“Dejo todos mis cargos. Dejo la política, entendida como política de partido e institucional”. Esas fueron las palabras de Pablo Iglesias tras no poder plantar cara a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones en la Comunidad de Madrid de mayo de 2021. Meses antes, el ex líder de Podemos daba un paso al lado y abandonaba la vicepresidencia del Gobierno de coalición.

Pero a pesar de que Pablo Iglesias dejó de estar en primera línea política, él siempre ha querido influir en la política y marcar la estrategia de la izquierda. Lo hizo a través de columnas de opinión en periódicos o en tertulias de radio. Más tarde probó suerte con un podcast de la mano de Público para, finalmente, dar su salto a la televisión.

“Cuando sales a la calle, cuando hablas con tus amigos, o cuando miras el parlamento, te das cuenta de que hay gente que piensa y que vota de formas muy diferentes. Sin embargo, cuando enciendes la televisión o la radio, resulta que todas dicen básicamente lo mismo. La pluralidad de la sociedad no se corresponde con el monopolio que la derecha impone sobre los grandes medios de comunicación”, indicaba Iglesias el día que presentaba el nuevo proyecto.

Para que saliera adelante, el que fuera vicepresidente pedía un esfuerzo económico a todo aquel que quisiera “una televisión de izquierdas” para no depender de la publicidad ni de otros intereses económicos. Nada más anunciar la creación de Canal Red, los principales ejecutivos de Podemos salieron en tromba para apoyar el proyecto porque serviría para “romper el bloque de poder mediático monolítico que existe en España”. "Si alguien puede", sostenía Ione Belarra, "es la persona que acabó con el bipartidismo".

Canal Red aspiraba alcanzar los 100.000 euros de recaudación en 40 días para poner en marcha «un nuevo canal audiovisual del siglo XXI». Un día después de lanzar la campaña, alcanzó los 195.000 euros. Meses después, la financiación por parte de sus adeptos supera los 400.000 euros.

La televisión lanzada por Pablo Iglesias tiene un formato reconocido en España. Un presentador pone encima de la mesa un tema concreto y el resto de tertulianos opinan. Nada nuevo, al de por ejemplo, el programa de su archienemigo Antonio García Ferreras. Hace años, periodista y político tenían buena sintonía, pero todo se empezó a torcer cuando el periodista lanzaba ataques contra Podemos. La relación se terminó por romper cuando se publicaron audios de una comida con el comisario Villarejo en el que se insinuaba que se lanzaría una campaña contra él y los principales cargos de la ejecutiva de la formación.

"Más allá de sus valores, que yo creo que son más o menos 'progres', Ferreras es un tipo del poder. Ferreras manda más que cualquier ministro. Es capaz de establecer las vías y los contactos para hablar con el mundo del Ibex 35”, arguyó Iglesias sobre Ferreras recientemente.

Pero, fuentes ya desligadas a Podemos explican que “Pablo Iglesias quiere hacer lo que hace Ferreras” para contrarrestar “el poder que tiene el periodista dentro de las esferas políticas y económicas”. “No descubro nada nuevo si digo lo importante que es tener a un grupo mediático detrás. Ahora (Podemos) busca un altavoz para poder atacar a sus adversarios y entre ellos está Ferreras, que Pablo Iglesias le odia, PSOE e incluso Yolanda Díaz”, cuentan las voces consultadas.

Durante la conversación telefónica salen varios nombres a la palestra y, todos ellos, coinciden con los que más suenan en las tertulias de Canal Red. “Iglesias tiene mucha información y durante las emisiones ha lanzado varios mensajes importantes porque él ha estado en consejos de ministros y conoce las intimidades de otras formaciones políticas como el PSOE o lo que será Sumar. Él es muy inteligente y sabrá utilizarla para conseguir sus objetivos”, puntualizan. “A mí dame los telediarios”, recuerdan esta frase de Iglesias las fuentes consultadas.

Durante estas últimas semanas Pablo Iglesias no ha dudado en utilizar su espacio para atacar a Yolanda Díaz por su desvinculación con Podemos y lanzar su propio partido político. De hecho, los roces entre distintas formaciones han sido constantes y las posturas están lejanas. “Podemos quiere tener el control del espacio de izquierdas y ven en Díaz a un rival fuerte”, narran fuentes cercanas a la ministra de Trabajo.

El apetito por tener más espacio y por llegar a más gente ha hecho que Canal Red compre la licencia en TDT que dejó la extinta 7NN en Madrid, que cerró tras no superar su crisis financiera y de audiencia. El coste ronda los 200.000 euros.

Este periódico ha intentado ponerse en contacto en repetidas ocasiones con los principales fundadores del proyecto para conocer de primera mano el lanzamiento de Canal Red, pero en todas no ha obtenido respuesta alguna.

El líder sindical de periodistas, mano derecha

Pero la infraestructura de Canal Red no surge de la noche a la mañana. Canal Red se apoyó de la productora Furor TV, empresa alicantina afincada en el distrito madrileño de Ciudad Lineal para comenzar sus emisiones.

El director de Furor TV es Sergio Gregori, periodista en el que Pablo Iglesias tiene depositada una gran confianza. Miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión de España, Gregori ha dirigido la película Unblock Cuba y ha publicado el libro Tomar partido: Conversaciones con la izquierda transformadora (Txalaparta). Desde hace pocas semanas se ha convertido en el nuevo secretario general del Sindicato de Periodistas de Madrid.

La productora nació en 2014. “Realizamos un programa de televisión online con entrevistas en profundidad, tertulias, reportajes, vídeos didácticos, documentales o reportajes sobre la actualidad política y social, la historia y las relaciones internacionales. Entre nuestros invitados destacan desde agentes sociales y culturales, hasta políticos, diplomáticos o líderes de opinión. Además, en nuestra redacción web creamos contenido formativo, que pretende acercar a la ciudadanía a la actualidad, la cultura libre y los derechos humanos”, se indica en su página web.

En 2019, tras un largo proceso de profesionalización, el medio pasó a estar editado por la sociedad limitada Furor Producciones SL y en 2020, el equipo promotor se instaló en un local comercial y construyó un plató de televisión especializado en el streaming multicámara.

La matriz está controlada, según consta en el registro mercantil, por Xavier Matas, que a su vez es el jefe de realización de Furor TV. En el organigrama, además de Gregori y de Matas, están Álvaro Toca, redactor y miembro de la junta directiva; Helena Gavira, responsable de redacción y cultura; Víctor Albertus, productor y miembro de la junta y Hernán Álvarez, director de Furor Extremadura.

Respecto a la situación económica de la empresa, los últimos datos que figuran en el registro mercantil son de 2021, cuando la compañía obtuvo apenas 909 euros de beneficio y unos activos totales de 6.448 euros. En 2020, en el año de pandemia, la sociedad incurrió en pérdidas por valor de 7.227 euros.

Roures también ha apoyado el proyecto. Si bien no ha invertido ni un euro en Canal Red sí ha ayudado al lanzamiento del canal. Melancolic Films S.L., microempresa dedicada a "actividades de producción cinematográfica y de vídeo", consta como registrante de la marca "CANAL R(E)D" con una dirección que corresponde al edificio de Mediapro, en la Avenida Diagonal de Barcelona. Su sede social, según el registro mercantil, está sita en Esplugues de Llobregat, donde se encontraban antes las oficinas de la productora, propiedad de Roures, según adelantaba El Mundo.

De más a menos

Tras asentarse en las plataformas digitales y dar el salto a la televisión, los datos de audiencia son peores que con los que se inició Canal Red. Durante las primeras emisiones, los programas superaban las 240.000 visualizaciones, pero poco a poco han ido perdiendo pinchazos.

Basta con mirar los últimos vídeos colgados en YouTube. Las visualizaciones de las diez últimas sesiones apenas superan los 10.000 clics. Es cierto que sus programas están disponibles en otras plataformas, como Spotify o Ivoox, pero gran parte de sus visionados son gracias a YouTube.