Economía

La odisea del tren Euskadi-Cantabria: sin electrificar y a 40 kilómetros por hora

La línea ferroviaria que comunica ambas comunidades tuvo que frenar la instalación de las catenarias en marcha al descubrir que los túneles eran demasiado estrechos. El tramo vizcaíno, de apenas 50 kilómetros, requiere un trayecto de hora y cuarto.

Trabajos de actualización de los túneles de la línea Bilbao-Santander a su paso por Karrantza. Nortúnel

Es el último valle antes de cruzar a Cantabria. Limita con Burgos al sur y con Cantabria al norte. Su encanto natural es equivalente a su aislamiento. Mal comunicado por carretera y por ferrocarril. En el Valle de Karrantza hace tiempo que sufren la desidia ferroviaria. La línea que comunica Bilbao con Santander es su fiel reflejo. Tres datos lo constatan. Recorrer los apenas 50 kilómetros entre Bilbao y Karrantza requiere una hora y cuarto de ruta, a razón de apenas 40 Km/h. En su ruta se sitúa un precedente de los problemas de gálibo que ahora han obligado a revertir y compensar el pedido de unidades a la CAF para Cantabria y Asturias.

Hace casi tres lustros, en 2008 arrancó el proyecto para electrificar la línea en su tramo vizcaíno, desde Bilbao a Karrantza. Supuso un paso importante para actualizar el trazado. El proyecto pasaba por electrificar toda la vía. Todo iba bien hasta que se llegó a este municipio. Hasta entonces la electrificación se pudo llevar a cabo sin problemas desde la capital vizcaína hasta Aranguren, una de las estaciones de la línea. El siguiente tramo donde se debía seguir instalando la catenaria se topó con dos de los túneles del recorrido: el túnel de ‘El Callejo’ y el túnel ‘El arroyo’, de 126 y 223 metros respectivamente. El gálibo no permitía introducir la catenaria: demasiado estrechos, demasiado bajos. En este punto de la vía, el proyecto se paralizó… y así han permanecido casi una década.  

En 2021 Adif volvió a acordarse de aquel tramo abandonado en el rincón más occidental de Bizkaia y encargó la actualización del gálibo de ambos túneles. La compañía responsable de la reconstrucción de los túneles fue Nortúnel, que los concluyó en abril de aquel año. Las dimensiones se adecuaron para permitir la instalación de la catenaria, medio metro más a cada lado y uno más de altura.

Hora y cuarto de ruta

Los trabajos obligaron a suspender el servicio ferroviario durante meses en este punto. Desde entonces, sólo las características de los túneles han cambiado. Ni la electrificación de ha completado ni el tiempo de recorrido se ha acortado. Adif asegura que sigue avanzando en los trabajos entre Aranguren y Karrantza, además de los relativos a la subestación de Karrantza y que no será hasta su conclusión cuando se pueda electrificar toda la línea en Bizkaia, algo que no prevé que suceda antes del cuarto trimestre de este año. Mientras tanto se presta el servicio con unidades híbridas, capaces de ser utilizadas con gasóleo o con electricidad.

Mientras tanto en el Valle de Karrantza el tren sigue siendo una opción casi de resignación para quienes no pueden viajar a Bilbao en coche. Tampoco el autobús parece una salida razonable. El servicio de autocares que les comunica con la capital cinco veces al día no tiene un servicio directo. Para completar los 55 kilómetros deben hacer trasbordo en la cercana Zalla y esperar a la línea Balmaseda-Bilbao: “Algunos servicios van por los municipios, suben un puerto lleno de curvas y en el mejor de los casos puedes llegar en algo menos de dos horas”, asegura Erika García, miembro de la Plataforma en defensa del Tren Santander-Bilbao.

Erika asegura que en el caso de esta línea que comunica Cantabria con Euskadi la situación ha retrocedido hasta el punto de que hoy se tarda más que hace unos años en completar la ruta: “Recuerdo que en 2002 el trayecto del tren hasta Bilbao no llegaba a la hora de duración, hoy lo hace en una hora y veinte minutos, hemos ido hacia atrás”. Asegura que la falta de mantenimiento se ha traducido en problemas en el trazado que ha obligado a fijar limitaciones de velocidad en algunos tramos y que no se han corregido, “por eso se tarda más, la vía no está en condiciones por la falta de inversiones”.

"Es una aventura"

Su recuerdo de este tren le remonta a su etapa de estudiante, “en la que regresaba a casa con el tren a rebosar, tenía que ir sentada en el suelo muchas veces”. Hoy, en cambio, esta infraestructura está casi en desuso. “No me extraña, es una aventura, nunca sabes qué te vas a encontrar. Cuando llamas para preguntar, ni siquiera saben decirte a qué hora llegará. Faltan trenes, maquinistas, personal. En ocasiones te ponen un autobús… Hay mucha dejadez”.

La compensación que a Cantabria y Asturias se les concederá por el error en el pedido para la fabricación de unidades ferroviarias –que no pasaban por el gálibo de los túneles- tampoco pasará por Karrantza. Confiaban en que entre la treintena de unidades las que tenían carácter híbrido –electricidad y gasoil- permitieran actualizar la línea Bilbao-Santander. No parece que ninguna de las nuevas unidades encargadas tenga como destino esta línea. Tampoco la bonificación de los billetes, “no se nos aplica, dicen que somos media distancia y no nos beneficiaremos de la medida”.

Por el momento, los algo más de 2.800 habitantes del Valle de Karrantza tendrán que seguir esperando para contar con un tren electrificado y capaz de recorrer los apenas 55 kilómetros hasta Bilbao a más velocidad.

Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete aquí

Te puede interesar