La oferta de pisos turísticos sigue desbordándose en las grandes ciudades. El boom del negocio del alquiler turístico, al calor del éxito de plataformas como Airbnb, HomeAway o Wimdu, convence cada vez a más propietarios a convertir sus viviendas en pisos turísticos y atrae a cada vez más inversores dedicados a rentabilizar inmuebles en propiedad o encargándose sólo de su gestión.

Barcelona es desde hace años el epicentro del alquiler turístico en España y, a pesar de las trabas que el Ayuntamiento como la Generalitat imponen al florecimiento de oferta ilegal, la planta de pisos turísticos no ha dejado de crecer y ha desbordado con mucho al tamaño de la oferta hotelera.

[infogram id="757565ad-d293-4909-8412-c678dfe3c5b6" prefix="t7i" format="interactive" title="Oferta de alojamiento turístico"]

Barcelona contaba con un total de 153.706 plazas en viviendas de uso turístico al cierre del mes de agosto, casi el doble de las 82.040 plazas de toda la oferta de alojamientos reglados, fundamentalmente hoteles. En el último año la oferta de pisos turísticos ha creciendo un 19% en la Ciudad Condal, frente al alza del 2,9% del conjunto de establecimientos regulados, según los datos que maneja Exceltur, el lobby que agrupa a una veintena de las mayores empresas turísticos del país y que se ha erigido en el principal azote del crecimiento descontrolado de la “oferta ilegal” de viviendas de alquiler.

Madrid, uno de los destinos en que más está creciendo en los últimos años la demanda de alquiler vacacional, la planta de pisos turísticos también ha rebasado ya en tamaño a la de los hoteles. Las plazas en viviendas de uso turístico se han disparado un 39,5% en el último año, alcanzando un total de 99.256 camas, frente a las 96.872 plazas del alojamiento regalado (que prácticamente está estancado con un incremento del 0,6% desde el verano del pasado año).

En otras grandes ciudades españolas el crecimiento de los pisos turísticos es exponencial, mientras que la planta hotelera registra incrementos muy menores. En Ibiza las plazas en viviendas turísticas crecen un 33%, frente al 1,5% de los hoteles y en Palma de Mallorca los pisos crecen un 9,4% y los establecimientos reglados sólo un 2%.  En ambas ciudades baleares la oferta reglada sigue siendo superior a la nueva planta de alquiler, y de momento eso no cambiará por las nuevas restricciones a la oferta ilegal impuesta por el Gobierno regional.

“La conversión descontrolada e impune de viviendas en alojamientos turísticos está introduciendo una sobrecapacidad en los destinos que explica en muchos casos los episodios de rechazo al turismo a los que hemos asistido este verano en varios de los puntos de la geografía española de mayor éxito turístico (Barcelona, Ibiza, Palma de Mallorca, San Sebastián o Madrid”, denuncian desde Exceltur.