Deutsche Bank reedita en bolsa otra de sus jornadas aciagas. El banco germano registra en los primeros compases de este lunes caídas en el umbral del 6%, lo que representa su mayor tropiezo en seis meses.

Esta negativa reacción se produce horas después de que la dirección del banco confirmara los rumores de los últimos días, al anunciar una ampliación de capital por valor de 8.000 millones de euros. La decisión del equipo gestor encabezado por John Cryan representa un notable viraje respecto a su estrategia reciente, con la intención de atajar de forma contundente los problemas que han acechado a la entidad en los últimos meses. Para ello, Deutsche Bank ejecutará su tercera ampliación de capital en los últimos cuatro años.

La operación se articulará mediante la venta de 687,5 millones de nuevas acciones, que se ofrecerán a un precio un 39% inferior al que se situaban los títulos de Deutsche al cierre del pasado viernes, cuando se situaban en los 19,14 euros. Con la medida, el banco confía en elevar su ratio de capital de máxima calidad por encima del 14%, para disipar cualquier duda respecto a su capacidad para amortiguar pérdidas.

A lo largo de 2016, Deutsche sufrió una serie de embates de desconfianza en los mercados, en los que su propia viabilidad fue puesta en entredicho. La débil marcha de su negocio, que ha generado pérdidas superiores a los 7.000 millones de euros en dos años, y, especialmente, los temores generados por una multa millonaria en Estados Unidos azuzaron las tensiones y provocaron un desplome del banco en bolsa hasta los niveles más bajos de su historia.

A pesar de que acumula un repunte superior al 70% desde el pasado septiembre, Deutsche Bank aún cotiza hoy casi un 50% por debajo de sus niveles de hace dos años. Su valor de mercado se ha reducido hasta el entorno de los 25.000 millones de euros, muy lejos de los niveles de los mayores bancos de la eurozona, como Santander y BNP Paribas, que superan los 70.000 millones.

Reestructuración

Además de la ampliación, la dirección del banco germano ha puesto en marcha una serie de medidas para enderezar el rumbo del negocio. Entre otras cuestiones, Deutsche Bank prevé abordar ventas por valor de 2.000 millones de euros durante los próximos dos años. Entre éstas, se incluirá una participación minoritaria en su división de gestión de activos, una de las joyas de la corona del grupo. En cambio, entre las ventas no se incluirá la de Postbank, su filial de banca minorista, que Deutsche Bank había tratado de vender sin éxito durante los últimos dos años.

Con el objetivo de simplificar la estructura del banco, Cryan también ha anunciado la reducción de las divisiones del grupo de cuatro a tres. Esta reorganización se articulará mediante la unión de las áreas de mercados y finanzas corporativas, que había sido dividida en octubre de 2015.

Junto a esto, el banco alemán reestructura su cúpula directiva, con el nombramiento como subdirectores ejecutivos de Markus Schenck, actual director financiero, y de Christian Sewing, que se encuentra al frente del negocio minorista. Estos movimientos son entendidos como pasos adelante en la futura sucesión de Cryan al frente de la entidad.

La ampliación de capital de Deutsche tiene lugar apenas unos días después de que UniCredit cerrara con éxito una operación similar por importe de 13.000 millones de euros, la mayor ejecutada en la historia corporativa de Italia. Desde el inicio de la crisis, la banca europea ha ampliado capital por más de 300.000 millones de euros, unas cifras que siguen creciendo, conforme muchas entidades aún siguen batallando para sacudirse los problemas heredados de los últimos años.