La brecha de género está todavía vigente en casi todos los sectores. Y todo apunta a que seguirá estándolo. Los jóvenes están perpetuando esta brecha también en la economía. Ellos saben más de los conceptos económicos generales, pero en inflación, ellas ganan. Un término que está asociado a la cesta de la compra. Esta es una de las conclusiones del estudio ‘Las finanzas de los nativos digitales y milennials españoles’ del Observatorio del Ahorro Familiar. Laura Núñez, una de las autoras del estudio, explica que ese conocimiento mayor por parte de los hombres hace que se esté manteniendo esa brecha. 

Tal y como se refleja en el estudio, las mujeres tienen un nivel de alfabetización financiera inferior al de los hombres y participan menos en los mercados financieros. “Los roles de género se están manteniendo con las generaciones jóvenes, porque la inflación está relacionada con la cesta de la compra. Es algo que me parece preocupante”, comentó durante la presentación del estudio.

El único concepto en el que las mujeres tienen un conocimiento mayor que los hombres es en el de la inflación, lo que nos hace pensar que se están manteniendo. Los roles de género se están manteniendo con las generaciones jóvenes, porque la inflación tiene que ver con la cesta de la compra. En conceptos económicos, los hombres jóvenes superan con creces los conocimientos que tienen las mujeres. Me parece preocupante. 

El 70% de las mujeres jóvenes de entre 20 y 29 años respondió correctamente a la preguntas “¿qué es la inflación?”, un porcentaje que aumenta al 71% en el nivel de edad de entre 30 y 39 años años (jóvenes adultas). Sin embargo, en el caso de los hombres jóvenes (20-29 años), el 63,7% contestó bien a esa pregunta y el 64,3% en el caso de los jóvenes adultos (30-39). A pesar de que el porcentaje de hombres que supieron la respuesta es alto, lo que llama la atención es que es en el único concepto que las mujeres están por encima. 

La inflación está relacionada con la cesta de la compra, ya que una elevada inflación supone una subida de precios de los bienes y servicios.Este aumento de los precios afecta al bolsillo y a la economía familiar, de la que, tradicionalmente, se encargan las mujeres. Esta economía familiar también se refleja en la revisión de extractos bancarios, un hábito que realizan en mayor medida las mujeres (29,1% vs. 18,9% de los hombres). Sin embargo, cuando se trata de la realización de un presupuesto financiero más completo sobre ingresos y gastos previstos, los hombres están más dispuestos a ello (un 45,1% vs. 38,8%).

Por lo que respecta a otros términos, como el interés simple y el interés compuesto, los hombres tienen mayor conocimiento. De hecho, en el caso de las mujeres el porcentaje baja por debajo, incluso, del 50%. El 68% de los hombres entre 20 y 29 años contestaron correctamente a la pregunta de qué es el interés simple, frente al 56,7% de las mujeres. Si nos fijamos en los adultos jóvenes (30-39), el porcentaje aumenta hasta el 68,8% y en el caso de las mujeres, el 56,8%.

El estudio también refleja que las mujeres jóvenes (nativas digitales y millennials) tienen una actitud más favorable hacia el ahorro que los hombres de su misma generación, así como una percepción ligeramente superior del control de dicho comportamiento, pero sin embargo la presión del entorno o norma social que perciben es algo inferior.

En términos generales, según el Observatorio del Ahorro Familiar (OAF), promovido por Fundación Mutualidad Abogacía y Fundación IE, solo la mitad de los adultos jóvenes (nativos digitales y millennials) tiene conocimientos financieros adecuados sobre los conceptos de naturaleza económico-financiera, frente a casi el 60% de los adultos mayores de 40 años, siendo esta falta de conocimiento más acentuada en las mujeres pertenecientes a la generación Z. Sin embargo, como aspecto positivo, los hábitos financieros, tanto de planificación como de ahorro, están más extendidos entre los nativos digitales y los millennials que en el resto de la población.

En contraste, el hábito de la inversión está menos generalizado en los adultos jóvenes (nativos digitales y milennials), que además se decantan por activos de más riesgo (criptomonedas y acciones cotizadas) en vez de por los más diversificados (fondos de inversión y pensiones y seguros de ahorro). De hecho, el activo menos popular para los nativos digitales es el seguro de ahorro-vida, con solo el 9%, seguido de la renta fija y a más distancia de los fondos de pensiones (14% y 23% respectivamente). Por el lado contrario del ranking se sitúan, las criptomonedas, en las que invierte el 50% de los nativos digitales, y las acciones que mantiene en cartera el 36%, seguidas en tercer lugar ya por los fondos de inversión, 32%.