Rebeca Torró. Es ella. Es la mujer a la que Pedro Sánchez ha elegido como secretaria de Organización del PSOE, como la sustituta de Santos Cerdán, como la nueva número tres. Secretaria de Estado de Industria desde diciembre de 2023, exconsellera valenciana, Torró, de 44 años, con un perfil técnico, considerada como buena comunicadora y buena gestora, es la dirigente que tendrá que conducir a partir de ahora un partido hundido anímicamente, atenazado por la investigación judicial por presunta corrupción. Pero ella no estará sola. Tendrá a su lado a tres adjuntos: a otra mujer, a la almeriense Anabel Mateos, que ejercerá de mano derecha, y a dos hombres, a un veterano como el sevillano Paco Salazar, y al madrileño Borja Cabezón, uno encargado de Análisis Electoral y otro de Transparencia y Acción Democrática. Estos cambios, comunicados oficialmente por Ferraz a las 8.22 de este viernes, y otros aún por anunciar, deberán ser aprobados por la ejecutiva del PSOE y validados por su máximo órgano de poder, el comité federal, mañana, sábado 5 de julio.

El secretario general elige por primera vez desde su llegada a Ferraz a una mujer al frente del aparato, después del riojano César Luena (2014-2016), el valenciano José Luis Ábalos (2017-2021) y el navarro Santos Cerdán (2021-2025) —estos dos últimos investigados por corrupción y Cerdán, además, en prisión provisional desde el pasado lunes—.

Torró es la tercera mujer en la historia del PSOE que ocupa Organización, tras Carmen García Bloise (1979-1984) y Leire Pajín (2008-2010), y la primera que elige Sánchez para el cargo, tras Luena, Ábalos y Cerdán

Es lo que le pedía el partido, que aupara a una mujer, para lanzar un mensaje de ruptura radical con el pasado, capaz de abrir una etapa muy distinta, y muy difícil, y de recuperar la imagen y la credibilidad del PSOE, manchado no solo por el caso Koldo / Ábalos / Cerdán, sino por las bochornosas conversaciones del exministro de Transportes y de su asesor hablando de citas con prostitutas, unas grabaciones que han indignado en la formación y que han supuesto un desgaste equiparable al de los presuntos amaños a cambio de adjudicación de obra pública. Rebeca Torró (Ontinyent, Valencia, 1981), licenciada en Derecho por la Universitat de València y máster MBA por la EAE Business School y abogada colegiada, será la tercera mujer en la historia del PSOE que se haga cargo de Organización, tras Carmen García Bloise (1979-1984), y Leire Pajín (2008-2010), con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, respectivamente, como jefes de filas.

Cerdán contaba con un adjunto, Juanfran Serrano, y dos colaboradores inseparables, Javier Alfonso Cendón y Manuel Arribas, que no formaban parte oficialmente del aparato —el abulense Arribas, de hecho, ni siquiera era miembro de la cúpula federal—. Ahora, Torró, que se incorpora a la dirección federal, contará con tres adjuntos, por lo que el poder en Organización, el corazón del PSOE, estará repartido entre cuatro personas. La secretaria de Coordinación Territorial, la que estará en contacto con los territorios y será por tanto su mano derecha, es la almeriense Anabel Mateos, que en el último congreso, el que se cerró en Sevilla en diciembre de 2024, fue nombrada secretaria de Municipios del Litoral. Mateos es pareja de Antonio Hernando, secretario de Estado del ministro Óscar López y uno de los dirigentes más próximos al jefe del Ejecutivo desde que los tres trabajaban a las órdenes de Pepe Blanco en Ferraz.

Paco Salazar (Montellano, Sevilla, 1968), secretario general de Coordinación Institucional en el Gabinete del presidente en la Moncloa, también era ya miembro de la cúpula como responsable de Acción Electoral y Análisis, su especialidad de siempre, y ahora gana galones al combinar esa pata con la segunda adjuntía de Organización. Era uno de los nombres que circuló desde el principio para relevar a Cerdán, por la plena confianza que tiene en él Sánchez. Es un fontanero muy avezado, que conoce muy bien el PSOE y muy apreciado internamente, que también tenía buena relación con Torró, según indican distintas fuentes del PSPV. El madrileño Borja Cabezón (Madrid, 1980) saltó a la ejecutiva en el cónclave de Sevilla como titular de Acción Democrática y Transparencia, cartera que mantiene con la tercera plaza en Organización. Cabezón es ahijado político del expresidente Felipe González y ha formado parte del equipo que Sánchez designó tras la caída de Cerdán, y hasta el comité federal de mañana sábado, junto con Cristina Narbona, Ana Fuentes y Montse Mínguez, designada como nueva portavoz del partido.

El líder acoge la propuesta de dar vida a una estructura más horizontal y coral, con más contrapesos internos. Organización pasa a ser dirigida por cuatro personas. Sánchez también lanza un mensaje de apoyo al PSPV en su lucha contra Mazón

Con este reparto de poder, se cumple lo que ya avanzaba este diario ayer, que Sánchez tenía sobre la mesa la idea de diseñar un equipo más "coral" en la sala de máquinas de Ferraz. Es lo que ha sucedido. Cuatro personas en el aparato. Un poder desconcentrado pero, a la vez, preservando la figura irreemplazable del titular de Organización, que será la valenciana Torró.

Y ese es otro mensaje. Potente. El presidente confía en una dirigente de una federación muy relevante, el PSPV, la segunda en número de militantes tras Andalucía, la que desde 2024 dirige la ministra de Ciencia, Diana Morant. De hecho, Torró era actualmente una de las integrantes de la ejecutiva del PSPV, como responsable del Área Económica, Industria y Sectores Productivos. Uno de los objetivos de Sánchez es recuperar la Generalitat Valenciana, la joya de la corona que perdieron los socialistas en la debacle de 2023 y que hasta el estallido del caso Cerdán al menos tenían más fácil reconquistar por el hundimiento del president, Carlos Mazón, por la gestión de la dana. Del PSPV también procede otra mujer en alza, Pilar Bernabé, secretaria de Igualdad de la cúpula desde el pasado diciembre y delegada del Gobierno en la Comunitat, otra de las dirigentes en las quinielas de esta semana. Pero Sánchez, como acostumbra, ha vuelto a sorprender. Morant, aseguran en su entorno, fue crucial para su fichaje.

Paco Salazar (d) y Anabel Mateos (2d), nuevos adjuntos en Organización, con Juanfran Serrano (2i), mano derecha de Santos Cerdán, y Javier Ayala (i), secretario de Ciudades y Áreas Metropolitanas, en la reunión de la ejecutiva del PSOE del pasado 26 de mayo de 2025, en Ferraz. | FLICKR PSOE / EVA ERCOLANESE

Aunque siempre ha estado vinculada al partido —militó en Juventudes—, Torró no atesora carrera orgánica, pero sí institucional, y ha ejercido cargos en todas las administraciones: la municipal, la provincial, la autonómica y la estatal. Trabajó primero como técnica administrativa en la Fundación Universitaria Vall d'Albaida en la extensión universitaria de Ontinyent de la Universitat de València (2005-2007) y después en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (2006-2007), para pasar a ser asesora jurídica del Grupo Socialista en la Diputación valenciana (2007-2011) mientras era concejal en la oposición en Ontinyent (36.300 habitantes). A partir de ahí, fue escalando poco a poco. Primero se convirtió en teniente de alcalde de Ontinyent (2011-2019), de la mano del entonces regidor, Jorge Rodríguez, quien abandonó el PSPV en 2019 por el caso Alquería, del que fue absuelto, para acabar montando él su propio partido, Ens Uneix. Ella mantuvo el carné socialista.

Torró atesora una carrera más institucional que orgánica. Licenciada en Derecho, comenzó siendo edil en su Ontinyent natal y luego fue reclutada por Ximo Puig para su Gobierno, hasta llegar a ser 'consellera'. Tiene un perfil más técnico e institucional, y es considerada buena comunicadora y gestora. Una trayectoria, por tanto, muy distinta a la de Cerdán

Torró fue reclutada después por el president Ximo Puig como directora general de Vivienda (2016-2018). Pasó luego a ser vicepresidenta segunda de la Diputación valenciana (2018-2019) y, tras las elecciones autonómicas de 2019, Puig la nombró secretaria autonómica de Economía Sostenible (2019-2022) y finalmente consellera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad Sostenible (2022-2023), en sustitución de Arcadi España, hoy secretario de Estado de Política Territorial y también miembro de la dirección de Sánchez. Ella fue una de las piezas claves en la negociación con Volkswagen para que llevara su gigafactoría a la Comunitat Valenciana, a Sagunto, como confirman desde el entorno de expresident.

Tras la salida de Puig de la Generalitat, Torró fue portavoz del Grupo Socialista en Les Corts (junio a diciembre de 2023), cargo desde el que la reclutó el ministro Jordi Hereu como su número dos, como secretaria de Estado de Industria. Sus compañeros le reconocen sus dotes para la comunicación y la gestión. Es decir, que se trata de un perfil completamente distinto, mucho más cualificado, al de Cerdán, que era técnico de mantenimiento e industrial antes de su aterrizaje en la política navarra y que siempre trabajó en la sombra, rehuyendo a los medios. Sánchez lanza así otra señal clarísima. Inequívoca. Mujer joven, con trayectoria institucional, gestora y buena comunicadora. Otra mensaje más dentro de la reconfiguración de su equipo y con el que pretende recuperar la credibilidad perdida tras el tsunami Cerdán. En su contra, que es una dirigente poco conocida en el conjunto del país y con menos oficio orgánico. Pero el presidente ha preferido premiar a una responsable con fama de trabajadora, con cualificación profesional y conocimiento de las administraciones y con capacidad de oratoria. Un rostro opuesto al de su antecesor.