Central nuclear de Vandellòs, en Tarragona.
El Gobierno ha aprobado ya la ampliación de la vida de las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres) y de Vandellós (Tarragona) y ha concedido la renovación de las licencias de explotación solicitadas por las eléctricas Iberdrola y Endesa, que participan en el accionariado de ambas plantas, según confirman a El Independiente fuentes conocedoras del proceso. La decisión fue comunicada formalmente este viernes por el Ejecutivo a las compañías.
El Ministerio para la Transición Ecológica cumple así el calendario de renovaciones y de cierres de centrales nucleares pactado con las grandes eléctricas, y que contempla ir clausurando plantas de manera progresiva entre 2027 y 2035.
El departamento de Teresa Ribera continúa con el plan pactado con el sector en la anterior legislatura, cuando el Gobierno era monocolor y sólo con miembros del PSOE, e ignora las críticas lanzadas por Unidas Podemos, ahora miembro del nuevo gobierno de coalición de Pedro Sánchez. La formación de Pablo Iglesias, ya como miembro del Ejecutivo, mostró su “absoluto rechazo” a la aprobación de prórrogas de las centrales.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha formalizado las órdenes ministeriales por las que concede la renovación de la autorización de explotación de los dos reactores de Almaraz, uno hasta noviembre de 2027 y el otro hasta octubre de 2029, y también de Vandellós II, hasta julio de 2030. Almaraz está participada de manera mayoritaria por Iberdrola y tienen paquetes menores Endesa y Naturgy; y Vandellós está controlada por Endesa, pero también participa con una presencia minoritaria Iberdrola.
La licencia de Almaraz expiraba formalmente el 8 de junio y el Gobierno tenía que pronunciarse sobre su renovación antes de esa fecha. Pero la declaración del estado de alarma contra el Covid y la suspensión de los plazos de los procesos administrativos lo han desbaratado todo. El Ministerio dio por no caducado el permiso y se autoconcedió más tiempo (hasta finales de agosto) para decidir sobre la ampliación de la autorización.
Mientras el Gobierno estudiaba la solicitud de las compañías eléctricas para ampliar la vida de ambas centrales, Unidas Podemos, ya integrado en el Gobierno de coalición, mostró públicamente su “absoluto rechazo” a la prórroga de la licencia de Almaraz por considerar que es una central “caduca y obsoleta” y reclamó al propio Ministerio para la Transición Ecológica que “no se deje llevar por las presiones de las eléctricas”.
El año pasado el Gobierno de Pedro Sánchez, entonces monocolor, pactó con las compañías eléctricas un calendario de cierre de todas las centrales nucleares. Las clausuras de las plantas se irán produciendo entre 2027 y 2035 para ajustarlas a las necesidades del sector eléctrico para prepararse poco a poco a un sistema energético cada vez más dominado por las renovables.
El calendario de facto suponía ampliar la vida de las plantas por encima de los 40 años de funcionamiento que comúnmente se manejaba como previsión. De media, todos los reactores nucleares del país estarán activos entre 46 y 47 años tras el pacto del Ejecutivo y las compañías.
Unidas Podemos ha venido reclamando el cierre de las centrales nucleares cuando fueran expirando sus licencias de explotación. Una exigencia que conllevaba que España se quedaría sin centrales nucleares en 2024. La formación morada, aun estando en el Gobierno, decidió seguir cargando contra la ampliación de la vida de las nucleares y en la práctica se movilizaba así contra el calendario de cierre pactado por el anterior Gobierno socialista y las eléctricas.
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