España acude este jueves, junto con el resto de Estados miembros, a un nuevo Consejo Europeo, en el que se comenzará a debatir la puesta en marcha de un Fondo de Reconstrucción destinado a aupar las economías que quedarán minadas por el impacto de la crisis sanitaria del Covid-19. Bruselas ha lanzado ya una propuesta similar a la que llevará España, por lo que la construcción del fondo empieza a coger forma, aunque no está previsto que este jueves se cierren los detalles.

¿Cómo afronta España la cumbre?

España ha decidido tomar la delantera al resto de Estados miembros y ha lanzado una ambiciosa propuesta que, a pesar de no estar exenta de complejidad, ha sido bien acogida en Europa. Como expuso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el miércoles ante el Congreso, el plan pasa por crear un fondo de 1,5 billones de euros que se financiaría con deuda perpetua y estaría vinculado al presupuesto de la Unión Europea.

Una suerte de Plan Marshall, como le gusta denominarlo a Sánchez, que tiene el objetivo de preservar el mercado interno de la Unión frente otros países con una mejor posición financiera, como explicaba Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos, estos días al Financial Times.

Lo que el Gobierno quiere de los Veintisiete son garantías, no préstamos que solamente hagan crecer su deuda pública, que ya se incrementará hasta un 113% este año, de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional.

La propuesta de España, en todo caso, deja de lado la pelea por los coronabonos vista la oposición frontal de Alemania y Países Bajos a aceptar cualquier tipo de mutualización de deuda, algo que tanto España como Italia consideraban imprescindible.

¿Qué opina Bruselas?

Este punto será generador de debate en la reunión, habida cuenta de que Bruselas ha propuesto un plan similar pero sin su principal ventaja para España. Con el objetivo de recabar el apoyo del núcleo duro, formado esencialmente por Alemania y Países Bajos, la Comisión Europea no quiere que el fondo se financie con deuda perpetua y, además, pretende que no se componga al completo por subvenciones, sino que incluya una parte financiada a través de créditos.

Hay que tener en cuenta que un plan como el propuesto por Bruselas conllevaría un fuerte incremento del presupuesto europeo, por lo que se espera este jueves un acalorado debate sobre su puesta en marcha. Los Veintisiete deberán ponerse de acuerdo sobre qué tipo de deuda emitiría ese fondo, cuál será la garantía y cuál debe ser el destino de los fondos.

¿Por qué es importante la cumbre?

El Consejo Europeo de este jueves debe dar su visto bueno al paquete de medidas aprobado hace un par de semanas por el Eurogrupo con el objetivo de que sus instrumentos estén operativos a partir del 1 de junio. El encuentro entre ministros de finanzas dio lugar a un acuerdo sobre el importe de las medidas, pero dejó en manos del Consejo la decisión sobre cuánto dinero necesitaría este fondo, de dónde saldrá y cómo se distribuirá entre los países, cuestiones que este jueves pondrán a prueba las costuras de la Unión.

Pero, además, Sánchez considera fundamental que se revise el paquete presupuestario cuanto antes, así como que se mantengan los fondos de cohesión y la Política Agraria Común, esencial para España, al tiempo que cree que deben reforzarse las partidas destinadas a digitalización, transición ecológica, ciencia y sanidad.

Además, se prevé que a lo largo del encuentro se plantee un nuevo presupuesto plurianual para 2021-2027 que tenga en cuenta las necesidades generadas por la crisis sanitaria del Covid-19.

En todo caso, la Unión Europea se juega de nuevo sus costuras. Los Veintisiete tienen este jueves una nueva oportunidad de demostrar que prima la supervivencia de su ideal de solidaridad frente a las tensiones entre Estados en torno a la solución a esta debacle económica.

El debate infinito

El Consejo Europeo de este jueves se suma a la larga lista de cumbres a las que han asistido por vía telemática los primeros ministros de la Unión Europea y sus responsables de finanzas durante las últimas semanas, en las que se han ido pasando la pelota de unos a otros.

En las últimas semanas, los Estados han celebrado ya dos Consejos Europeos anteriores a este y un encuentro del Eurogrupo, que tuvo lugar el pasado 9 de abril. En él, los ministros de finanzas de la Unión debatieron durante 16 horas y necesitaron verse las caras dos días después para poder alcanzar un acuerdo. Se adoptaron, principalmente, tres medidas que se traducirán en mejoras para los ciudadanos de los países más afectados por esta crisis.

Concretamente, se dio el visto bueno a la movilización de 200.000 millones de euros por parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la puesta a disposición de 240.000 millones en líneas de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y la puesta en marcha de un seguro europeo de desempleo a través del programa SURE.