La tensión en el Sevilla FC es total. La derrota de los de Nervión en casa frente a un poderoso Athletic Club (0-2) ha vuelto a hacer temblar los cimientos de un equipo que empezó la campaña disputando Champions y que ahora ha cerrado la primera vuelta con un punto de margen con el descenso.

La desesperación es tal que mientras Sergio Ramos, uno de los capitanes del Sevilla e icono de la entidad, ha tenido que interrumpir la entrevista posterior al partido para recriminar a un aficionado su actitud: "Ten un poco de respeto que estamos hablando. Ten un poco de respeto a la gente y al escudo. Respeta a la gente que estamos hablando. Ten un poco de respeto y cállate", recriminaba enfadado el central.

El Sevilla suspendió el examen ante el Athletic, un test de máxima exigencia. En el primer tiempo no existió el Sevilla, despedido al descanso con una buena pitada, y lo mejor para los locales fue que sólo subió el 1-0 de Mikel Vesga a la media hora, un cabezazo inapelable y sin marca.

Después del paso por el vestuario, los de Valverde reanudaron el asedio y perdonaron. Los de Quique Sánchez Flores lograron algo de posesión para ordenar las ideas y mirar hacia arriba; sin embargo, no inquietaron en exceso a un Athletic que, tras un balón parado con la defensa rival de nuevo descolocada, firmó el 0-2 en el minuto 76 con un tanto de Paredes.

Los 'leones' aprovecharon la derrota del Atlético de Madrid en Girona para igualar por encima a los madrileños en 38 puntos, también con el FC Barcelona aunque con un partido más, y pedir paso en el top 4.

El inicio de 2024 sonríe a los bilbaínos que, sin un Iñaki Williams que se rumbo a la Copa África, se convencen a cada jornada que pasa de sus opciones de jugar la Champions la próxima campaña. Asimismo, los sevillanos estropean los brotes verdes vistos con Quique ante Granada y Atlético, y ponen el foco en un mercado de invierno que les permita tapar sus carencias.