El fenómeno del alquiler de pisos turísticos se ha desbordado en España al calor del boom del plataformas online como Airbnb, HomeAway o Niumba. Con el sector turístico marcando récord tras récord, cada vez más viajeros se deciden a alquilar una vivienda o una habitación un lugar de ir a un hotel y cada vez más propietarios comercializan su vivienda para alojar turistas.

En pleno boom del alquiler, las denuncias de que ese negocio se ha convertido en una gran bolsa de economía sumergida son continuas desde el sector hotelero, el más afectado por la explosión de la actividad de las viviendas de uso turístico. Y el Gobierno también ha puesto bajo la lupa esta actividad con el objetivo de evitar el fraude fiscal.

Con las competencias sobre la regulación del alquiler transferidas a las comunidades autónomas, desde el Gobierno central se subraya que su actuación en este campo se están centrando en el ámbito fiscal. “Estamos trabajando para que las plataformas de alquiler turístico no sean pozos de dinero negro y para que todas cumplan adecuadamente sus obligaciones fiscales”, ha dicho hoy el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, en una entrevista con Antena 3.

La Agencia Tributaria ha suscrito convenios con las propias plataformas online para asegurarse su colaboración en la lucha contra la elusión fiscal por parte de los dueños de las viviendas, pero el Ejecutivo estudia “cómo reforzar esta actuación de control” sobre el negocio del alquiler turístico.

Hacienda rastrea los portales online

La Agencia Tributaria ha intensificado los controles sobre esta actividad y ha creado herramientas tecnológicas específicas para rastrear los portales online. Y este esfuerzo está dando resultados. El último balance realizado por la Agencia Tributaria sobre la lucha contra el fraude arroja datos que evidencian que el fisco se está tomando muy en serio la dimensión que ha alcanzado ya el alquiler turístico.

Las visitas presenciales de los inspectores de Hacienda –‘peinados’ en el argot del organismo— en sectores de especialmente generadores de economía sumergida aumentaron un 12% en 2016, hasta las 24.491 actuaciones. De ellas, 8.160 se realizaron para aflorar alquileres supuestamente irregulares, entre los que se incluyen especialmente los vacacionales. Esta cifra supone un 49% más que en 2015 y fuentes tributarias aseguran que la actividad en este ámbito tendrá continuidad en 2017 gracias a la sistematización de la información que aporta internet sobre estos negocios en negro.

De cara a la campaña de la Renta 2016 la Agencia Tributaria ha vuelto a la carga haciendo uso de todas las herramientas y la información que proporcionan los rastreos que realiza en internet en busca del fraude. Fuentes del organismo explican que están enviando nuevos avisos a contribuyentes advirtiéndoles de que “se pueden dar las circunstancias para que, en relación con el año anterior, declare determinados rendimientos de alquileres”.

Un simple tablón de anuncios

Airbnb, Homeaway y el resto de plataformas online contraponen que su labor es la de meros intermediarios entre el dueño de una vivienda y el turista que quiere alojarse en ella. Sólo intermediarios. Se declaran como simples tablones de anuncios globales en los que se publicitan las viviendas en alquiler, a cuyos propietarios ponen en contacto con los viajeros que quieren alojarse.

Y como intermediarios, según su argumentario, la legislación comunitaria les exime de la responsabilidad de determinadas ilegalidades que puedan cometer los dueños de las viviendas, como por ejemplo no contar con la preceptiva licencia que se exige en algunas regiones para alquiler turístico o una eventual falta de tributación fiscal de los ingresos percibidos.

El crecimiento del alquiler de corta duración es tan acelerado que los pisos turísticos concentran ya un tercio de toda la oferta alojativa de España, según los datos que maneja Exceltur, un lobby turístico que integra a una veintena de las mayores empresas turísticas que operan en España. E incluso la oferta de alquiler turístico habría superado ya a la hotelera en las grandes ciudades de España.

España, ¿primera potencia turística mundial?

En paralelo, el ministro ha confirmado que España  "está cerca" de desbancar a Francia como el país con más llegadas de turistas del mundo. Las previsiones de llegadas de turistas internacionales a los destinos españoles en 2017 apuntan al récord de 84 millones de personas, mientras que Francia recibió el año pasado cerca de 83 millones de viajeros.

"Estamos cerca, lo que no me gustaría es que fuera por determinadas razones", ha dicho Nadal, en referencia a una eventual caída de las visitas de turistas internacionales a Francia como consecuencia de los atentados terroristas que ha sufrido el país. "Sería una lástima que fuera por esa razón".