La jornada del lunes se convirtió en un verdadero caos en algunos aeropuertos de Reino Unido por un fallo informático en el sistema de tratamiento de planes de vuelo. En España se vieron afectados entre 250 y 300 vuelos, según trasladan a El Independiente desde el gestor aeroportuario Aena.

En plena operación retorno de las vacaciones de verano, miles de pasajeros vieron cómo era imposible despegar desde los aeródromos españoles hacia algunos destinos británicos. El problema tuvo un efecto en toda la red europea y obligó a aplicar demoras a los vuelos programados para garantizar la seguridad de las operaciones.

A cierre de la jornada del lunes, había algo más de 280 vuelos cancelados en los aeropuertos de España. En el de Palma de Mallorca se vieron afectados 40, entre salidas y llegadas. En el de Ibiza se registraron 35 vuelos cancelados; en Alicante 31; en Tenerife Sur 28; en el Josep Tarradellas-Barcelona El Prat, 27; en Málaga-Costa del Sol, 24. Por su parte, en el Adolfo Suárez-Madrid Barajas hubo 14 vuelos cancelados. En Gran Canaria también se suspendieron 15 operaciones; en Lanzarote, 13 vuelos; y seis más en Fuerteventura.

Las cifras del gestor que preside Maurici Lucena pueden variar porque las aerolíneas todavía estaban ajustando el martes sus operativas. Las compañías aéreas pueden cancelar el vuelo, retrasarlo o reprogramarlo a otro día. Debido a los retrasos, es posible que finalmente lo tengan que cancelar por un exceso de horas de la tripulación.

El NATS, el proveedor del tráfico aéreo británico, explicó que el problema en la planificación de vuelos afectó la capacidad del sistema para procesar automáticamente los planes de vuelo, por lo que se tuvieron que introducir de manera manual y, por tanto, más lenta. "Que se caiga el sistema que gestiona los planes de vuelo puede suceder porque todos los sistemas son falibles. Pero siempre que eso sucede se gestiona la incidencia hasta la recuperación del sistema", explican fuentes del sector aéreo.

El fallo duró desde el medio día hasta pasadas las tres de la tarde aproximadamente y tuvo repercusión en el sistema de navegación aérea en territorio español. A ello se sumó otro fallo en el Centro de Control de Roma, que provocó demoras a escala internacional en cientos de vuelos y obligó a cancelar otros tantos.

Tanto el fallo en el país italiano como el que afectó las regiones de control aéreo de Londres y Escocia repercutieron "muy significativamente en la red de Enaire", trasladan desde el organismo público a este diario.

En concreto, en los tráficos con origen o destino Reino Unido, Enaire realizó tres regulaciones de tráfico o reducción de la capacidad de los vuelos. "A excepción de esto, el resto de la jornada transcurrió con normalidad y sin incidencias que afectaran de manera relevante la operatividad de los servicios de gestión del tráfico aéreo y de Comunicaciones, Navegación y Vigilancia que presta Enaire", rematan.

Aunque el fallo fue solucionado unas horas después de ser detectado en pleno día festivo en Reino Unido, las consecuencias se extendieron también a la jornada del martes. Varios aeropuertos británicos avisaron durante la jornada de que habría "retrasos significativos" en los vuelos, aunque desde Aena descartaron incidencias relevantes en la red española.

El ministro británico de Transporte, Mark Harper, compareció públicamente para pedir disculpas a los viajeros por la interrupción de sus vuelos en unas fechas tan comprometidas. "Espero que las aerolíneas asuman sus responsabilidades para garantizar que las personas regresen a casa, facilitarles un vuelo alternativo y ocuparse de la comida, la bebida y el alojamiento", agregó el ministro.

"Sé que la gente se sentirá enormemente frustrada por la interrupción que les está afectando. Afortunadamente, cosas como estas son raras y el problema en sí se solucionó en cuestión de horas, pero la interrupción obviamente continúa y durará un poco más", dijo el primer ministro británico, Rishi Sunak.

A nivel general, gigantes como la aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair tuvieron que cancelar 250 vuelos el lunes y otros 70 el martes. En total, unos 40.000 pasajeros de la aerolínea se han visto afectados por retrasos y cancelaciones según aseguró el consejero delegado del grupo, Michael O'Leary, en un vídeo en redes sociales.