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La CNMC se planta ante las presiones y descarta aplazar los recortes a las energéticas

El presidente de la CNMC, José María Marín Quemada.

El presidente de la CNMC, José María Marín Quemada. ep

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ultima una gran reforma energética que amenaza con sacudir los cimientos del sector. El supervisor trabaja en 13 circulares para reformar la regulación que incluyen, entre otros aspectos, una fuerte rebaja de la retribución de lo que cobran las compañías por sus redes de transporte y de distribución tanto de electricidad como de gas natural.

Las grandes eléctricas y compañías gasistas se preparan para un verdadero hachazo de más de en torno a 1.000 millones al año a lo que ingresan por sus redes y que pagan todos los clientes con sus recibos de luz y de gas. La CNMC está incluyendo cambios en las reformas para rebajar algunos aspectos para rebajar ligeramente algunos recortes tras analizar las alegaciones presentadas por las compañías y las patronales del sector.

Pero la CNMC ha decidido plantarse ante las presiones que las compañías vienen ejerciendo en público y en privado para conseguir aplazar la aprobación de las reformas. Naturgy aprovechó ayer mismo la conferencia con analistas por la presentación de sus resultados financieros para subrayar que debería retrasarse la aprobación de los cambios del sector del gas para estudiar con más detenimiento sus efectos, y más teniendo en cuenta que el periodo regulatorio para el sector gasista arranca en 2021 (el del sector eléctrico sí que comienza en 2020).

En las últimas semanas, otras compañías desde el sector del gas han reclamado posponer las reformas y no aprobarlas aún. Y Red Eléctrica (REE) ha reclamado formalmente al supervisor que adopte las medidas necesarias para extender los plazos y aplazar la aprobación de las circulares. La CNMC se niega de plano a esta posibilidad.

Fuentes próximas a la cúpula de la CNMC confirma que los plazos previstos se van a cumplir y antes de que acabe el año las reformas estarán aprobadas. La CNMC debe aprobar todas las circulares antes del 31 de diciembre de 2019 porque –según destacan estas fuentes-, si se incumpliera ese plazo, la ley establece que los recortes a la retribución que cobran las compañías por sus redes no podrían aplicarse y se renovaría la actual remuneración tanto en electricidad como en gas durante seis años.

Desde el organismo se achaca la insistencia de las compañías en aplazar la aprobación de las reformas a una estrategia legal para conseguir que no se apliquen y mantener la retribución tal y como están si no se cumplen los plazos. “No existen garantías jurídicas de que se puedan aprobar las circulares más tarde del 31 de diciembre. Se trata de un intento de que no se apliquen los recortes. Los plazos se van a cumplir”, apuntan las mismas fuentes. ¿Queda descartado el aplazamiento? “Por completo”, sentencian.

La dirección de la CNMC, con su presidente José María Marín Quemada a la cabeza, lleva semanas intentando mostrar firmeza. Desde el supervisor se insiste en que mantendrá su plan de recortes al sector -con pequeñas matizaciones fruto de la ola de alegaciones presentadas por las compañías interesadas- frente a las quejas de las compañías energéticas y las advertencias del Ministerio para la Transición Ecológica, ahora en funciones, que ha convocado la comisión de cooperación para abordar los puntos que considera que invaden sus competencias o incumplen sus directrices de política energética.

Los tiempos para cumplir los plazos legales son ajustados: actualmente parte de las circulares aún siguen en proceso de consulta pública y la CNMC ha de estudiar las alegaciones de las empresas y los informes del Gobierno; y otras circulares ya han sido trasladadas al Consejo de Estado como paso previo para que el pleno de la CNMC pueda aprobar definitivamente la nueva regulación.

Relevo del jefe de Energía

En plena ola de reformas, la CNMC pierde al que hasta ahora ha sido su hombre fuerte en el área de energía. Fernando Hernández Jiménez-Casquet deja el organismo y él es el máximo responsable de la nueva regulación del sector energético en la que trabaja el supervisor y que ha provocado un choque frontal con las compañías eléctricas y gasistas. Una nueva regulación que, además, ha de estar aprobada antes de final de año.

El director de Energía de la CNMC se ha adjudicado la codiciada plaza como consejero jefe económico y comercial en Tokio. Un puesto como alto funcionario reservado a la élite de los técnicos comerciales y economistas del Estado y al que, en principio, debía incorporarse en septiembre. La CNMC logró retrasar su marcha sólo unas semanas con el beneplácito del Gobierno.

El hasta ahora jefe de Energía de la CNMC, auténtico azote de las eléctricas en los últimos años, también estuvo hasta el último momento en la carrera por ponerse al frente de la Agencia de Cooperación de los Reguladores Europeos (ACER), lo que habría permitido posponer su marcha del supervisor español hasta principios de 2020. Pero su candidatura finalmente no se impuso.

En plena guerra con el sector, cuando se tienen que pulir y aprobar en menos de dos meses el aluvión de circulares que contienen recortes millonarios a las energéticas, la CNMC nombra nuevo director de Energía por necesidad. El Pleno de la CNMC ha aprobado por unanimidad la designación “por suplencia” para el cargo de Santiago Muñoz, hasta ahora subdirector de Energía Eléctrica del organismo.

Como director de Energía Hernández ha sido un auténtico puntal de la acción de la CNMC. Ha sido máximo responsable de la ofensiva contra las malas prácticas comerciales y operativas de las eléctricas, con varias multas a las compañías por incumplimientos con los clientes, con el lanzamiento incluso de una alerta pública advirtiendo a los consumidores de los trucos de las compañías, enviando ‘espías’ para conocer cómo comercializan sus ofertas las eléctricas…

Hernández Jiménez-Casquet ha liderado también durante los últimos años la batalla emprendida por la CNMC para recuperar las competencias en materia energética que le arrebató el Gobierno de Mariano Rajoy. Tras varios recursos en los tribunales españoles y con Bruselas amenazando con denunciar a España ante el Tribunal de la UE por la negativa del Ejecutivo a devolver esas funciones al supervisor, ha sido el Gobierno de Pedro Sánchez el que finalmente ha cedido las competencias. El próximo año la CNMC controlará una parte sustancial de los cargos que se incluyen en el recibo de la luz.

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