El traslado de la sede de Ferrovial a Países Bajos le puede permitir ahorrar hasta 40 millones de euros por la obtención de condiciones fiscales más favorables, aunque esto tendría un impacto limitado en su valoración bursátil, según señala un análisis de Banco Sabadell.

Según ha comunicado la constructora, el motivo que ha empujado a la familia Del Pino a tomar esta decisión no es el ahorro en impuestos, sino "la seguridad jurídica". "Los Países Bajos es el país elegido por las compañías con gran presencia en Europa y Estados Unidos", al tiempo que recuerda que "tiene una calificación crediticia AAA y un marco jurídico estable", apuntaba el comunicado.

La decisión ha sido recibida con rechazo en el Gobierno, que ha salido en tromba contra la compañía por su traslado a Países Bajos.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha tenido una conversación con el presidente ejecutivo de Ferrovial, Rafael del Pino, en la que le ha expresado «claramente su rechazo» a la decisión comunicada ayer sobre el traslado del domicilio social de la empresa a Países Bajos.

María Jesús Montero, ha lamentado este miércoles la decisión de Ferrovial de trasladar su sede a Países Bajos, aunque ha recordado que más del 80 % del beneficio del grupo procede de otros países y, por lo tanto, no tributa en España.

El coste de los trámites para trasladar su sede social a Países Bajos, así como para comenzar a cotizar también en ese país -de forma paralela a España-, será del entorno de los 20 millones de euros, según señala el análisis de Sabadell.

Asimismo, el efecto de un ahorro de 40 millones de euros en impuestos es limitado en una multinacional que facturó el año pasado 7.551 millones de euros y un resultado operativo de 728 millones de euros.

La razón por la que Ferrovial podrá ahorrarse entre 35 y 40 millones de euros al año es porque en Países Bajos los dividendos de filiales están exentos de impuestos, mientras que en España la bonificación se limita al 95%.

La compañía, por ahora española hasta que la junta de accionistas apruebe esta operación, controla el 25% del aeropuerto londinense de Heathrow, el más importante del mundo; el 43% de la autopista canadiense 407-ETR, considerada también la mayor del mundo; o más del 50% en Budimex, la mayor constructora de Polonia.

Cuando estas empresas reparten dividendos a sus accionistas, Ferrovial se embolsa una parte proporcional a su participación en el accionariado. El año pasado recibió 475 millones de euros por este concepto, aunque normalmente recibe en torno a 750 millones de euros.

Accionistas

Según ha trascendido, el objetivo de Ferrovial es potenciar el conocimiento de su marca en Estados Unidos, donde residen el 93% de sus inversores internacionales, y mejorar su acceso a las fuentes de capital.

El principal accionista de Ferrovial es su presidente, Rafael del Pino, que controla el 20,4% del capital, seguido de María del Pino (8,2%); el fondo británico TCI (6,4%), fundado por Christopher Hohn, un británico multimillonario que aparece en el puesto 273 de la lista Forbes de las mayores fortunas del planeta; Leopoldo del Pino (4,1%) y los fondos BlackRock (3,18%) y Lazard (3%), según figura en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En cualquier caso, el capital flotante es del 67%, lo que significa que este porcentaje de capital de la compañía está en manos de minoritarios y susceptible de libre negociación en bolsa.

Por ahora, la acogida por parte de sus accionistas ha sido positiva, ya que este miércoles sus acciones suben un 1,3%, hasta los 26,61 euros por acción.