El tequila está de moda en Estados Unidos y ha logrado ya desbancar al whisky como segunda bebida más comprada en el gigante norteamericano. Y la pujanza al otro lado del Atlántico marca tendencia mundial y se deja notar en España, donde también se ve impulsada por el avance de los negocios de restauración mexicana. Aquí representa solo un 0,6% del mercado de las bebidas espirituosas, pero los datos de la patronal del sector reflejan un fuerte incremento del 30% en el último año de este destilado del agave.

"En el mercado de consumo, Estados Unidos mueve tendencias", dice Bosco Torremocha, director de Espirituosos de España, la federación que agrupa a la práctica totalidad del sector y que aglutina desde las grandes marcas hasta los pequeños productores del país. "El norteamericano es un sector dinámico, con mucho valor añadido y gran competitividad", abunda tras recordar que allí el tequila se ha convertido en la segunda referencia por valor y la tercera por volumen, acompañado de su primo-hermano el mezcal.

Y la carrera de la bebida originaria del Estado de Jalisco parece no haber hecho más que empezar. "Desde luego, los espirituosos sometidos a envejecimiento tienen un claro componente de tendencia de crecimiento a nivel mundial y van a continuar creciendo", añade Torremocha.

En el mercado estadounidense son varios los rostros conocidos que se han puesto en el mercado sus propias marcas de tequila. Por ejemplo, el actor George Clooney desarrolló en 2013 su tequila Casamigos, después adquirido por el gigante británico Diageo por 1.000 millones de dólares. Y varias celebrities más han seguido sus pasos. Entre ellos, el exjugador de baloncesto Michael Jordan.

Desde la federación española dicen mantener un muy buen acuerdo con el Consejo Regulador de Tequila. La bebida está sometida a un control de calidad, de indicación geográfica. "Tiene la parte de envejecimiento que redondea el producto, con matices complejos en un proceso precioso", relata.

España fue en 2020 el tercer importador de tequila del mundo, según los datos de exportaciones proporcionados por el Consejo Regulador del Tequila (CRT). En concreto, México exportó un total de 2,8 millones de litros de tequila a nuestro país. Debido a su indicación geográfica, la bebida mexicana no se puede producir en España, pero sí se puede embotellar para distribuirlo a otros muchos mercados.

Precisamente, el sector de las bebidas espirituosas ha batido récord también de exportación en el último ejercicio. El 40% de todo lo que se produce en España sale fuera de nuestras fronteras. Según el informe económico del sector presentado en la localidad onubense de Jabugo, el valor de las exportaciones ascendió a 1.067 millones de euros (+24%), con un volumen de 131 millones de litros. Filipinas representa 72 millones, Alemania, 48; México, 42; y Francia, 31.

La bebida mexicana no se puede producir en España, pero sí se puede embotellar para distribuirlo a otros mercados

Por tipologías, los licores son los que más se exportan, seguidos del brandy y aguardiente de vino, el whisky, el ron, la ginebra y el vodka. En lo que respecta a consumo, todas las categorías salvo el brandy registran crecimientos por encima del 4%.

El whisky se dispara un 8,9% en 2022 y representa la categoría más consumida con un 24,5% de la cuota. Los licores acaparan otro 21,6% y su consumo creció un 12,8%. La ginebra supone el 19,5% del total y también subió un 12,9%, mientras que el ron (14,6%) se elevó un 15,2%. El brandy representa el 8,7% del mercado y se mantuvo estable en 2022. Por su parte, el anís (5,6%) subió un 6,1% y el vodka (4,2% del mercado) se vio incrementado en un 9,8%. También aumentó el ponche.

Según Torremocha, el mercado en España facilita que haya muchos jugadores y "permite una competencia muy sana en un sector muy fuerte y vertebrado". En este sentido, dice que cada vez hay más oportunidades de consumo y que ello no implica que unas categorías sustituyan a otras. ¿Ha pinchado la burbuja de la ginebra? "En ningún caso. Hay cabida para todos", resume.

El consumo de bebidas espirituosas alcanzó en 2022 los 197 millones de litros, lo que supone un incremento del 19,4% respecto 2021 y una cifra muy cercana de los 210 millones de 2019, el último año antes de la llegada del coronavirus.

Asimismo, el director de la asociación destaca un repunte de una bebida clásica como el anís. A raíz de la pandemia y su uso en postres caseros, el consumo parece haberse incrementado. También mejoran su presencia en los mercados de licores como el pacharán. Eso sí, Torremocha recuerda que todos esos licores deben ir correctamente etiquetados y en su envase original, como ocurre con los aceites de oliva que se sirven en los establecimientos de hostelería.

Nuevo etiquetado

Precisamente, la federación ha aprovechado su congreso nacional en Jabugo para presentar un nuevo etiquetado digital que pondrá a disposición del consumidor los datos nutricionales de las bebidas, la información de salud y también de sostenibilidad. El nuevo sistema incluirá el listado completo de ingredientes de sus productos y la etiqueta incluirá también un código QR en el que se aportará información adicional.

Con este compromiso de autorregulación que se implantará paulatinamente, la industria española parece adelantarse al movimiento del gobierno irlandés, que prepara una nueva ley para que todas las bebidas alcohólicas incluyan a partir de 2026 en el etiquetado el contenido calórico y advertencias sobre sus riesgos para la salud. Se trata de una medida pionera a nivel mundial.

"Cada vez que las empresas soliciten nuevas etiquetas, éstas ya incluirán esta información y asegurará su compatibilidad con la casuística de implantación de las compañías que disponen de plataformas de etiquetado a nivel transnacional", asegura, por su parte, la organización española.

Fuera de las bebidas espirituosas, el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV), que representa al sector, presentó la pasada semana una denuncia formal ante la Comisión Europea (CE) contra el país irlandés.