La política monetaria más restrictiva está endureciendo las condiciones de acceso al crédito, ya no solo porque es más difícil acceder a él, sino que también es más caro. Un ejemplo es el interés de los créditos al consumo. En España, según los datos del mes de agosto del Banco de España, el interés medio aumentó hasta el 8,24%, por encima de la media de la zona euro (7,91%). Además, este interés es el nivel más alto desde octubre de 2014 cuando se firmaban al 8,98% de media.

De esta manera, se demuestra que la subida de tipos sí que se está trasladando a la concesión de crédito, más que en otros países de la zona euro. Concretamente, el interés medio del conjunto de los países se situó en agosto en el 7,91%, según los datos del Banco Central Europeo. Los bancos españoles ofrecen créditos al consumo un 4% más caros que la media de la zona euro. No obstante, España se sitúa por detrás de Italia y Alemania, que ofrecen préstamos al consumo con intereses del 8,89% y del 8,45%. Pero muy por encima de Francia, cuyo interés medio para estos productos es del 5,95%.

Lituania y Estonia son los dos países con un crédito al consumo más caro, con intereses del 13,66% y del 13,16%, respectivamente. En Grecia, el interés medio roza el 12% (11,9%). El país de la eurozona con menor interés para este tipo de productos es Croacia, con un interés medio del 5,07%.

Sin embargo, si se tienen en cuenta los intereses medios de las hipotecas, los bancos españoles “son más baratos” que los de la zona euro, aunque ligeramente. En España, el interés medio es del 3,84% frente al 3,85% del conjunto de países. En el caso de nuestro país, ese interés es su nivel más alto desde febrero de 2009. 

Estos porcentajes empiezan a llamar la atención de los ciudadanos, porque la política monetaria se está trasladando más rápidamente al crédito que al ahorro. Héctor Grisi, consejero delegado del Banco Santander, vinculó la falta de remuneración de los depósitos a que los préstamos hipotecarios fueran más pequeños, es decir, relacionó un crédito más barato a la no remuneración de los depósitos. Sin embargo, los datos medios del mes de agosto, apuntan que la diferencia de los intereses hipotecarios es mínima. 

Grisi explicó en la presentación de resultados que lo importante es que no suban los costes de financiación porque “afecta a una masa de clientes mucho más amplia que la de depósitos”. También apuntó que los depósitos no se estaban remunerando, pero “los bancos españoles estamos dando hipotecas por debajo de lo que cobran los bancos en otros países”.

Por ello, la diferencia entre lo que cobran por las hipotecas y lo que pagan por los depósitos es muy grande en España. Es decir, los bancos españoles cobran un 64% más por las hipotecas que lo que pagan por los depósitos (un 2,34% de media). Mientras en la zona euro, la diferencia es de un 26%, con una remuneración que, por fin, sobrepasa el 3%, aunque ligeramente (3,04%).

De hecho, España se sitúa como el sexto país que menos remunera los depósitos. El país se sitúa por encima de Irlanda, que remunera un 2,12%. Por debajo del 2% se encuentran Portugal (1,76%); Croacia (1,62%) y Grecia (1,56%). En el último lugar se encuentra Chipre, donde los bancos solo remuneran con un 1,1%. 

En el otro lado de la balanza, Bélgica es el país con mayor remuneración, concretamente un 3,62% y le sigue muy cerca Estonia, que tiene una remuneración media de los depósitos a 1 año del 3,59%, parecida a la de Francia (3,57%). Italia se encuentra también en la parte alta de la tabla con una remuneración del 3,35%. La mayor economía de la Eurozona, Alemania, tiene una remuneración media del 3,11%.