Si no se toman medidas específicas que lo impidan, el déficit público continuará en España en cotas elevadas, por encima del 3,5%, seis años más. Y la deuda pública no bajará del 108% del PIB en el mismo horizonte temporal, que abarca hasta 2028, inclusive. Estas son algunas de las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha publicado este miércoles como parte de su Fiscal Monitor y que constituyen la última parte de sus pronósticos de abril.

El organismo con sede en Washington contradice al Gobierno al esperar que el déficit español se sitúe este año en el 4,5% del PIB, solo tres décimas por debajo del 4,8% registrado en 2022. En Moncloa aseguran que se reducirá hasta el 3,9%, es decir, casi un punto en solo un ejercicio. Asimismo, en sus previsiones el Ejecutivo no espera que el déficit caiga bajo el umbral del 3% que fija el marco fiscal europeo hasta 2025, escudándose en el fuerte incremento que tuvo que llevar a cabo por la pandemia del coronavirus.

"España ha logrado una corrección sin precedentes del déficit tras el incremento de 2020", defendió hace dos semanas la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. "Los datos de cierre certifican que España es un país creíble, responsable, que combina la protección del Estado bienestar con el compromiso presupuestario", recalcó.

Las divergencias con el FMI se acentúan en los años siguientes. Mientras que el Gobierno prevé que el déficit se sitúe en 2023 en el 3,9% para bajar hasta el 3,3% en 2024 y al 2,9% en 2025, el FMI tan solo calcula que bajará del 3,8% un año, y que después volverá a subir. Según el organismo que dirige Kristalina Georgieva, este año el déficit quedará en el 4,5%. Después, bajará hasta el 3,5% y 3,8% en 2024 y 2025, pero repuntará los tres años siguientes, situándose entre 2026 y 2028 en el 4%.

Un repunte que no solo tendrá lugar en España, sino a nivel internacional, y que afectará tanto a los niveles de déficit como a los de deuda. "A nivel mundial, los ratios de deuda cayeron fuertemente en 2021 y en 2022. Sin embargo, prevemos que los niveles de deuda empiecen a subir de nuevo en 2023 y que continúen aumentando alrededor de un cuarto de punto porcentual cada año a medio plazo hasta 2028. A nivel general, el nivel de deuda pública ahora es más elevado y se espera que crezca más rápido de lo que se preveía antes de la pandemia, al mismo tiempo que también están aumentando los tipos de interés", recoge el organismo en su informe.

Tal evolución de la deuda y del déficit españoles es más positiva, eso sí, que lo recogido en las anteriores previsiones del FMI, con fecha de octubre. Entonces la institución no contemplaba que el déficit bajase del 4% los próximos cinco años -ahora lo hace en dos ejercicios- y preveía que la deuda continuase estancada en el 110% del PIB en 2027. Ahora baja casi un punto en ese año, y en 2025 baja una décima del 108%.

La deuda no bajará del 108% del PIB

En el caso de la deuda española, la previsión del FMI contempla que en 2028 se sitúe en el 109,3% del PIB. Como sucede con el déficit, durante los próximos dos años se reducirá, para después volver a aumentar considerablemente, y ahí encontrará más dificultades para volver a caer. Así, el FMI prevé que en 2023 se situará en el 110,5% del PIB, reduciéndose al 108,3% y 107,9% los próximos dos años. Después, en 2026, subirá hasta el 108,3% del PIB, 108,7% en 2027, y continuará aumentando hasta el citado 109,3% de 2028.

En cambio, en Alemania la deuda se reducirá progresivamente hasta quedar por debajo del 60% del PIB en 2028. La media de la zona euro también se reducirá poco a poco hasta quedar en el 85%, mientras que otros países como Francia e Italia mantendrán sus niveles de deuda elevados: el primero, en el 115% del PIB al final del horizonte de la proyección, y el segundo, en el 132% del PIB.

La fuerte inflación de 2021 y 2022 está ayudando a reducir los niveles de deuda, recuerda el FMI. Pero también supone un golpe a los hogares, por lo que la política fiscal debería ir encaminada a llevar los niveles de inflación hacia los objetivos de los bancos centrales, al mismo tiempo que apoye a los hogares que lo necesiten.

Aunque no es la única preocupación: "Entre las amenazas existenciales que el mundo enfrenta hoy día, el cambio climático está entre las mayores. Si no cambiamos las políticas, las emisiones esta década aumentarán y no cumpliremos con el objetivo de limitar los incrementos de temperatura de la década a 2º. Al final y al cabo, se necesitan y de forma urgente medidas colectivas a nivel global", insiste en organismo, recordando un tema que será prioritario en sus próximos Fiscal Monitor.