Las pequeñas eléctricas han ido ganando peso en el mercado español en los últimos años. Son más de 300 las comercializadoras que operan en el negocio de la electricidad. Algunas apenas tienen actividad, pero un puñado de eléctricas independientes (no integradas en los grandes grupos verticales energéticas) sí han conseguido ir ganando fuerza. Tanto como para sumar ya entre todas casi 3 millones de clientes.

El negocio de comercialización eléctrica entre clientes domésticos se liberalizó en 2003. Desde entonces y durante toda una década las pequeñas comercializadoras habían conseguido arrebatar a las grandes eléctricas apenas 760.000 clientes. Pero al cierre de 2019 sumaban en total 2,91 millones de usuarios, y concentraban casi un 16% del mercado libre de la electricidad, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC).

Las comercializadoras independientes han dado un pellizco a los gigantes en el mercado de la electricidad, pero las cinco grandes eléctricas siguen dominando claramente el sector. Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Repsol –reconvertida en eléctrica tras comprar la comercializadora de Viesgo- están obligadas a ofrecer la tarifa regulada y se reparten la totalidad de ese negocio de casi 11 millones de clientes. Y entre las cinco controlan el 84% del mercado libre, que concentra en total 18,56 millones de usuarios.

En los últimos cinco años, desde 2014,  las cinco grandes eléctricas han perdido conjuntamente cerca de 870.000 clientes, pero sumando los usuarios tanto de la tarifa regulada y como del mercado libre aún siguen controlando el 90% de todo el negocio de la luz. Y las tres mayores –Endesa, Iberdrola y Naturgy- concentran el 83% de los usuarios.

Al cierre de 2019, Endesa contaba con 10,29 millones de clientes (el 34,8% del total), Iberdrola tenía 10,05 millones de usuarios (con una cuota del 34%), Naturgy acumulaba 4,24 millones de clientes eléctricos  (un 14,4%), EDP –recién adquirida por la petrolera francesa Total- tenía 1,16 millones de usuarios (un 3,9%) y Repsol rozaba los 844.000 clientes tras un rápido crecimiento de dos años (con una cuota del 2,9%).

Trasvases entre filiales del mismo grupo

Los pequeños consumidores tienen la opción de elegir entre tarifas reguladas -que están obligadas a ofrecer las grandes eléctricas y cuyo importe se fija en parte por la evolución del mercado eléctrico- y las ofertas del mercado libre –cuya cuantía fija libremente las compañías y que suelen tener precios estables-. En torno a un 80% de los usuarios no sabe si tiene contratada la tarifa regulada o una tarifa del mercado libre, según encuestas periódicas de la CNMC.

Tradicionalmente, la tarifa regulada de la electricidad, denominada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), sale a largo plazo más barata que las del mercado libre. En los últimos años el supervisor ha emitido informes subrayando que todas las ofertas eléctricas del mercado libre eran más caras que el PVPC.

Las tarifas del mercado regulado resultan más rentables a las eléctricas que la regulada, en la que tienen un margen de comercialización prefijado. Las grandes compañías tratan así de trasvasar clientes de unas a otras. En los últimos cinco años, las filiales de las grandes eléctricas que ofrecen PVPC han perdido 3,1 millones de clientes, pero las del mercado libre han sumado 2,23 millones.

De hecho, según destaca la CNMC en su último informe sobre cambio de comercialización, durante 2019 un total de 669.000 consumidores abandonaron la tarifa regulada y el 62,6% de ellos lo hizo para contratar una tarifa libre de una filial del mismo grupo empresarial con el que tenía contrato de PVPC. Y en los últimos cinco años, de los 6,3 millones que dejaron la tarifa regulada, el 73,5% permaneció en una filial del mismo grupo energético.