Después del distanciamiento durante la Presidencia de Jair Mesías Bolsonaro, Brasil y España reconducen su relación. Es lo que se escenificó este miércoles en la visita oficial a España del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el poder en enero pasado. Tras un primer contacto con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, los dos comparecieron ante los medios en el palacio de la Moncloa. Por primera vez hablaron directamente sobre Ucrania. Aunque trataron de disimularlo, hay grandes diferencias, "matices", lo definió el líder socialista: Lula se mantiene equidistante en nombre de la paz, mientras Sánchez diferencia claramente entre el agresor, Rusia, y el agredido, Ucrania, y considera que primero ha de oírse su voz a través de su presidente, Volodímir Zelenski. Un planteamiento, el de España, en línea total con el posicionamiento de la UE.

"Mi estimado amigo", arrancó Lula su intervención, y pidió aplausos para Sánchez. Evocó su relación desde sus tiempos sindicales con España. "Brasil ha vuelto", subrayó Lula una y otra vez, en relación con el aislamiento en que vivió el país en la etapa de Bolsonaro, a quien venció Lula de forma ajustada en la segunda vuelta de las presidenciales del pasado octubre. El presidente aseguró que estaría "encantado" de que España formara parte del club de países que buscan la paz, ese G20 que quiere crear Lula. Sánchez no respondió a ese ofrecimiento. En la Moncloa explicaban después que aún le falta "concreción" a esa propuesta.

Lula lleva tiempo postulándose como mediador. Ha conversado recientemente con el líder chino, Xi Jinping, a quien ha visto en Pekín este mes —y con el que también se entrevistó Sánchez a últimos de marzo—, y con el presidente estadounidense, Joe Biden. Lula elogió a China por no emprender guerras. "Condenamos la violación de los derechos por Rusia, pero no sirve para nada ver quién tiene la razón o no. Hay que parar la guerra. Solo se puede conversar cuando la guerra pare", aseveró Lula, quien criticó el formato del actual Consejo de Seguridad de la ONU. "Es necesario crear el G20 de la paz", insistió, con el fin de que haya más que países que se impliquen en el proceso. Sánchez apostilló que si Brasil defiende esa reforma de Naciones Unidas no es porque esté en "desuso" el sistema multilateral, sino precisamente porque "cree" en él, como hace España.

Se necesita una intervención de países amigos que pueda sentar a los participantes a dialogar y que paren de atacar"

LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL

Lula reiteró que Brasil condena la ocupación territorial de Ucrania, y la condena desde el primer momento. "Al final no hay interés de hablar de la paz. Se habla como si hubiese un país en medio del desierto... Es necesario que encontremos a un grupo de personas que estén dispuestos a buscar cómo parar la guerra. Hay dos países en conflicto y ninguno cede. No es correcto lo que sucedió, pero no puede suceder 80% o nada. Se necesita una intervención de países amigos que pueda sentar a los participantes a dialogar y que paren de atacar. El problema es que la guerra empezó sin que hubiese negociaciones para evitarla. Voy a seguir hablando", señaló. Su ministro de Exteriores, Mauro Vieira, conversará tanto con Vladímir Putin como con Zelenski, según anunció, para "ver si es posible que paren de pelear y empiecen a negociar, que es más barato, más cómodo, más tranquilo y mejor para todos".

"Entiendo el papel de la UE. Tiene países fronterizos con Rusia. Y nosotros estamos a más de 14.000 km de distancia. Todos estamos en contra de la guerra pero la guerra ya ha empezado. Y ahora mismo falla la negociación. ¿Por qué no trata esta cuestión la ONU? Intentamos que se genere la posibilidad de una negociación. Es una guerra que no interesa a Ucrania, ni Europa, ni Brasil", añadió. Lula recordó que Brasil no quiere entrar en la guerra, y por ello no vende armas ni a Ucrania ni a los países que están ayudando a Ucrania o Rusia, aunque respeta a aquellos que sí lo hacen, caso de España. De hecho, no cree que ese hecho impida que Madrid se pueda sumar a su club de países mediadores: "España hará lo que decida que tenga que hacer, sin que Brasil interfiera para nada" [...]. España tiene su soberanía, no tengo que interferir para nada, no soy yo el que tiene que decidir qué tiene que hacer", admitió. "Brasil quiere entrar en una zona de paz. Y espero que quede clara esta posición porque en todos los países me preguntan lo mismo", intentó zanjar.

Sánchez: hay un agresor y un agredido

La posición de Sánchez es clara: Ucrania tiene la palabra porque es el país invadido y Rusia, el agresor. "Quiero agradecer al presidente Lula su implicación en esta cuestión y su interés en lograr un grupo de países que impulsen la paz. Para que la paz sea duradera es importante que nos impliquemos todos, sin olvidar que hay un agresor y un agredido. El agresor es Putin y el agredido el pueblo ucraniano", ha dicho Sánchez. "Si queremos que esa paz sea justa y duradera es fundamental tener en cuenta la fórmula de la paz de Zelenski".

Para Sánchez, lo relevante es que Brasil "ha vuelto" y eso hay que agradecerlo. Coincide con Lula en la defensa del orden multilateral. "Podemos tener matices. Yo los tengo respecto a alguna de las cosas que ha dicho el presidente Da Silva, pero Brasil siempre ha abogado por la integridad territorial de Ucrania. Defiende un orden internacional basado en reglas. Y es fundamental que todos trabajemos por la paz", resaltó el presidente del Gobierno español. A Sánchez le parece importante el paso dado por Lula y la posición de China, como también la fórmula del país agredido, el plan de Zelenski.

La próxima semana, Lula verá al presidente francés, Emmanuel Macron, y llega a España desde Portugal, donde expuso sus ideas al primer ministro, António Costa. Pero hay dudas sobre su posición desde que dijo el 7 de abril que "Zelenski no puede quererlo todo", como si Ucrania y Rusia tuvieran la misma responsabilidad en esta guerra. Este miércoles, en Madrid, aclaró que no es él quién ha de decidir si el Donbás y Crimea son territorios ucranianos o rusos. "Cuando uno se sienta a una mesa de negociaciones hay que plantear estas cosas, peor no soy yo quien va a debatir estas cuestiones, sino los rusos y los ucranianos. Han de parar la guerra para llegar a un acuerdo. La gente se está muriendo", remarcó.

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En su primera intervención pública en Madrid, el martes, en un foro empresarial, Brasil dijo que había conseguir la paz "para que Ucrania pueda conservar su territorio y Rusia se pueda quedar con el territorio ruso". Según Kiev, a quien ampara el derecho internacional, eso significaría que Rusia ha de retirarse de los territorios ocupados en 2014, incluido Crimea. Pero Rusia considera que incluso las cuatro regiones anexionadas después de la invasión del 24 de febrero de 2022 son territorio ruso.

"Abrimos una nueva etapa en nuestra relación estratégica. Compartimos un futuro común dentro de la comunidad latinoamericana. Compartimos una visión del mundo en la que las tradicionales diferencias quedan superadas por nuevos desafíos", celebró Sánchez, quien hizo referencia a la defensa común de la democracia frente a ataques como el del Capitolio en Washington en 2021 y la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia este año.

Ojalá podamos llegar a un acuerdo sobre Mercosur este año. Europa necesita aliados"

pedro sánchez, presidente del gobierno de españa

El líder del PSOE recordó que Brasil es el primer socio comercial de España en Latinoamérica y España es el segundo inversor en el país. Sánchez confía en que la UE y el Mercosur cierren pronto un acuerdo. "Europa necesita aliados", señaló. "Me he comprometido a trabajar para que podamos culminar este proceso. Ojalá sea este año". Francia es uno de los países que más reticencias está poniendo al cierre del pacto.

Hablar de paz no es hacer la paz, tarea mucho más compleja y que requiere profundizar en el origen del conflicto y las responsabilidades de quienes lo han activado. En todo caso, Brasil, una potencia en el sur global que preside el Mercosur, y España, que asumirá en julio la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, tienen mucho que decir y es una buena noticia que cooperen cada vez mejor, según coincidieron ambos líderes. Los dos países firmaron un memorándum de entendimiento de los Ministerios de Trabajo, otro sobre cooperación universitaria y una carta de intenciones en ciencia, investigación y desarrollo. Con la cita de este martes —que culminó con un almuerzo con los Reyes en el Palacio Real, al que también acudió Sánchez—, se marca el "inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales", se plasma la renovación de la "asociación estratégica" entre Madrid y Brasilia [aquí en PDF], como aplaudió el jefe del Ejecutivo español. El Gobierno español también concede mucha relevancia a la presencia de Brasil en la cumbre entre la UE y los países de América Latina y del Caribe (UE-CELAC) que se celebrará en Bruselas el próximo 17 y 18 de julio, encuentro impulsado ya durante la presidencia española y que no tenía lugar desde 2015.

El presidente de Brasil quiere que se sepa que su país ha entrado en una nueva fase, de ahí que despliegue ahora una intensa agenda internacional, porque está convencido de que la política ha de hacerse de manera "presencial", mirando a los "ojos" a sus interlocutores, abrazándoles, porque la relación de los seres humanos, dijo, es fundamentalmente química. Insistió en que su prioridad es la lucha contra la pobreza y el hambre en su país, un crecimiento inclusivo, una mayor inversión en educación —algo capital, agregó, y lo sabe bien alguien como él, que no tuvo formación universitaria—, la lucha contra la emergencia climática. Prioridades que comparte con el Gobierno español.