El riesgo soberano no está descartado en esta crisis. O, al menos, no para las autoridades europeas. La Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), un organismo dedicado a vigilar las amenazas para la estabilidad financiera de la región comunitaria, no descarta que el riesgo soberano pueda reaparecer y contagiar al sistema bancario.

Para la JERS, el mayor riesgo sistémico en estos momentos son los impagos que se producirán una vez que la pandemia se cobre miles de puestos de trabajo en la Unión Europea. Sin embargo, otorga altos niveles de probabilidad a otras amenazas, como el riesgo de financiación soberana.

Desde muchos ámbitos se ha minimizado la posibilidad de que el riesgo soberano estuviera entre las mayores preocupaciones en esta recesión, alejando a esta crisis del paralelismo con la gran depresión. La red de seguridad del Banco Central Europeo (BCE) y de la propia Unión Europea tranquilizan por el momento las primas de riesgo y mantienen estables los precios de la deuda, pero la JERS no descarta que se pueda materializar esta amenaza sistémica.

La posibilidad de que reaparezcan este riesgo y las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda ocupan el tercer puesto de los mayores riesgos sistémicos para este organismo, que le otorga "un nivel de severidad elevado", según apunta en su Informe Anual correspondiente a 2019, en el que reflexiona sobre los riesgos del Covid-19 para la estabilidad financiera.

La Junta considera que, "a medio plazo", es probable que los déficits aumenten la deuda pública, ya elevada en la Unión Europea, "especialmente si la recuperación económica es lenta".

Esta mayor deuda pública "podría generar dudas sobre la sostenibilidad de la deuda soberana y riesgo de financiación a medio plazo", así como "espirales negativas y contagios a las entidades financieras nacionales". "Las primas de riesgo de algunos Estados miembros altamente endeudados podrían aumentar, lo que podría traducirse en mayores probabilidades de rebajas de las calificaciones", alerta la JERS.

Con todo, cree que las medidas tomadas a nivel comunitario a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el fondo de reconstrucción acordado por el Consejo Europeo "deberían limitar la severidad de este riesgo".

Riesgo impredecible de impagos

Los dos riesgos que más preocupan a la JERS son la oleada de impagos generalizada en el sector privado (principal fuente de riesgo) y el propio entorno macroeconómico, desafiante no solo para las entidades, sino también para las empresas de seguros y los fondos de pensiones.

La Junta valora que el aumento del desempleo tendrá un efecto directo sobre las entidades financieras, al conllevar un aumento de la morosidad que aún es difícil de prever.

"Aunque la capacidad de resistencia de las entidades financieras de la Unión Europea ha aumentado desde la crisis financiera global, existe incertidumbre sobre el impacto definitivo que sufrirán y sobre su capacidad para servir a la economía real con eficacia", apunta la JERS.

Las "profundas" consecuencias económicas del estallido de la pandemia del Covid-19 "podrían dar lugar a una materialización significativa del riesgo de crédito, con mayores niveles de impagos, de préstamos dudosos y de provisiones para insolvencias", añade.

El riesgo soberano no está descartado en esta crisis. O, al menos, no para las autoridades europeas. La Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), un organismo dedicado a vigilar las amenazas para la estabilidad financiera de la región comunitaria, no descarta que el riesgo soberano pueda reaparecer y contagiar al sistema bancario.

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