La cesta de la compra de los españoles este junio fue un 10,2% más cara que el mismo mes del año anterior, según los datos del índice de precios al consumo (IPC) que ha dado a conocer este miércoles el Instituto Nacional de Estadística. El organismo había adelantado el pasado 29 de junio el dato provisional del IPC de junio, que finalmente ha sido el mismo que el esperado.

Las cifras revelan que la inflación se desbocó hasta un nivel que no marcaba desde hacía 37 años durante el mes en que entró el vigor el tope al precio del gas del Gobierno, un importante mecanismo para controlar que el encarecimiento de esta materia prima no contagie al resto de precios. Para el Ejecutivo, es evidente que su decisión ha conseguido que la inflación no sea mucho peor, pero lo cierto es que este nivel de precios es una sorpresa: ni siquiera los analistas más pesimistas preveían a principio de año que España alcanzase un dato de dos cifras.

Los carburantes, los combustibles para calefacción, la electricidad, la restauración, los hoteles y los alimentos son los principales responsables de esta brutal subida de los precios. Sin tener en cuenta los precios de la electricidad ni de los alimentos, los productos más condicionados por la energía (lo que se conoce como inflación subyacente), los precios se han incrementado un 5,5%, tal y como inicialmente se esperaba. Es su nivel más altos desde 1993.

Con respecto al mes de mayo, los precios han subido un 1,9%, y sin tener en cuenta los de la energía y los alimentos lo han hecho un 0,7%. Supone, además, un nuevo alza en un momento en el que parecía que el IPC podría relajarse, puesto que en abril ya había registrado un descenso significativo con respecto al mes anterior. Es, también, la primera cifra que se conoce después de la dimisión del presidente del INE, Juan Manuel Rodríguez Poo, en medio de acusaciones de injerencia por parte del Gobierno, al que no le encajan los últimos datos de PIB ni de inflación.

Ahora, para los analistas el problema es adivinar cuándo empezarán a relajarse los precios, aunque dan por hecho que terminarán el año muy altos, y que continuarán así durante todo el próximo año. Este jueves la Comisión Europea va a publicar sus nuevas previsiones macroeconómicas sobre España y el viernes lo hará la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que ya ha avisado de que revisará al alza su pronóstico de inflación para este año, actualmente en el 6,5% (es más del doble del 3,1% que subieron los precios el año pasado).

El transporte y la vivienda suben un 19%

El transporte se ha disparado un 19,2% con respecto al mismo mes del año pasado y más de cuatro puntos por encima del alza registrado en mayo por la subida de los precios de los carburantes y lubricantes. En el caso de los alimentos y bebidas sin alcohol, su precio ha subido un 12,9%, casi dos puntos más que el mes pasado, y la tasa más alta desde que se tienen registros, en enero de 1994. En ese campo se ha disparado especialmente el precio de la fruta, de las legumbres y de las hortalizas, de la carne, el pan y cereales y también de la leche, queso y huevos.

La vivienda ha incrementado su precio un 19%, a causa de que los precios de los combustibles para calefacción y de la electricidad suben este mes más que en 2021. El siguiente grupo más destacado es el de los hoteles, cafés y restaurantes, que se han incrementado un 7,2%, nueve décimas más que el mes anterior, por el incremento del precio de la restauración y de los servicios de alojamiento.

En el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 35%; los aceites y grasas han elevado sus precios un 37%; los huevos son un 23,9% más caros; y el transporte personal cuesta un 19,7% más por el mayor coste de los carburantes. Además, muchos alimentos registran subidas de dos dígitos en sus precios, como la leche, que se ha incrementado un 20,4%, y las frutas frescas, al dispararse un 19,3%.

En este, el sexto mes de 2022, el índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -un indicador cuyo objetivo es proporcionar una medida común de la inflación que permita realizar comparaciones internacionales- situó su tasa interanual en el 10%, lo que supone 1,5 puntos más que en mayo. Por su parte, en tasa mensual el IPCA aumentó un 1,9%.