El alza de los precios energéticos le está pasando factura a Renfe. Mover los trenes es tres veces más caro que en junio del año pasado. La compañía pública ve así lastrados sus resultados por un sobrecoste del 173,4% que, sin embargo, le ha permitido arrojar beneficios por segundo mes consecutivo tras un largo período en pérdidas por la pandemia.
En concreto, el grupo que preside Isaías Táboas, pagó en junio por la energía de tracción 55,87 millones, frente a los 20,43 millones de junio del año pasado. Los 35,44 millones golpean la cuenta de resultados de la operadora, que logró resultado positivo mensual de 11,08 millones, frente a los 16,08 que perdió en el mismo mes del año anterior.
En el mes de mayo los costes energéticos se habían moderado un poco para la compañía. En abril habían crecido un 260% respecto al mismo mes del año anterior, mientras que en mayo eran un 129% superiores a los de mayo de 2021.
En los tres primeros meses del año, la factura energética de Renfe ya se había duplicado frente al mismo período de 2021. En total, abonó 161 millones frente a los 74 millones presupuestados para ese trimestre. El presidente de la compañía recordaba hace unos meses en un coloquio que la energía supone ahora el 20% de sus costes operativos, mientras que antes de la pandemia representaban sólo un 7%.
En el caso de la energía eléctrica, Renfe y todos los operadores privados de transporte ferroviario están obligados comprar la energía eléctrica de tracción al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que repercute directamente en estas compañías los precios que paga por los contratos que tiene firmados con las eléctricas y que están indexados al mercado. Ninguna operadora puede negociar por sí misma contratos a largo plazo. Y las nuevas como Ouigo o Iryo reclaman un cambio que les permita comprarla de manera autónoma.
Placas fotovoltaicas en 14 talleres
La operadora podrá paliar en parte el alza del precio de la electricidad con la instalación de paneles fotovoltaicos en sus talleres. Según ha informado este miércoles la compañía, la operadora colocará paneles fotovoltaicos para autoconsumo sin excedentes de energía en sus principales bases de mantenimiento.
Con una inversión de 12 millones de euros, habrá 14 talleres afectados que, en su conjunto, tienen un promedio de consumo anual que alcanza los 40.000 MWh/año. Serán el Complejo Fuencarral, BMI La Sagra, Complejo Santa Catalina y Cerro Negro, BMI Villaverde, NMBI Valladolid, BM Málaga AV, BM Barcelona Can Tunis AV, BMI Málaga, BM El Berrón, BM Salamanca Motor, BM Balmaseda, BM Miranda Motor, BM Zaragoza y BM Buñol.
La medida pretende cubrir el 41% de las necesidades de energía eléctrica de estos talleres, con un ahorro de 3,8 millones de euros al año. Esto permitirá, según la compañía, amortizar la inversión en 3,1 años.
La empresa emula así a la semipública Aena, que también ha registrado un alza del coste energético del 40% en los primeros seis meses de este 2022. La compañía presidida por Maurici Lucena también tiene en marcha hasta 2026 un macroproyecto fotovoltaico para autoabastecer de energía las instalaciones aeroportuarias.
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