El gestor aeroportuario Aena deja atrás los 475 millones de pérdidas de 2021 y logra un beneficio neto de 901,5 millones de euros en 2022. La compañía semipública que preside Maurici Lucena gestionó un total de 243 millones de pasajeros por su red de aeropuertos en España, lo que representa una recuperación del 88,5% del tráfico de 2019, el último año antes de la pandemia. Y para este 2023, la empresa ha revisado su estimación y cree posible gestionar entre el 94 y el 104% de pasajeros que en prepandemia, cuando la horquilla inicial se situaba entre el 87 y el 97%.

Durante 2022, los ingresos totales consolidados se sitúan en 4.237,5 millones de euros, un 69,3% más que en 2021. Los ingresos aeronáuticos supusieron 2.418 millones de euros, un 81,5% más que en 2021. Por su parte, los ingresos comerciales llegaron a 1.243,8 millones de euros, con un aumento interanual del 37,5%, hasta situarse ya un 1% por encima de 2019.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 2.078,9 millones de euros, un 2.185,4% más que en 2021 (91 millones). Según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Aena propondrá a la Junta General Ordinaria de Accionistas el 20 de abril la distribución de un dividendo de 4,75 euros brutos por acción con cargo a los resultados del ejercicio 2022. Además, la deuda financiera neta contable consolidada del Grupo se redujo hasta 6.242,9 millones de euros, frente a los 7.446,3 millones de euros al cierre de 2021.

Si se incluyen los datos del Aeropuerto de Luton (Londres) y de los seis
aeropuertos de Aena Brasil, la cifra de pasajeros asciende a 270,7
millones (+98,5% respecto a 2021), lo que equivale a una recuperación del
88,1% del tráfico de 2019.

Cambios en la cúpula

El consejo de administración de Aena aprobó este lunes, ampliar a dos el número de vicepresidentes del consejo de administración y adaptar la estructura corporativa de la compañía a los retos de su Plan Estratégico (2022-2026). Para ello crea la nueva figura de vicepresidente ejecutivo, que desempeñará el hasta ahora director general de aeropuertos y consejero ejecutivo, Javier Marín, al que sustituirá la directora de Planificación Aeroportuaria y Control Regulatorio, Elena Mayoral.

Marín dependerá del presidente y consejero delegado de la sociedad, Maurici Lucena, y será responsable de la supervisión directa de las dos Direcciones Generales de la compañía (Dirección General de Aeropuertos y Dirección General Comercial e Inmobiliaria) y de la Dirección de Innovación, Sostenibilidad y Experiencia Cliente.

Por su parte, Lucena mantendrá plenas funciones ejecutivas, por lo que presidirá el consejo de administración, gestionará la relación con los consejeros y tendrá la responsabilidad de la dirección efectiva de la sociedad en el día a día.

El consejero independiente y coordinador, Jaime Terceiro Lomba, será vicepresidente primero (no ejecutivo); mientras que Javier Marín también ha sido designado como vicepresidente segundo, además de vicepresidente ejecutivo. Por otro lado, la consejeraa Eva Ballesté Morillas ha presentado su renuncia para atender a las nuevas responsabilidades que le han sido encomendadas como consejera en Puertos del Estado.

Incentivos para aerolíneas

Por otro lado, la compañía recupera un incentivo comercial similar al que ofrecía a las compañías aéreas antes de la pandemia. Se aplicará durante las temporadas de verano e invierno de 2023, que abarcan del 1 de abril al 31 de octubre (verano) y del 1 de noviembre al 31 de marzo de 2024 (invierno).

"Este esquema incentiva nuevas rutas a destinos no servidos, el crecimiento en rutas en aeropuertos de menos de 3 millones de pasajeros y el crecimiento en rutas con destino a Asia", explica el gestor aeroportuario.

El incentivo consiste en el reembolso del 100% de la tarifa aeroportuaria del pasajero correspondiente al número de pasajeros de cada compañía que abra rutas a destinos no servidos por el aeropuerto o bien que crezcan (con respecto a la temporada equivalente anterior), en las rutas que operan en aeropuertos de menos de 3 millones de pasajeros o con destino a Asia.

El número de pasajeros máximo a incentivar por cada compañía tiene un límite fijado por el número de pasajeros que la aerolínea crece en el aeropuerto y en el total de la red.