El PSOE sintió otra vez ese agujero en sus entrañas. Se removió. Volvió a mirar indignado, con rabia, a quien había sido su jefe orgánico en los últimos cuatro años, Santos Cerdán. Por la corrupción "chusca", "cutre" que afloraba en el nuevo informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sobre él, incorporado a la causa que investiga el Tribunal Supremo. Y muchos dirigentes, en el partido, pero también en el Gobierno de Pedro Sánchez, empezaron a pensar en el desgaste. En el coste electoral. Porque "la corrupción hace daño siempre" y justo en un mes se abrirán unas urnas, las de Extremadura, que iniciarán un nuevo ciclo que continuará, como poco, en marzo en Castilla y León y en junio en Extremadura. Muchos responsables coinciden en que buena parte del impacto ya se ha absorbido, que se ha "amortizado", que la convulsión no es comparable a la que sufrieron los socialistas el pasado junio, cuando los agentes plasmaron negro sobre blanco sus indicios de que Cerdán era el presunto cerebro de una trama criminal y no ese hombre austero, de formas adustas, en el que todos confiaban hasta entonces. Pero el nuevo documento policial, advierten, sí sirve de "dosis de recuerdo" y puede acabar alimentando la antipolítica. A Vox.

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En el Congreso se podían percibir este miércoles los rostros de circunspección, la inquietud. Otra vez. Las miradas huidizas, las pocas ganas de algunos de detenerse para hablar con los periodistas. El caso Cerdán volvía con estrépito, copando la actualidad informativa de todos los medios, llenando las tertulias. Y por la noche, él, el secretario de Organización caído el pasado 12 de junio, acaparaba de nuevo todos los focos a las 19.18, cuando salía de la prisión madrileña de Soto del Real, tras estar encerrado 142 días. Denunció "mentiras", "manipulaciones" en los dos informes de la UCO sobre él, manifestó su confianza en que se haga "justicia", prometió hablar con los medios en los próximos días. La pesadilla para los socialistas retornaba. Si es que alguna vez se fue.

Las 227 páginas del nuevo documento policial apuntalaron los indicios que ya se tenían sobre Cerdán. Los agentes le describen como el "enlace" entre la constructora Acciona y el Ministerio de Transportes que dirigía José Luis Ábalos, profundizan en la relación entre el dirigente navarro y Servinabar, la mercantil de la que poseía el 45% y que recibía más del 75% de sus ingresos de la compañía de José Manuel Entrecanales. Exponen los investigadores cómo, en las adjudicaciones bajo sospecha —en Logroño, Sevilla y Sant Feliu de Llobregat (Barcelona)—, se observaba una "operativa común": Acciona y Servinabar firmaban un memorándum de entendimiento que servía para que la segunda empresa, que controlaba Cerdán a través de su íntimo amigo, Antxon Alonso, cobrara una mordida del 2% neto del importe de la adjudicación.

El dosier incluye fotos de los encuentros del exresponsable socialista con miembros de la trama y recoge los gastos personales que Cerdán endosaba a una tarjeta de crédito de Servinabar, que además le pagaba el alquiler de dos casas en Madrid (y hasta los muebles) y que tenía contratados a su hermana y su cuñada y, a través de una cooperativa de la trama, a su mujer, Paqui Muñoz. Una referencia a ella es, quizá, la que mejor condensa para muchos este informe: "La Paqui. Que la conocen todas las vendedoras de El Corte Inglés. Gastar y gastar. Y restaurantes fin de semana sí y otro también".

"Es que es todo muy cutre. El exministro [Cristóbal] Montoro se pudo llevar millones. Pero aquí tienes a unos tipos que quemaban El Corte Inglés con la tarjeta, que es lo más chusco del mundo. Esto está digerido mentalmente, pero es de gente cutre", afirma un veterano diputado socialista. "Los titulares son devastadores. Yo creo que con Santos estamos ante un corrupto y un psicópata", señala un secretario de Organización autonómico. Más rabia expresa un barón regional: "El patio está revuelto y yo estoy muy cabreado. Para mí [Cerdán, Ábalos y su exasesor, Koldo García] siguen siendo presuntos delincuentes, pero ya no son presuntos sinvergüenzas. Se han aprovechado del partido y su posición en él y nos están haciendo un daño irreparable".

"Daño". Erosión. Es una de las palabras que circulaban este miércoles en las conversaciones con los socialistas. La que no escondían en el propio Ejecutivo, conscientes, como todos, de que España se dirige ya a sus primeras elecciones del ciclo, las de Extremadura el 21 de diciembre. "La corrupción siempre hace daño. Eso es verdad y tiene que ser así. En la lucha contra la corrupción, ninguna actuación es del todo suficiente. Esto es grave, es gordo, te duele. A los ciudadanos les repugna", manifiestan desde el entorno directo del presidente, Pedro Sánchez. En la cúspide del Gobierno (y por tanto del partido) asumen, por tanto, que el caso Cerdán no sale gratis, que ha herido mucho a los socialistas, aunque sí respiran con alivio porque el nuevo informe no escala el problema, "no implica al PSOE o a Sánchez". "Es más de lo mismo. Todo está muy perimetrado en torno a ellos tres [Cerdán, Ábalos y Koldo]. No nos afecta a los demás", abunda un ministro de peso.

"Este no es un Gobierno corrupto"

La percepción en el conjunto del PSOE es que, al menos, el escándalo no se ha agrandado. Que la UCO apuntase a indicios de financiación ilegal o señalase la participación del presidente heriría de muerte al Ejecutivo, a Ferraz. Pero Sánchez y su equipo han negado siempre que esa puerta vaya a abrirse, y lo han asegurado con convicción después de mirar y remirar las cuentas del partido. "Este no es un Gobierno corrupto", proclaman en la Moncloa. El nuevo informe no apunta en ninguna de esas dos direcciones, aunque la Audiencia Nacional sí investigará los descuadres en la caja del partido después de que se inhibiera a su favor el Supremo. La Fiscalía Anticorrupción, por su parte, pidió ayer 24 años de cárcel para Ábalos por otro caso, el de las mascarillas. Y 19 años y medio para Koldo.

En el PSOE, pues, creen que el caso continúa encapsulado, que no ha ido a más. "Todo es muy embarazoso e indignante. Pero honestamente creo que el presidente no tiene nada que ver. Lo mismo aparecen más nombres, a saber. Pero sería ya un shock que el presidente estuviera en esto. Y por supuesto, irreparable. Yo veo a la dirección muy tranquila, tanto en el tema de la financiación del partido como respecto a Pedro", indica un alto cargo de una federación muy alejada de Ferraz. "De momento, estamos tranquilos", indica un barón autonómico. Otro apunta la misma idea —"Pedro me asegura que no".

Todos los cargos consultados, de hecho, desde secretarios regionales, responsables de Organización, barones provinciales, miembros de la dirección federal, del Ejecutivo o diputados nacionales, insisten en su convicción de que la ola no alcanzará al presidente ni tocará al propio partido. Pero Ábalos y Cerdán fueron dos hombres de la máxima confianza de Sánchez, sus sucesivos secretarios de Organización —entre 2017 y 2021 el primero, entre 2021 y 2025 el segundo—, y ambos están imputados por corrupción. Un dato incontestable pero por el que el líder socialista defiende haber asumido responsabilidades políticas, al estar ambos fuera de la organización y al haber actuado contra ambos de manera "contundente". "Tolerancia cero" frente a las "cero respuestas" del PP frente a la corrupción, presumió el propio Sánchez este miércoles en la sesión de control al Gobierno tras la pregunta de Alberto Núñez Feijóo, una sesión en la que no respondió de manera directa sobre Cerdán.

La lectura del informe, sin embargo, ha dejado espantados a los socialistas. Hasta impresionados. "Es un horror. Todo el mundo está alucinando. Pero todo el mundo sabe que esto es una cosa de Santos y de sus dos socios, Ábalos y Koldo, haciendo sus chanchullos y llevándose sus negociantes, simplemente para enriquecerse ellos de modo egoísta, como se ha visto, para gastárselo en pisos o ropa, no hay nada más del partido. De eso sí que tengo la seguridad de que no hay nada", señala un líder provincial. "Esto puede ser casquería, pero es verdad que cala en la gente. Por cuatro duros han puesto en jaque al partido", apunta un ministro perteneciente al núcleo duro de Sánchez.

Y es que las conversaciones y las evidencias que ha hallado la UCO son fáciles de entender para la opinión pública, destacan varios dirigentes. Cerdán, Ábalos y Koldo no armaron una sofisticada estructura para su propio lucro, sino que cayeron presuntamente en la corrupción clásica, la de las mordidas de toda la vida por el presunto amaño de obra pública, adobadas con enchufes a familiares y tarjetas de crédito para gastos particulares. "Todo es feo y a veces la anécdota, lo de la Paqui y esto de que la conocían todas las vendedoras de El Corte Inglés, hace más daño que la categoría. Esto llega mucho a la gente, eso es verdad", ilustra un diputado. Las redes sociales bullían este miércoles con memes que se burlaban de la mujer de Cerdán y la pintaban con sorna como la faraona de los grandes almacenes. "Lo que he visto hoy [por este miércoles] en el Congreso es enfado. Ya no era perplejidad, como hace unos meses, sino enfado. Y preocupación por cómo van a reaccionar unos y otros tras los informes últimos y las peticiones de cárcel. E inquietud por el desgaste electoral, claro", añade otro parlamentario, también alto cargo de su federación. "Esto sí que afecta. No como en julio, pero afecta. En términos electorales, sí", manifiesta un secretario de Organización de una federación de mucho peso. Otro episodio turbio que golpea en la fachada del partido es el caso Leire Díez, la presunta fontanera de Cerdán que se reunió en abril de 2024, en los cinco días de reflexión de Sánchez, con él y con Antonio Hernando, entonces alto cargo de la Moncloa. Un dato, por cierto, que no a todos los dirigentes les suena "bien".

En el PSOE se reconocen todavía asombrados por la flema de Cerdán, por cómo había sido capaz de mantener una doble vida a espaldas de todos los demás, por cómo pudo engañar a todos, hasta al propio Sánchez, que mantuvo su confianza en él hasta la mañana del 12 de junio, cuando trascendió el primer informe de la Guardia Civil sobre él. Cerdán procedía de una federación minúscula —1.573 militantes censados en la última consulta, la de 2023—, sin apenas cultura de gobierno hasta que María Chivite logró el poder en 2019, y se parecía más a las bases que a las élites socialistas. Parco en palabras, gastaba ademanes de hombre de pueblo —era natural de la pequeña localidad de Milagro—, y se exhibía como un responsable austero.

El "disfrutón" y el austero

A los socialistas les sorprendieron menos las revelaciones de Ábalos —por su carácter desahogado y "disfrutón", en palabras de un miembro muy relevante del Gobierno—, pero sí las de Cerdán. Era "como un monje, nada que ver como José Luis" y su familia era como "de pueblo": Paqui venía "de la sierra de Sevilla", de Los Corrales, y "no mostraban lujos". ¿Ni un cochazo? "No he visto en mi vida a Santos en un coche que no fuera el oficial del PSOE. Él era un hombre ensimismado, parecía bonachón. Nunca en mi vida hubiera dudado de él", apunta un miembro de la cúpula que ha mantenido en los últimos años una estrecha relación profesional con él. "Lo de Ábalos te cuadraba —abunda un diputado en el Congreso—. Lo de Santos, no. Era un paisano rudo, no veías doblez, y encima lo hizo muy bien y tomó precauciones" para que no se le pillase, como han probado los agentes policiales.

El segundo informe de la UCO ha revuelto al partido. Pero, al menos por ahora, no se percibe una réplica del terremoto de junio. No ha provocado una convulsión como el primero. Aquel fue un bofetón, un brusco baño de realidad que hundió el ánimo del PSOE y golpeó con severidad a un Sánchez que se planteó dimitir y que somatizó hasta físicamente —en su álbum personal se acumulan las fotos en las que se le ve mucho más delgado— la "traición" de su ex número tres. Ahora, la formación se siente más pertrechada. El arranque de curso ha sido, en líneas generales, positivo para el Gobierno y el presidente logró recuperar el pulso, la iniciativa y la energía a ojos de los suyos.

Todos en el Gobierno y en el PSOE sabían que la investigación del triángulo Cerdán-Ábalos-Koldo no había concluido en junio y vendrían más episodios en el otoño. Y así ha sido. El documento patrimonial del exministro, las conversaciones del titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y ahora, el llamado informe Acciona, el más grave, porque apuntala los indicios sobre el dirigente navarro, sin ampliar el círculo corrupto en el partido o en el Ejecutivo. Por eso los dirigentes consultados insisten en que el caso está "amortizado". "Esto supone una dosis de recuerdo. Esto es una especie de serial por capítulos. La penalización ya la teníamos. En junio sí notamos la convulsión. Hay que tener en cuenta que la gente amortiza los temas enseguida. Sucedió con la ley de amnistía. Al final, una cosa tapa a la otra", cuenta un diputado de una federación, Extremadura, que es la primera expuesta al veredicto de las urnas.

Allí, este miércoles, Sánchez protagonizó el primer acto de precampaña conjunto con el barón regional y candidato, Miguel Ángel Gallardo, procesado en el caso por el que también se sentará en el banquillo el hermano del presidente. El jefe del Ejecutivo no hizo ninguna alusión a la causa judicial, pero sí que la mencionó Gallardo, para advertir de que la denuncia interpuesta por Manos Limpias por la contratación de David Sánchez por la Diputación de Badajoz —institución de la que él era presidente hasta el pasado mayo— es "una gran mentira de la derecha". Mentira, dijo, que le ha hecho daño a él y a su familia y al propio hermano del presidente, "un gran profesional que vino a Extremadura a desarrollar su talento y generar riqueza musical, y que tuvo que marcharse por la presión de la ultraderecha".

En la federación extremeña incluso los dirigentes más críticos con Gallardo reconocen que el electorado socialista se está empezando a movilizar. Y recuerdan que es una comunidad en la que el partido sigue gozando de una gran fortaleza, ya que dirige la mayor parte de los municipios y controla, con mayoría absoluta, las dos diputaciones. En Cáceres ayuda, indica un parlamentario nacional, que el cabeza de cartel sea el joven barón provincial, Álvaro Sánchez Cotrina, y en el conjunto de la región "Pedro da más votos que quita", tira de los simpatizantes progresistas.

En el otro territorio que celebrará pronto elecciones, Castilla y León, creen igualmente que no habrá tsunami. "El informe es terrible, es verdad, aunque la digestión se hizo en junio. No hay demasiado impacto, salvo para los que nos la jugamos en el corto plazo, pero habrá que ver cómo rueda. Te reconozco que lo de Santos roza la psicopatía si al final todo se demuestra. Nosotros, creo, tenemos el problema bien encapsulado. Aquí el problema es Vox, que se come al PP. Nosotros en territorio de resistencia tenemos fidelidad extrema", opinan fuentes muy próximas al barón autonómico y candidato, Carlos Martínez. No hacen el mismo pronóstico los dirigentes críticos con él, que se duelen de que Cerdán "impusiera" al todavía alcalde de Soria como sucesor de Luis Tudanca. "Esto, en las comunidades con elecciones nos hace puré. Entre que tenemos malos candidatos puestos a dedo por Santos, cosa que el PP va a usar hasta hartarse, y esto, vamos todos p'alante", pronostica con pesar una responsable castellanoleonesa.

El ambiente de "antipolítica total"

"La tirita está puesta. La tenemos. Más no podemos hacer", remacha un parlamentario nacional. Es un sentimiento compartido por muchos dirigentes. Y el argumento que esgrime la dirección: "Impacto lo tuvimos en su momento: se le notó al presidente y nunca lo negamos. Pero una vez que cortamos por lo sano, ya está. Que se aclaren ellos con la Justicia". "En un momento dado, más detalles sobre la corrupción de quien se ha identificado como corrupto no empeoran el daño que hizo inicialmente. Indigna y mucho a todo el partido y a sus votantes, pero no va a llevar a nadie a votar a los de Feijóo", tercia un responsable de un aparato regional. La sensación reinante la resume un alto cargo institucional: "Todo esto es absolutamente decepcionante e indignante. Yo creo que el daño ya está amortizado y eso no quiere decir, para nada, que no haya hecho muuuucho daño".

El peligro que muchos observan es que lo sucedido pueda alimentar (aún más) a Vox. "El ambiente es de antipolítica total, pero no por este informe, sino por el clima general. La crispación no se ha generado en esta legislatura. Ya no nos acordamos del 'que te vote Txapote', que es de la pasada. Es una gota más y va inundando la sociedad. La gente está polarizada. Esta estrategia, ojo, al único que desgasta es al PP", traslada un diputado con muchos trienios en la fontanería socialista. En Andalucía, la comunidad que previsiblemente en junio abrirá las urnas, también se admiten inquietos por la subida de la ultraderecha, afianzada por la detención del presidente y el vicepresidente de la Diputación de Almería en otra causa de presunta corrupción, el caso mascarillas: "Esto positivo no es. Lo más preocupante es que entre lo de Almería y esto saldrá beneficiado el discurso más populista y polarizado de Vox. Tristemente esto nos perjudica en ese posible margen de mejora que podíamos tener. La clave será la movilización y la capacidad de absorber voto útil. Veremos, porque cada día es un mundo". "No ruido, no noticia. Gana la banca, y la banca son ellos, Vox, hoy", sintetizan desde la cúpula del PSOE en Castilla y León.

El nuevo informe de la UCO, reconocía abiertamente este miércoles el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, es "horroroso para alguien que milita en el PSOE". Él es uno de los responsables más alejados de la órbita de Ferraz, el que lamentaba ayer que "todo el núcleo duro" del presidente del Gobierno esté "implicado de una forma u otra" en algún sumario. "A la política se viene a servir, no a servirse", avisaba por su parte la presidenta navarra, María Chivite, agregando su "más rotundo rechazo" al comportamiento de su excompañero. Un recordatorio que quedará grabado a fuego: el del exsecretario de Organización que parecía un hombre honesto pero que aprovechó su puesto, según todos los indicios, para su propio beneficio. Cerdán agradecía a la salida de la cárcel el apoyo de su familia, de sus "amigos de toda la vida", de su defensa. No mentaba al partido. Y es que el PSOE solo anhela pasar página de él, de Ábalos y de Koldo.

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