Telefónica y deporte siempre han ido de la mano. La compañía de telecomunicaciones, desde hace varias décadas, ha apostado por hacer una fuerte apuesta por equipos de fútbol, ciclismo o deporte individual para dar un empujón a esos clubes, secciones o atletas.

Lo cierto es que a la operadora tradicionalmente las apuestas por ciertos clubes o deportistas le han salido bien. Carolina Marín, Chema Martínez, Lucas Eguibar, Rafa Nadal, Atlético de Madrid, Real Madrid, Real Zaragoza, el Inter de fútbol sala o Estudiantes han ido de la mano de una manera u otra con la empresa española.

Pero en los últimos meses, Movistar ha visto cómo sus clubes patrocinados atraviesan sus peores momentos de su historia reciente. Es el caso del ciclismo, del baloncesto o del fútbol sala, que han perdido protagonismo y los éxitos cada vez son menores.

El ciclismo salva los muebles

El ciclismo, a través del Movistar Team, ha sudado la gota gorda para mantener la categoría. Tras una primera parte de la temporada decepcionante en la que las victorias no llegaban, el equipo azul afrontó el Tour de Francia y la Vuelta a España como auténticas finales para garantizarse los puntos necesarios para no descender.

La prueba gala fue decepcionante y Movistar Team cuajó uno de los peores Tours que se recuerdan en su historia. La baja por coronavirus de Enric Mas, su jefe de filas, posterior a unas etapas en las que las piernas no le funcionaron dejaron en vilo la continuidad del histórico equipo en primera división. Tras finalizar la ronda más prestigiosa, la entidad deportiva con sede en Navarra miraba el precipicio y se posicionaba penúltimo en la clasificación general de la UCI.

La Vuelta a España y otras rondas menores pasaron a ser de capital importancia. Lo cierto es que a partir de agosto, Movistar sacó el orgullo y las victorias llegaron. Antonio Pedrero, Alex Aramburu o la magnífica actuación de Enric Mas, que fue segundo en La Vuelta, alejaron los fantasmas dentro del autobús azul. El colofón a la remontada llegó con el propio Enric Mas, que se adjudicó el Giro de Emilia hace pocos días.

Más allá de las victorias individuales, la inestabilidad se ha instaurado dentro de la grupeta telefónica. En las últimas temporadas, los diferentes directores de equipo no han podido contener los egos de los líderes y en las grandes vueltas se vivieron momentos de tensión como los desplantes a las órdenes de equipo de Enric Mas, Marc Soler o Miguel Ángel López.

Además, Movistar Team deberá encarar la próxima temporada sin su jefe de filas más icónico de su historia. Alejandro Valverde cuelga su bicicleta tras una exitosa carrera, llegando a ser campeón del mundo, y ser uno de los ciclistas más queridos de la afición.

No todo son malas noticias en este deporte y Annemiek Van Vleuten ha dado tardes y domingos de gloria a Movistar. Tras ganar Giro y Tour de Francia, la neerlandesa también vistió el maillot arcoiris al coronarse como campeona del mundo. Según fuentes del sector, Telefónica destina unos 15 millones de euros por año a esta sección.

Un baloncesto de segunda

En 2021 se consumó la etapa más negra de la historia de Estudiantes. El equipo colegial, y eterno rival del Real Madrid en la capital española, decía adiós a la ACB y se marchaba al infierno de Segunda. No fue la primera vez que hizo méritos para que el club del Ramiro de Maeztu se codeara con los equipos más importantes de España. Deportivamente descendió hasta en dos ocasiones en los últimos años, pero la imposibilidad de que se produjeran ascensos de otras entidades deportivas al no tener avales económicos suficientes dejó al Estu en la máxima categoría.

Atrás quedan las épocas doradas del Estudiantes en las que el play off y la Copa del Rey era casi una obligación. La mala gestión de la directiva, que se niega a abandonar sus sillones, ha desembocado en una crisis institucional y deportiva de la que el propio club parece complicado que vaya a salir.

Todo hacía indicar que a principios de la temporada pasada que el Estudiantes volvería a la ACB, pero los últimos meses de campaña fueron fatídicos y el ascenso directo se esfumó y el equipo azul se lo jugó todo a una carta: una final a cuatro en el que estaba el Girona, con Marc Gasol en sus filas. Finalmente, la escuadra catalana se alzó con la final y el sueño de volver a la máxima categoría se rompía en mil pedazos.

Telefónica seguirá, como mínimo, patrocinando al Estudiantes hasta 2025. El presupuesto del club es de unos seis millones de euros anual y la mitad se va al equipo masculino, el 25% a otras áreas (baloncesto femenino, cantera, cantera social) y el otro 25% a pagar la deuda con Hacienda originada hace más de 20 años.

Adiós a la hegemonía de fútbol sala

El Inter Movistar ha sido uno de los equipos más laureados en la historia de este deporte. Su presidente, el mítico periodista José María García, siempre fue férreo defensor del Fútbol Sala y decidió crear un club en la capital para hacer disfrutar a todos los amantes del 40x20.

Tras idas y venidas con varios patrocinadores (Interviú fue uno de ellos) Movistar irrumpió en el fútbol sala gracias a la buena relación entre José María García y César Alierta, presidente por aquel entonces de Telefónica. Durante las primeras temporadas en el que la M lucía en el pecho de la casaca del club madrileño, los trofeos casi llegaban a pares a las vitrinas.

Todo empezó a cambiar a partir de la fuerte apuesta del Fútbol Club Barcelona por este deporte y por la irrupción de otros clubes como Valdepeñas o Jaén, que han obtenido mejores resultados en las últimas campañas que el equipo de Alcalá de Henares. La nueva temporada no ha comenzado de la mejor manera y el Inter Movistar ha conseguido tan solo una victoria en tres partidos disputados y marcha en undécima posición.

Hace tres años, el acuerdo entre club y operadora estuvo cerca de romperse y, de hecho, el Atlético de Madrid estuvo en negociaciones con José María García para hacer frente a los casi dos millones de euros que pone encima de la mesa Telefónica.

Rafa Nadal, el gran estandarte

Como se mencionaba en los primeros párrafos de este texto, no todo son malas noticias y Rafa Nadal sigue siendo el principal estandarte de los patrocinios deportivos para Telefónica. La simbiosis entre operadora y deportista es total, tanto es así que la academia que tiene el tenista balear está apadrinada por Movistar.

Desde 2014, los caminos se entrelazaron y tanto Nadal como Telefónica han sabido aprovechar las sinergias. A finales de 2020 expiraba su contrato, pero ambas partes se sentaron y prolongaron el acuerdo hasta 2025, por lo que Rafa Nadal tendrá 39 años.

El tenista no es solo la imagen de la marca corporativa, sino también de otras como Movistar en España y Latinoamérica, O2 en Reino Unido y Alemania y Vivo en Brasil. Desde esa fecha ha puesto en marcha varias iniciativas.