si Iberdrola emplea la electricidad que extrae del resto de su porfolio verde, aunque tendría mayor coste para ellos. Desde Iberdrola destacan la necesidad de la imlicación de las Administración para alimentar el mercado del hidrógeno verde en España: "Para conseguir esas 2.000 toneladas adicionales necesitamos fondos europeos comprar electricidad por las noches y no solo tirar de fotovoltaicas en las horas de luz. La cadena es sencilla, si producimos más podremos vender más barato y el hidrógeno verde será más atractivo y competitivo para nuestros clientes".

Es sencillo, si producimos más hidrógeno verde podremos vender más barato y el producto será más atractivo y competitivo para nuestros clientes

La descarbonización y la sostenibilidad energética son dos claves en las pretensiones europeas. La carrera comunitaria se centra no solo en eso, sino en conseguir una independencia energética con respecto a los combustibles fósiles rusos, tal y como evidencia el Plan RepowerEU, que sitúa sus pretensiones de producción en 10 milones de toneladas de hidrógeno verde para 2030. En el caso de España la hoja de ruta plantea 4GW, lo que sería multiplicar por 200 la cantidad de hidrógeno que ofrece la planta de Puertollano. "Hasta el momento la inversión ha sido 100% privada, necesitamos ayuda para crear un hidrógeno verde que sea más competitivo y que seduzca al cliente, pero estamos en ello".

Los planes de Iberdrola sitúan su producción de hidrógeno verde para 2028 en 40.000 toneladas, unos 800 MW -40 veces más de lo que se genera ahora-, pero que queda muy lejos de la cantidad a partir de la que sería rentable exportar mediante el gasoducto en el que están inmersos España, Francia, Alemania y Portugal. El nuevo gasoducto, que costará 2.500 millones y podrá estar activo a finales de esta década, requiere "unas 2 millones de toneladas" de hidrógeno verde para que esté al 100% lleno, algo básico para su rentabilidad. "Es una buena idea, pero para el largo plazo. Creemos que lo ideal es primero abastecer a la industria local, luego transformarlo en amoniaco y exportarlo en barco y luego ya un tubo para suministrar a Europa, ya que la sensación es producir tanto hidrógeno verde queda más lejos en el tiempo" que el estreno que se se le presupone al gasoducto. La sensación transmitida desde Iberdrola es que para que el tubo europeo sea la solución ópitma todavía quedan muchos pasos que dar en la producción nacional. "El día que la industria esté desarrollada estaremos encantados con el tubo; sin embargo, nuestra preocupación ahora es poder incrementar la producción para que ese momento llegue", concluyen.