Las cadenas de restauración han visto cómo su volumen de negocio de la comida para llevar y de envío a domicilio no para de crecer. Las compañías esperan que los canales dedicados al hogar (delivery y take away) representen un 20% de su negocio en 2022. Esto supone casi duplicar la penetración que tenían antes de la llegada de la crisis sanitaria (12%).

Así se desprende del IV Anuario de la Restauración de Marca en España, presentado este jueves por Marcas de Restauración -que agrupa a enseñas como McDonald's, Burger King, KFC, VIPS o Papa Jonh's- con The NPD Group y KPMG en España.

Pese a ese crecimiento de los canales dedicados al hogar, las cadenas de restauración de marca esperan que los locales físicos sigan representando el 80% de su facturación, con un crecimiento de la cuota de las terrazas en detrimento de las salas.

Según el informe, las cadenas de restauración ya representan el 31% del total, lo que supone una cifra histórica y seis puntos superior al nivel previo a la pandemia. Y aunque en los últimos diez años ha duplicado su cuota de mercado, aún tienen potencial de crecimiento si se compara con el resto de países europeos. En Francia suponen un 59,4%, mientras que en Reino Unido, un 68,4%.

"El delivery y el take away han dejado de ser marginales para la restauración. La sostenibilidad económica y medioambiental de estos servicios y su integración sin fricciones con el local físico, que seguirá siendo el epicentro del modelo, constituyen retos significativos para el sector", asegura Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Distribución de KPMG.

Según una encuesta realizada entre los directivos de las empresas que forman la asociación Marcas de Restauración, el 100% de las cadenas prevén crecer en 2022 y ocho de cada 10 de ellas esperan hacerlo a doble dígito. Asimismo, más de la mitad de los operadores (53%) podrían recuperar su volumen de actividad precrisis el próximo año. El 84% asegura que la prioridad de sus inversiones será acelerar su expansión y el 95% de ellas prevé elevar su número de empleados.

Las compañías trazan diferentes escenarios, en función de la posibilidad de que una nueva ola impacte en sus negocios. Según The NPD Group, el mercado se moverá entre la completa recuperación respecto al año previo al coronavirus (+0,7%) y un panorama más negativo, en el que el sector cerraría aún un 16% por debajo de 2019.

"Las perspectivas son buenas para 2022. Hoy ya hay segmentos que han llegado a sus ventas prepandemia, y las expectativas son seguir recuperando progresivamente las ventas y ocasiones perdidas durante esta crisis sanitaria en los próximos meses", ha subrayado Edurne Uranga, directora de Foodservice de NPD en España.

Aumento de costes y precios

Lo que es innegable es que todas están teniendo que enfrentar un aumento de costes que tensa sus cuentas de resultados. Hasta el momento, aseguran no haber trasladado el incremento del precio de la energía, la logística y las materias primas a los precios de sus productos, pero no descartan hacerlo si la situación inflacionista se mantiene en el tiempo.

"Están teniendo la sensibilidad de intentar mantener la competitividad en precios, cargando a sus espaldas la rentabilidad del negocio, que ya está dañada por la crisis de la pandemia. Si este momento inflacionista es temporal, quizá lo podamos salvar sin repercutir al consumidor, pero si se demora en el tiempo no quedará más remedio que hacerlo", señala el presidente de Marcas de Restauración, Carlos Pérez Tenorio.