"La verdad es que nos ha venido Dios a ver". En el Gobierno no acaban de dar crédito a lo sucedido en las dos últimas semanas. Cuando aún la polémica por las pulseras antimaltrato no se había apagado y continuaba estrechando el cerco sobre la ministra de Igualdad, Ana Redondo, se encendía para los socialistas una luz al fondo. Dos. Cada vez con más potencia. Hasta saltar a la esfera nacional y ocupar el espacio político. El aborto en Madrid. Los cribados del cáncer en Andalucía. Dos cuestiones de enorme alcance, muy controvertidas, de naturaleza diferente pero que giraban y giran en torno al PP y a dos de sus barones, Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno, y que tienen como protagonistas a las mujeres. Ellas no solo son la mitad de la población, sino un electorado muy poderoso, decisivo en las generales de 2023, y el que tradicionalmente ha simpatizado más con el PSOE. La rendija para "afianzar y ganar el voto femenino" se había abierto delante de la Moncloa, y la Moncloa decidió aprovecharla.

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Pedro Sánchez acabó el curso político a la defensiva, en un shock absoluto, como su partido, tras el informe de la Guardia Civil que llevó a prisión provisional —donde continúa— a su entonces secretario de Organización, Santos Cerdán, y que desnudó el machismo rampante del exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García, al destapar unas conversaciones vomitivas entre ambos en las que hablaban de mujeres prostituidas como si fueran pura mercancía. Una suma, corrupción y prostitución, que asqueó a los socialistas y que les hacía perder parte de su nicho más sagrado. Lo revelaron las encuestas. La intención de voto a los socialistas de las mujeres se precipitó del 26,2% de junio al 19,4% de julio, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS); del 25% al 21,1%, según la encuestadora 40dB para El País y la SER.

Sánchez decidió arrancar al curso combatiendo a la derecha con un debate "más ideológico y de fondo", en defensa del Estado del bienestar: "Se trata de hablar de gestión, es de lo que queremos hablar, donde ganamos. Es contrastar con el PP"

El presidente decidió pasar a la ofensiva a la vuelta del verano. Combatir a la derecha a partir de un debate "más ideológico y de fondo", en defensa del Estado del bienestar. "Es de lo que queremos hablar, donde ganamos. Se trata de hablar de gestión, contrastar la del Gobierno con la de las comunidades autónomas donde el PP gobierna, para pasar al ataque para defender esos derechos en todo el país. Lo que ocurre es que es muy difícil separar esa mala gestión de la propia Ayuso, porque es una dirigente muy visible y aprieta mucho, y llega muy lejos en esa destrucción del Estado del bienestar. Además, ella carga a diario contra nosotros", explican fuentes de la Moncloa.

La estrategia comenzó a desplegarse a primeros del mes pasado, cuando de manera evidente Sánchez desdeñó a Alberto Núñez Feijóo en la reunión con sus parlamentarios en el Congreso, una línea de actuación en la que ha profundizado en las siguientes semanas. "El líder del PP va a ser la víctima de la pinza entre Ayuso y el propio presidente del Gobierno. Por nuestra parte, atacamos al que gobierna, no al jefe de la oposición, al que simplemente damos ánimos", ironizan desde el Ejecutivo, evocando el "ánimo, Alberto" con el que Sánchez pretendió herir a Feijóo el pasado miércoles en la sesión de control en la Cámara baja, después de que este anunciara que lo llamará a comparecer en la comisión Koldo del Senado este mismo mes.

La planificación trazada por los socialistas encontró buena mar. Primero, por la proposición de Vox que el Grupo Popular apoyó en el Ayuntamiento de Madrid por la que aceptaba que los servicios municipales tuvieran que informar obligatoriamente a las mujeres de un síndrome posaborto que ninguna evidencia científica respalda. Un peligroso barco del que el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, tuvo que apearse a la vista de las complicaciones que traía para su partido.

Pero el Gobierno explotó enseguida el gol en propia puerta de los populares. Primero planteó una reforma constitucional para blindar el derecho de las mujeres a interrumpir voluntariamente su embarazo —un cambio que no prosperará, por el rechazo del PP— y una modificación del reglamento que desarrolla reglamentariamente la ley del aborto para impedir que se proporcione información sin respaldo científico. Luego, Sánchez requirió por carta a los presidentes de cuatro comunidades (Aragón, Baleares, Asturias y Madrid) que crearan un registro de personas objetoras al aborto, como mandata la modificación legal introducida en 2023 y como todas las CCAA acordaron en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) en diciembre de 2024, en una resolución de obligado cumplimiento para todas. Los presidentes Jorge Azcón (Aragón), Marga Prohens (Baleares) y Adrián Barbón (Asturias, el único socialista de los cuatro) aceptaron avenirse al requerimiento. Madrid no.

Váyanse a otro lado a abortar!", espetó Ayuso este jueves a la oposición en la Asamblea de Madrid, tras confirmar que no hará "listas negras" de sanitarios, y eso que la Comunidad sí dispone de un registro de objetores a la eutanasia, conforme a la ley. "No se va a señalar a nadie por abortar, pero tampoco por dejar de hacerlo. Y no se va a señalar a ningún médico por practicar un aborto o por no querer practicarlo". La presidenta madrileña acababa de resucitar una polémica incómoda para su partido, dando ocasión al Gobierno para inyectar más combustible. "Esta era la libertad que prometía Ayuso. Volver a los viajes clandestinos a Londres. Al clasismo y al señalamiento. Volver 50 años atrás. No lo vamos a permitir", escribió Sánchez en X. El presidente añadió que su Ejecutivo "usará todos los instrumentos legales a su alcance para garantizar que los derechos y la dignidad de las mujeres se respetan, también en Madrid". "Si hace falta, llegaremos hasta la Constitución y el Constitucional", avisó.

¡Váyanse a otro lado a abortar!", espeta Ayuso a la oposición. "No lo vamos a permitir", responde Sánchez, advirtiendo de que el Gobierno usará "todos los instrumentos legales a su alcance" para garantizar el derecho de las mujeres

Lo que estaba anticipando Sánchez es una gran batalla legal contra Ayuso, en caso de que ella no ceda. En la Moncloa ya apuntan qué dos caminos podrían explorarse. Uno, la vía del recurso contencioso-administrativo, porque la creación del registro de objetores de conciencia al aborto se acordó por consenso en el CISNS en diciembre de 2024, y ese protocolo lo han de cumplir todas las autonomías. Dos, un conflicto negativo de competencia ante el Tribunal Constitucional, por la que el Ejecutivo le insta a que obligue a Madrid a ejercer sus atribuciones, pero esta alternativa, avanzan en el equipo de Sánchez, es "más lenta y más largo plazo".

El posicionamiento tan rotundo de Ayuso, parejo al de Vox —decía el jueves la portavoz socialista, Montse Mínguez—, forzó a Feijóo a salir al paso. Lo hizo a través de una carta abierta en redes sociales. "Mi posición es clara y conocida. Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes", escribió. La Moncloa entendió ese comunicado como una enmienda a la presidenta madrileña. "Isabel, Alberto tiene una carta para ti", ironizó Sánchez en X.

Montero subraya que el PP "siempre tiene un problema en relación con los derechos de las mujeres" y carga contra Feijóo por su falta de "liderazgo"interno, por no enfrentarse a Ayuso

La polémica siguió coleando este viernes. La utilizó la vicepresidenta primera del Gobierno y líder de los socialistas andaluces, María Jesús Montero, desde San Fernando (Cádiz): es "lamentable", dijo, que la presidenta de la comunidad que quiso erigirse en "la bandera de la libertad" en pandemia, apelando a la "libertad de tomarse una caña", diga ahora que quien quiera abortar debe "irse" de Madrid. Es el PP el que "siempre tiene un problema en relación con los derechos de las mujeres", aseguró, pero el Gobierno de España va a blindarlos a través de la Constitución porque "no pueden ser objeto de intercambio, de trueque" con Vox. Pero el Ejecutivo no dispone, ni sumando a todos sus socios, de una mayoría de tres quintos en Congreso y Senado para reformar la Carta Magna: necesita al PP, que se opone a ese blindaje del derecho al aborto. Montero también cargó contra Feijóo por su falta de "liderazgo" interno: "Le da miedo siempre plantear una posición dentro de su partido, mucho más cuando tiene a la señora Ayuso con un criterio distinto".

La Moncloa no ha seguido una estrategia lineal de combate a Ayuso. Primero probó el choque —fue en pandemia, cuando se desplegó la desescalada del confinamiento—, luego buscó aplacar los ánimos con una tregua —la famosa foto de Sánchez y Ayuso en Sol con multitud de banderas de España y de Madrid de fondo que con el tiempo fue leída internamente como un error del entonces jefe de Gabinete del presidente, Iván Redondo—, después en la campaña de las madrileñas de 2021 optó por ignorarla. Ahora sí que el Ejecutivo entra al cuerpo a cuerpo de manera decidida, pero sobre todo en el terreno de la gestión, porque entiende que es en lo que más flaquea la presidenta y de lo que menos le gusta hablar, porque ella se refugia en su papel como líder del antisanchismo. De ahí que la línea de ataque sea el manejo de los servicios públicos: la sanidad, la educación —el martes el Consejo de Ministros aprobó un real decreto para acabar con los "chiringuitos" universitarios que la Comunidad ya ha anunciado que recurrirá—... y ahora el aborto.

Tampoco ha amainado la tormenta para la Junta de Andalucía, muy severa e inconveniente para los populares a escasos meses de las próximas elecciones autonómicas en las que arriesgan la mayoría absoluta conquistada en 2022. El presidente autonómico, Juanma Moreno, sigue todavía bajo la tempestad aun después de que el miércoles forzara la dimisión de la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández. Las protestas ciudadanas por los fallos detectados en la información del cribado del cáncer de mama continúan, y no cesa las peticiones de dimisión del propio Moreno. Siguen aflorando casos de mujeres que no recibieron información de sus pruebas diagnósticas a tiempo, una demora que para muchas de ellas tuvo consecuencias por la detección más tardía del tumor.

Los socialistas niegan, frente a la Junta, que se trate de un fallo informático o de un problema ceñido a un hospital, se trata del "colapso estructural" de la sanidad pública andaluza por falta de recursos

La Junta, no obstante, defiende que no tiene constancia de que ninguna persona que tuviera un diagnóstico no concluyente hubiera fallecido por los retrasos en la realización de la siguiente prueba, y sigue ciñendo el problema al hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Moreno anunció un plan de choque de 12 millones de euros y 119 nuevos profesionales, una respuesta que a la oposición le parece insuficiente. Por ahora, son 2.000 las mujeres afectadas por los fallos, según los números del propio Gobierno autonómico, cifra que los socialistas creen que se queda muy corta. "Lo del cáncer de mama es solo la punta del iceberg", apuntan en el PSOE-A, que no ha dejado de denunciar que el problema radica no en un error informático, sino en un "desmoronamiento estructural" de la sanidad pública andaluza.

Lo reiteró la vicepresidenta Montero este viernes, advirtiendo de que "ya habrá tiempo" de pedir la dimisión de Montero "cuando se convoquen las elecciones", previstas para junio de 2026. "Lo que exijo es una respuesta ya, rápida, ágil, respecto a lo que ha ocurrido y qué es lo que vamos a hacer para intentar que en el futuro no se provoque este problema sabiendo que hay que hacer una revisión global del sistema sanitario. Esto no va de un error informático, esto va justamente de que el sistema ha colapsado y este es el síntoma de que el sistema ha colapsado", sostuvo la ministra de Hacienda, quien acusó al jefe de la Junta de "mentir", al intentar hacer ver que la crisis de los cribados "era algo muy pequeño".

El PSOE sufrió castigo en su voto femenino en julio por las conversaciones machistas de Ábalos y Koldo, pero luego se ha ido recuperando: pasó del 19,4% de entonces al 25,9% de septiembre

Ayuso y el escándalo andaluz han nutrido de argumentos a los socialistas para tirar del estratégico voto femenino. Sobre todo después de meses de zozobra por el impacto de las conversaciones de Ábalos con Koldo y los fallos en las pulseras antimaltrato. La confianza de las mujeres en el PSOE, no obstante, ya se había empezado a recobrar, de nuevo según los estudios demoscópicos. El barómetro del CIS apuntaba que la intención de voto al PSOE de las mujeres crecía desde el 19,4% de julio hasta el 25,9% de septiembre. Este próximo lunes se publica el estudio de octubre de 2025. Misma evolución ascendente según 40dB: 21,1% en julio, 21,5% en septiembre y 25% en octubre. En las generales de julio de 2023, el voto femenino fue capital para que Sánchez retuviera el Gobierno: el 30,8% de las mujeres apostó por el PSOE, por el 23,2% que prefirió a Feijóo. El 56,1% de los que introdujeron en la urna la papeleta del puño y la rosa eran mujeres; el 43,9%, hombres. El PSOE es un partido eminentemente femenino.

"El PP creyó que la manera de acabar con nosotros era quitarnos voto femenino y fueron a por nosotros —señalan en el círculo del presidente—. El flanco que encontraron abierto era el de la prostitución. Y ahora se les suman los cribados del cáncer de mama en Andalucía y una Ayuso a la que no pueden decirle que no a nada, pero que han tenido que salir a corregirle. Porque el tema del aborto abre en canal al PP. Nosotros estamos comiendo palomitas".

El PP creyó que la manera de acabar con nosotros era quitarnos voto femenino. Pero ahora tienen los cribados y Ayuso", que ha abierto "en canal" al PP por el aborto. "Estamos comiendo palomitas", aseguran en la Moncloa

En el Ejecutivo insisten en que para los socialistas "siempre" ha sido capital el voto femenino, y por eso intentaron atajar desde el principio esa vía de agua. "Pero en puridad la estrategia de ahora no es nuestra, ya que han sido ellos los que se han enredado con los dos temas. Lo que sí es nuestro es el intento de aprovechar esos dos asuntos serios en los que el PP se ha equivocado".

Lo que busca Sánchez ahora es "afianzar" el voto femenino recuperado en las últimas semanas y "ganar" más apoyos entre mujeres del espectro más conservador que se han sentido conmovidas tanto por la polémica de la interrupción voluntaria del embarazo como por los fallos en la detección del cáncer de mama. "El PP no es tonto, se ha dado cuenta de que está en un lío muy gordo con la mitad de la población —reflexionan en la Moncloa—. Por el aborto y porque la cuestión de los cribados no solo hace daño a Moreno, sino que impacta en toda España y contribuye a la imagen de mala gestión, y eso es terrible para un PP que ha construido su imagen de que sus gobiernos son buenos gestores. Pero llegaron la dana, los incendios... y ahora esto. Oyes testimonios de mujeres afectadas, las protestas en las calles. A esa gente que la consejera haya caído les da igual, lo que quieren es que se arregle la sanidad pública y se ha visto que la Junta ha precarizado el sistema. Juanma se va a encontrar con muchas más mujeres afectadas, y mujeres fallecidas porque no se les avisó a tiempo. Este asunto no va a apagarse de aquí a las elecciones andaluzas, igual que no se ha apagado la dana casi un año después".

Para el Ejecutivo, "no hay color" entre estos dos temas y el problema de las pulseras , que ha mantenido contra las cuerdas a Ana Redondo: "En Andalucía son miles de mujeres las afectadas". "Aquí no se habla de las pulseras, se habla de mujeres con metástasis", dicen en el PSOE-A

Para la dirección socialista, las dos controversias que llueven sobre los populares, en Madrid y Andalucía, no son comparables con el escándalo que provocaron las incidencias en las pulseras antimaltrato, por el que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, no ha dimitido. "No hay color", defiende un alto cargo del Ejecutivo, "para empezar, porque no se ha podido demostrar ni un solo caso, ni un ejemplo en ningún tribunal. Y se ha reiterado que ninguna mujer que estuviera en posesión del dispositivo ha muerto. Superado el desgarro por los fallos en las pulseras, las afectadas son conscientes de que funcionan. En Andalucía hablamos de un problema que afecta a miles de mujeres".

En Ferraz y en las federaciones madrileña y andaluza se concluye que lo ocurrido en estas semanas servirá para redirigir el voto femenino hacia ellos. "¿Sabes qué pasa? Que el PSOE no tiene que impostar nada en igualdad. Y aunque el PP intenta entrar como elefante en cacharrería, al final vuelve a sus orígenes, que siempre han sido los mismos", subraya un alto mando de la dirección de Sánchez en el partido. Y continúa: "El PP ha dado mucha estopa al tema de las pulseras, muy cogido con pinzas. Y con tanta sobreactuación, el rebote les ha venido más fuerte, porque lo de Andalucía es tremendo. Y lo del aborto, pues lo de siempre y sin careta. Nosotros no tenemos que hacer inventos ni artificios para acercarnos a las mujeres. Lo estamos desde siempre".

Para una dirigente de peso del PSOE madrileño, Ayuso "se está abriendo muchos frentes muy jodidos y que le pueden pasar factura". No solo el aborto, recuerda, sino también sus posiciones más próximas a Vox en inmigración o su defensa del Gobierno israelí, que no ha sido secundada por Feijóo. "Ella se ha creído por encima del bien y del mal", continúa esta responsable, "y creo que está moviéndose en discursos que en Madrid no calan". "Seguro que el tema de las pulseras nos ha podido penalizar, pero revivir debates superados socialmente y asumidos como el aborto siempre le sale mal a la derecha. Tan claro lo tienen que cuando gobiernan nunca tocan esas leyes... Pero claro, Ayuso está en otra liga", remacha esta misma fuente.

Para una dirigente madrileña, Ayuso "se está abriendo muchos frentes muy jodidos y que le pueden pasar factura". No solo el aborto, recuerda, también sus posiciones más próximas a Vox en inmigración o su defensa del Gobierno israelí: "Ella se ha creído por encima del bien y del mal"

En el PSOE andaluz aprecian a Moreno y a su partido "muy nerviosos", conscientes de la erosión de una bola de nieve que podría continuar rodando cerca de las elecciones. "El tema es tan gordo y la respuesta de Moreno Bonilla tan indecente y tan llena de mentiras, y la sanidad pública está tan destrozada que veremos a ver si no se lo lleva por delante —pronostica una dirigente del PSOE-A en primera línea de batalla por los cribados de cáncer—. Ellos están más preocupados en salvar a Juanma que en salvar vidas, y eso las mujeres lo ven. Por eso en las manifestaciones de estos días no gritaban '¡Consejera, dimisión!', sino '¡Moreno Bonilla, dimisión!'. Lo de la consejera no va a frenar nada, como tampoco servirá intentar encapsularlo en un solo hospital porque la gente sabe que es mentira. Y porque esto se remonta a 2021 como mínimo y la consejera última [Rocío Hernández] llevaba un año del cargo. Aquí no habla nadie de las pulseras antimaltrato. Aquí se habla de mujeres con metástasis, que van a perder o que han perdido ya un pecho o que han muerto. Y sobre todo se habla de la angustia de muchas mujeres que se han hecho mamografías y no saben si tienen cáncer".

La federación andaluza, que durante años ha caminado desnortada, sin saber cómo dirigir su oposición frente a un Moreno que se había ido reforzando y que había explotado su marca propia, cree haber dado con la tecla. El deterioro de la sanidad pública. Por eso estiman que el PP andaluz no ha dejado de cometer "un error tras otro", como cuando minimizaron la crisis, cuando acusaron a la oposición de "manipulación", cuando Moreno aseguró que no se había llamado a las mujeres para no crearles ansiedad, cuando se apoyó en el protocolo de detección del cáncer de mama de 2011 —Montero era la consejera de Salud—.

La sanidad se lleva gobiernos sólidos por delante... que se lo digan a Susana Díaz", recuerda una responsable del PSOE andaluz. Se trata de "recordar a la gente que nuestro modelo sanitario podía ser mejorable, pero era igual para todo el mundo, universal, público y gratuito", alega otra

"En ningún momento se dice que no te informen cuando tienes un cáncer para no generarte ansiedad. Es que es absurdo. No hay ley ni protocolo que diga que tienes que ocultar a un paciente su enfermedad. Al contrario. Saberlo es un derecho del paciente", recalca una dirigente del PSOE-A, que advierte de que el problema se puede agrandar para Moreno si se detectan fallos similares en los otros dos cribados de cáncer, el de colon y el de cérvix. Porque insisten en que lo que han faltado todos estos años son recursos. "En política todo puede cambiar de una semana para otra. Y lo del cáncer de mama es solo la punta del iceberg. Y sí, la sanidad se lleva gobiernos sólidos por delante... que se lo digan a Susana Díaz", señala esta misma responsable, apuntando a una de las causas que contribuyeron a la caída de la expresidenta de la Junta en las autonómicas de diciembre de 2018, las que sacaron al PSOE del Gobierno andaluz después de 37 años en el poder y abrieron las puertas al PP. La misma sensación comparte la Moncloa: este vendaval puede amenazar el reinado de Moreno: "Igual que en Valencia o en Madrid hay una solidez del voto al PP, en Andalucía la base electoral es progresista. Creemos que aquí hemos dado con la tecla para desgastar al presidente de la Junta".

Una veterana feminista andaluza concede que aunque la crisis de las pulseras ha podido "lesionar" al partido, la cuestión del aborto ha permitido ver a mujeres "que se pudieron sentir mal con ese error y sobre todo con la gestión del mismo que cuando se trata de derechos y libertades, especialmente de las mujeres, el PSOE no les falla nunca". "Pero lo del cáncer de mama es algo muy distinto", explica esta misma responsable, con mucha autoridad interna en el PSOE-A, "es cierto que la Junta lo ha gestionado mal, pero lo grave, lo gravísimo, es que no es una cuestión puntual y coyuntural. Lo grave es que el sistema público de salud está desmantelado, totalmente quebrado. Y claro, intentan justificar los retrasos y te está escuchando gente que lleva años en lista de espera para una operación, gente a la que se le caducan las pruebas médicas, a la que no han llamado para la operación, o que va de nuevo al médico meses después porque ha empeorado y no tenía los resultados de las pruebas de meses antes y descubre que tiene un cáncer. Esto no es cuestión de ir a saco políticamente con el sufrimiento de muchas familias, pero sí de recordarle a la gente que nuestro modelo sanitario podía ser mejorable, pero era igual para todo el mundo, universal, público y gratuito".

—Es que en ningún momento hemos hecho un análisis electoral de cuántos votos nos reporta esto —apunta un alto cargo de la ejecutiva de Montero en el PSOE-A—. Llevamos unas semanas terribles escuchando testimonios desgarradores y estamos psicológicamente afectadas. Obviamente a Moreno se le cae la careta. Nunca antes tuvo tanta contestación social. Es evidente que él es el responsable del problema y la gente lo tiene clarísimo. El problema no es la consejera, es él. Vender la sanidad a trozos, como lleva haciendo tantos años, tiene consecuencias terribles.

A ver si el partido afina más en cómo hacerse con ese espacio y lanza mensajes. Las mujeres cabreadas se pueden quedar en casa y no votar. No es que hayamos mejorado con el tema del aborto o los cribados: hemos salido al trapo de los errores del PP", señala una referente del feminismo socialista

Otras referentes feministas, no obstante, piden prudencia. Advierten de que no es tan fácil recuperar el voto femenino. "Para ser más de la mitad de la población, nuestros temas se cuidan poco. A ver si el partido afina más en cómo hacerse con ese espacio y lanza mensajes. Las mujeres cabreadas se pueden quedar en casa y no votar. No es que hayamos mejorado con el tema del aborto o el cáncer de mama: hemos salido al trapo de los errores del PP, pero las mujeres afinan más, saben que eso es política y que todas las tonterías friquis de Ana Redondo ahí están", asevera esta voz de mucho peso e influencia dentro del feminismo socialista, que pide actuar, por ejemplo, en un terreno muy sensible, como la abolición de la prostitución. La titular de Igualdad prometió sacar adelante para este otoño el anteproyecto, pero aún nada se sabe, también porque será complicado convencer a Sumar para que acepte que la norma salga del Consejo de Ministros. Para otra conocida dirigente feminista, "hay que esperar un poco" hasta ver el efecto de las últimas controversias, porque los resultados "no son tan automáticos" y "el electorado no puede medirse a golpe de polémica" dado que los comicios "están muy lejos". "Hay que ver tendencias, eso sí, aunque es obvio que esto en Andalucía a quien daña es a Juanma", añade.

El nuevo curso político va sumando semanas. Y el Gobierno, por el aborto y el cáncer de mama, y también por su doble victoria parlamentaria del pasado miércoles, cree que va ganando la partida. "Lo único que tiene el PP", concluyen en la Moncloa, "es llevar al presidente al Senado en este mes, a la comisión Koldo. Pues ni tan mal".

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