El Gobierno ha puesto fin a la hibernación de la actividad empresarial y se ha activado la vuelta al trabajo presencial de los servicios no esenciales en los casos en que el teletrabajo no es posible. Centenares de miles de trabajadores regresaban hoy a sus puestos tras el permiso retribuido recuperable que se extendió hasta Semana Semana.

Pero la vuelta al trabajo se está produciendo a medio gas. La demanda eléctrica, uno de los parámetros que se utiliza para calibrar la actividad empresarial, sigue cayendo en España a pesar del fin de la hibernación. El consumo eléctrico está siendo hoy inferior al que se registraba el lunes pasado, cuando las medidas más restrictivas sobre confinamiento estaban en vigor.

Hay que tener en cuenta que el Lunes de Pascua es festivo y día no laborable en algunas comunidades autónomas (Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, País Vasco y La Rioja) y en ellas la vuelta al trabajo de los sectores no esenciales se posterga a mañana. Aún así, con media España levantando el confinamiento especial, la demanda de electricidad sigue cayendo.

Según los registros en tiempo real de Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema eléctrico y gestor de la red de alta tensión, a las 10.30 horas la demanda eléctrica peninsular se situaba en 22.944 megavatios hora (MWh), un 6,9% por debajo del consumo a la misma hora de lunes pasado, cuando sí estaba en marcha la hibernación de la actividad empresarial. La demanda es un 15,6% inferior al Lunes de Pascua del pasado año, que se celebró el 22 de abril.

El apagón económico ha venido hundiendo el consumo de electricidad en España durante las últimas semanas. Las restricciones del estado de alarma y las vacaciones de Semana Santa llevaron la deman de electricidad hasta los 3.552 gigavatios hora (GWh) durante la pasada semana, lo que supone una caída del 7,6% en relación a la semana anterior y un 16,4% por debajo de la Semana Santa del año pasado.

Además del menor consumo por el parón empresarial,  también se está registrando un cambio en el modo de consumir que se refleja en que los descensos no se dejan notar igual a lo largo de cada jornada. Las caídas son muy distintas en función de la hora del día: las mayores caídas se concentran por las mañanas como reflejo del apagón económico provocado por la crisis sanitaria y las restricciones, mientras que por las tardes el consumo es similar al que había antes del estado de alarma.