“España no puede permitirse un segundo confinamiento”, afirmaba hace unos días el presidente de los empresarios, Antonio Garamendi. Los autónomos ponían cifras a las consecuencias que tendría para los trabajadores por cuenta propia: el 72% de los encuestados en el barómetro de ATA se plantean recortar su plantilla o cerrar si se produce un segundo confinamiento.

Un nuevo parón económico sería llover sobre mojado para las finanzas españolas. Con todo, algunos expertos ya prevén limitaciones para algunos sectores en el segundo semestre. El Banco de España contempla entre sus proyecciones macroeconómicas un escenario de riesgo, en el que debido a rebrotes de coronavirus sean necesarios “confinamientos estrictos adicionales”. Bajo ese escenario, el paro podría terminar el año en una tasa del 23,6% y subir hasta el 24,7% en 2021, el mismo porcentaje que en el tercer trimestre de 2012, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Cuanto más profunda sea la caída, más tardará la economía en recuperarse. Por eso, el Banco de España alerta que “en este escenario de riesgo, los daños sobre la capacidad productiva de la economía serían asimismo más duraderos”. 

El escudo social -ERTE, prestaciones para autónomos- se debilitaría si la crisis del coronavirus se alarga y por eso, la institución avisa de que “aunque las garantías públicas mitigan el riesgo de impagos crediticios y limitan su impacto sobre el capital bancario, habría un mayor volumen de quiebras empresariales, lo que se traduciría en una disminución del stock de capital de la economía y un deterioro más persistente del mercado de trabajo”.

En este escenario, la caída del PIB sería del 15,1% este año y la economía crecería en un 6,9% en 2021. En 2022, con una tasa de paro del 22%, el PIB crecería un 4%.

Mercado de trabajo

Valentín Bote, director de Randstad Research, advierte de que el segundo semestre no va a ser favorable para España. “En septiembre el virus no va a ser algo del pasado, sino que va a ser parte de nuestro presente y vamos a tener que convivir con esta segunda oleada”, afirma.

Para Bote, es preocupante la situación del turismo, aunque diferencia entre “grandes empresas como cadenas hoteleras que están pasando un momento muy duro pero que van a sobrevivir y miles de pequeñas empresas, el autónomo que tiene un bar, que corren el riesgo de que no puedan soportar un segundo cierre o restricciones”. El director de la consultora asegura que “el riesgo es que la situación coyuntural (del turismo) se convierta en un daño estructural”.

Las previsiones de Randstad Research son que España termine este año con una tasa de paro del 22%. Si bien el INE cifró en el 15,33% el paro en el segundo trimestre, Valentín Bote cree que esa cifra es realmente del 19%. Tal como explicó este periódico, Estadística contabilizó a más de un millón de personas como “inactivos” que a causa del confinamiento no habían podido buscar de forma activa un puesto de trabajo. “El 19% para mí refleja la realidad a día de hoy, aunque técnicamente no se incluyan”, explica.

Además, Bote destaca que “en la crisis anterior, a principios de 2013 llegamos a rozar el 27%, pero entonces, el fenómeno de los ERTE era prácticamente inexistente. Ahora puede que lleguemos al 22% pero además seguiremos teniendo gente en ERTE, por lo que el impacto será mayor”.

En la crisis anterior, a principios de 2013 llegamos a rozar el 27%, pero entonces, el fenómeno de los ERTE era prácticamente inexistente"

Valentín Bote, director de Randstad Research

Sectores como la restauración, la hostelería y el transporte aéreo han reclamado que los ERTE puedan extenderse hasta finales de año. Patronal, sindicatos y el Gobierno se volverán a reunir el próximo 4 de septiembre para tratar de llegar a un acuerdo sobre una nueva prórroga. Actualmente, hay unas 700.000 personas en un expediente de regulación temporal de empleo por causas de fuerza mayor.

Deuda pública

Otra de las preocupaciones que suscita un segundo confinamiento es el incremento de la deuda pública. Algo que Bote considera “una mala noticia para los contribuyentes” porque es algo que “en las próximas décadas se va a tener que devolver”, advierte. “El déficit va a ser una piedra que vamos a tener que arrastrar”, explica Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas.

Hace menos de un mes, BBVA Research elevó la previsión de déficit al 14,4% del PIB. Desde el departamento de análisis de la entidad indican que “el principal obstáculo a la recuperación continúa siendo las dudas respecto a la evolución de la pandemia y la efectividad de las medidas tomadas para limitar de manera sostenida el contagio de la enfermedad”.

Resiliencia y liderazgo

El contrapunto optimista lo pone el presidente del CGE quien confía en la resiliencia de la sociedad y justifica: “Si nos hubieran dicho en febrero que estaríamos durante tres meses en un confinamiento total, sin turismo de Semana Santa y que ni en Mallorca, ni Canarias, ni en el Mediterráneo tendríamos prácticamente turistas, hubiéramos dicho que esto no se puede aguantar. Y lo ha sido, aunque con un incremento del déficit y con unas perspectivas económicas muy delicadas”.

El presidente de los economistas cree que es necesario “entender que las reglas del juego han cambiado”. “Las empresas que siguen activas se han adaptado a las circunstancias. Lo más importante ahora es que los gobernantes tengan liderazgos claros, que se centren en cambiar actitudes, y ante esto yo tengo mis dudas”, reconoce.

“Tenga lo que tenga que venir, nos adaptaremos. La sociedad es muy resiliente pero los equipos necesitan que se expliquen las cosas. Hay que hacer una gestión muy eficiente de los recursos que se tengan”, añade. “No va a ser fácil”, concluye Valentín Pich.