Las aerolíneas relanzaron su actividad en España a finales de junio con el fin del estado de alarma y la apertura de fronteras. Pero la recuperación del turismo español no ha llegado y los vetos europeos a los viajes a España (con cuarentenas forzosas y recomendaciones negativas a sus ciudadanos) por la nueva ola de contagios de Covid han provocado un nuevo desplome de la demanda.

En pleno verano, en los meses de julio y agosto, España ha perdido 15 millones de turistas internacionales en relación a las cotas récord del año pasado, con un derrumbe del 75%. Tradicionalmente, el 80% de los viajeros internacionales llegan al país en avión. Así que un desplome del turismo internacional se traduce directamente en una caída del tráfico de pasajeros aéreos.

Hace un par de meses las aerolíneas tenían previsto ofrecer en sus vuelos internacionales a España un total de 6,9 millones de plazas. Hace un mes las compañías ya aplicaron un fuerte recorte y pasaron a programar sólo 4,67 millones de asientos. El hachazo se ha agravado por el parón del turismo.

Y es que las compañías aéreas ahora prevén vuelos a España con sólo 2,92 millones de plazas durante este octubre, lo que supone un 71% menos que el mismo mes del año pasado, según los datos que maneja Turespaña, el organismo público encargo de la promoción turística exterior y que depende del Ministerio de Industria. En apenas unas semanas las aerolíneas han aplicado un recorte masivo de 4 millones de plazas para este mes.

De momento, las programaciones de conexiones aéreas con España para los próximos meses son más optimistas. La oferta para noviembre es actualmente de 5,82 millones de plazas, un 19,4% menos que un año antes, y para diciembre de 6,84 millones de asientos, un 7,5% menos. Fuentes del sector aéreo anticipan, no obstante, que si el parón de la demanda persiste esas cifras también serán modificadas a la baja.

Tras siete años consecutivos de récords, las llegadas de turistas extranjeros van a registrar un desplome histórico este año. Entre enero y agosto, las llegadas de visitantes internacionales acumulan una caída del 73%.

España ha recibido en ocho meses 15,7 millones de turistas, frente a los más de 58 millones que registraba en el mismo periodo del año pasado y que marcaban un nuevo máximo histórico. Son ya 42 millones de turistas extranjeros menos que anticipan un hundimiento de las visitas en el conjunto del año y también un desplome del tráfico aéreo en el país.