Vivimos inmersos en la IV Revolución Industrial. La Sociedad de los Datos está cambiando el mundo a velocidad exponencial. En un universo globalizado, las ciudades también crecen de la misma manera puesto que la explosión demográfica ha provocado grandes concentraciones en las zonas urbanas. Uno de los grandes retos en el siglo XXI es mejorar la calidad de vida en las ciudades, así como convertirlas en una vía sostenible para el desarrollo económico y social, los tres pilares sobre los que radica la esencia de las smart cities.

Las smart cities o ciudades inteligentes son el resultado de la necesidad de orientar nuestra vida hacia la sostenibilidad, disminuyendo el consumo energético, reduciendo el impacto medioambiental, utilizando energías renovables y descongestionando la ciudad. El transporte público es el agente de cambio más potente para una movilidad sostenible. “Las ciudades que no aporten soluciones para mejorar su movilidad se van a quedar retrasadas. La calidad de vida no se puede alcanzar sin transporte público”. Casimiro García-Abadillo se mostró así de categórico en la inauguración del foro sobre La movilidad en las smart cities organizado por El Independiente en colaboración con Metro de Madrid.

Las ciudades que no aporten soluciones para mejorar su movilidad se van a quedar retrasadas"

El foro, que se celebró el pasado miércoles, arrancó con la conferencia de Marieta del Rivero, consejera de Cellnex Telecom y senior advisor de Ericsson, en la que desveló su particular visión del futuro (casi presente) de las smart cities. La autora de Smart Cities, una visión para el ciudadano imagina el futuro de las grandes urbes como una plataforma, como Facebook o Twitter, un ecosistema que gira en torno al cliente, en este caso, alrededor del ciudadano que da y recibe información de interés al instante. Los datos serán la electricidad del futuro. “Debemos conseguir que la sociedad y la economía de los datos sean una realidad que sirva para construir ciudades, que sirvan para entender los usos y los hábitos de los ciudadanos”. Del  Rivero sostiene que una vez creadas las plataformas de cada ciudad, con sus servicios de información al ciudadano, éstas deberían ser abiertas, “de manera que la plataforma de Málaga pudiera hablar con la de Bilbao etcétera”. Tener toda la información de la ciudad en la mano, gracias a un smartphone es todo un privilegio que da la posibilidad, por ejemplo, de planificar traslados al minuto porque el ciudadano conoce perfectamente los horarios de los medios de transporte.

Marieta del Rivero confiesa que cuando se puso delante del ordenador para escribir el libro lo hizo con el objetivo de mitigar el miedo a la tecnología. “Para que la gente entienda que la tecnología se encuentra al servicio de los ciudadanos, para hacer conscientes a los ciudadanos del tema de las sostenibilidad”.

España es uno de los países que lideran el tema de las smart cities. Dentro de 30 años, el 70% de la población estará concentrado en las grandes ciudades y para asegurar la calidad de vida de los ciudadanos el primer paso es contar con una red de transporte público que ofrezca la posibilidad de mover a la población facilitando la información necesaria para planear el traslado.

El metro, la tercera ciudad de España

En Madrid se han hecho los deberes. La capital y la provincia cuentan con una red de transporte ejemplar capaz de soportar el tránsito de millones de ciudadanos. Sin ir más lejos, el metro en un día normal mueve a más de dos millones de personas, es lo más parecido a una ciudad bajo el suelo. El subterráneo de la capital, después de Madrid (3.165.541 de habitantes) y Barcelona (1.608.746), es la tercera ciudad más poblada de España.

A punto de cumplir 100 años, la red de metro cuenta con 301 estaciones, 294 kilómetros de red, 320 trenes circulando en hora punta, 513 ascensores y 1.698 escaleras mecánicas, más que los metros de Nueva York, Londres y París juntos (sólo por detrás de Shanghai).

Un día normal, el metro de Madrid mueve a más de dos millones de personas, es lo más parecido a una ciudad bajo el suelo

Se han alcanzado muchas metas, pero todavía quedan retos por lograr. Para debatir sobre los desafíos pendientes, tras la conferencia de Marieta del Rivero, Isaac Centellas, responsable de la división de Ingeniería y Mantenimiento de Metro de Madrid; Rafael Barbadillo, presidente de Confebus;  Manuel Molés, country manager de Moovit; Álvaro Cervera, director general de Accedes y la propia Marieta del Rivero debatieron sobre la importancia del transporte público como vehículo para la sostenibilidad. Para Del Rivero “Madrid ha hecho un buen trabajo en transporte público, se ha montado un sistema de información para facilitar el transporte a los ciudadanos”. Si tuviera que poner algún pero ese sería en “el tema de las bicicletas y el usos de las infraestructuras”.

Smartcities

Un momento del Foro La movilidad en las 'smart cities '.

“En Madrid se producen diez millones de transportes, de los cuales cinco millones se hacen en transporte público. Hoy por hoy, nuestro mayor reto es solucionar la movilidad de las personas”, matiza Isaac Centellas.

Madrid puede presumir de estar en la vanguardia en temas de movilidad y, sobre todo, en temas de accesibilidad. Para Álvaro Cervera si comparamos la ciudad con Europa: “Madrid está en una posición bastante buena. Eso no quiere decir que la accesibilidad para discapacitados sea perfecta. No hablamos sólo de movilidad reducida, también me refiero a la discapacidad intelectual o personas mayores a las que les cuesta muchísimo utilizar el metro”.

En Madrid se producen diez millones de transportes, de los cuales cinco millones se hacen en transporte público"

Introducir conceptos de accesibilidad en una empresa que tiene casi 100 años resulta complicado, pero no imposible. A pesar de su edad, Metro de Madrid vive una renovación constante. “Con las próximas inversiones, pasaremos de un 63 a un 73% en la inversión de ascensores”, explica Centellas.  De hecho, a corto plazo (2019), se invertirán 60,6 millones de euros en la remodelación de 23 estaciones. En cinco años se reformarán más de 82.000 metros cuadrados de superficie de uso para el viajero. Una inversión que se suma a los 141 millones de euros que Metro invertirá en la instalación de más de 80 ascensores en 29 estaciones.

Para Rafael Barbadillo, Madrid es todo un ejemplo de éxito “en la coordinación de los sistemas de transportes, el desarrollo tecnológico, la información al usuario y la revolución de todos los sistemas de pago de su red de transportes”.

A pesar de sus casi 100 años, Metro de Madrid vive una renovación constante

Como espejo en el que reflejarse, Marieta del Rivero destaca que “Londres es la ciudad más desarrollada en temas de gestión y open data. El caso de Helsinki resulta también muy interesante, ya que se han puesto como objetivo para el 2020 que los ciudadanos no utilicen el vehículo propio”.

A la hora de hablar del transporte público resulta inevitable nombrar a los nuevos partners como Cabify o Uber que tienen revolucionado al sector del taxi. Todos coinciden en que mientras que cumplan la legalidad vigente, su carácter disruptivo y su presencia puede ser un revulsivo para alimentar la competencia en el sector.

No califican de buenas o de malas las medidas sorpresa tomadas por el Ayuntamiento para evitar el coche privado en momentos puntuales, por ejemplo en épocas de alta contaminación. En esto también coinciden todos los participantes del foro y ruegan que “se hagan de manera coordinada y no de una forma improvisada, de un día para otro”.

Para terminar, entre las propuestas de futuro Rafael Barbadillo considera que “se podría replicar la idea del carril bus VAO de la A6 en los accesos del resto de las carreteras, algo que fomentaría el transporte compartido”.

Para Isaac Centellas la razón de ser del metro es social. “Debemos promover aún más el uso de esa infraestructura y deberíamos trasvasar el trasporte privado al público”.