La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria que están preparados para “hacer lo que sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera”. Estas declaraciones se han hecho en referencia a la crisis bancaria de Credit Suisse y a que el organismo ha decidido seguir con la hoja de ruta prevista y ha subido un 0,5% los tipos de interés hasta el 3,5%. 

“Tenemos todos los instrumentos para suministrar liquidez si fuera necesario y para preservar la transmisión de política monetaria”, ha reiterado la presidenta. Sobre la crisis del banco suizo, Lagarde ha explicado que las tensiones financieras persistentes “son un riesgo y pueden afectar a la transmisión de la política monetaria”

Sobre esta cuestión, Lagarde ha recordado las herramientas "fuertes y poderosas" disponibles en la 'caja de herramientas' del BCE y ha expresado su "gran confianza" en la creatividad y eficiencia de los técnicos del BCE por si fuera necesario dotarse de nuevos instrumentos, aunque ha defendido que las facilidades de crédito con las que cuenta el banco central de la zona euro son probablemente más amplias y accesibles que la de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Asimismo, ha recordado que el Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI) está disponible para contrarrestar dinámicas de mercado injustificadas y desordenadas que constituyan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en los países de la zona del euro, lo que permite al Consejo de Gobierno cumplir con mayor efectividad su mandato de estabilidad de precios.

Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, ha asegurado que “la exposición de los bancos europeos a Credit Suisse es limitada". Además, ha insistido en que la situación de los bancos europeos es de “resiliencia. La posición de liquidez de los bancos europeos es robusta".

"No veo la necesidad de explorar alternativas y si fuera necesario confío en el 'staff' para ver qué puede hacerse dentro del mandato", ha apuntado la presidenta. Asimismo, sobre el posible impacto adverso de la subida de tipos anunciada este jueves, Lagarde ha querido recordar que el sector bancario de la eurozona se encuentra actualmente en una posición completamente diferente a la de 2008.

A pesar de estas declaraciones, Lagarde ha comenzado la rueda de prensa hablando de la inflación y ha dejado los problemas del sector bancario en un segundo plano. De esta manera, la presidenta ha justificado la decisión del BCE de subir los tipos un 0,5% tal y como estaba previsto y que su objetivo es luchar contra la inflación.

El mensaje está claro, pero Christine Lagarde no ha querido adelantar los próximo movimientos del organismo supervisor. "Si la incertidumbre se reduce y nuestras previsiones se mantienen, tenemos más camino que recorrer" para rebajar la inflación hasta el 2%, ha comentado Lagarde. Pero ha añadido que "hay un gran nivel de incertidumbre", por lo que el BCE "dependerá de los datos" para tomar sus decisiones.

Además, Lagarde ha apunta que en el Consejo de Gobierno del BCE no hubo ninguna otra propuesta a discutir más allá de la planteada de subir medio punto porcentual, que fue aprobada por "una amplia mayoría" y solo "tres o cuatro" consejeros se opusieron, "no porque discreparan sobre los principios, sino porque querían más tiempo y más datos antes de una subida como la de hoy".