El traslado de empresas fuera de Cataluña continúa en un constante goteo. Ya son 3.004 las que han abandonado el territorio para instalarse en otras autonomías desde la celebración del referéndum del 1 de octubre. En cambio, solo 132 compañías han decidido mudarse a Cataluña, según los últimos datos publicados por los colegios de registradores.

Se observa, al menos, que desde que se inició el mes de diciembre el ritmo de traslados se ha ralentizado con menos de 30 salidas diarias. En la última jornada que se incluye en este recuento, la de este martes 12 de diciembre, fueron 22 las entidades que se sumaron al éxodo.

Además, lo que comenzó solo como un cambio de sede social, con pocas repercusiones más allá de las puramente simbólicas, ha dado lugar a que alrededor de 1.000 empresas también hayan optado por trasladar su sede fiscal, de acuerdo con los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria (AEAT).

El domicilio fiscal es el lugar de localización del obligado tributario en sus relaciones con la Administración tributaria, por lo que afecta al territorio desde el que rinde cuentas con el fisco. Esto no quiere decir, en cambio, que afecte a su tributación o a los ingresos de la Generalitat, puesto que en el caso del Impuesto de Sociedades, el principal tributo de las empresas, es estatal, y el IVA se reparte en función a un indicador de consumo en cada territorio que se calcula al margen de dónde estén localizadas las sedes de las empresas.

Caída de las ventas en la construcción

Lo que ha permitido observar hasta el momento la información proporcionada por la AEAT es una caída de las ventas declaradas en Cataluña por algunos sectores como es el caso de la energía, el agua y la construcción.

Precisamente, este miércoles también se ha dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que la compraventa de viviendas en los meses previos al 1-O aumentó un 12,4% en Cataluña, el menor ritmo de crecimiento de toda España, mientras que en Madrid este porcentaje se elevó hasta el 50%.