La inflación persistente condiciona las finanzas de los españoles y también sus hábitos de compra. Con los precios subiendo mes a mes, hay familias que han tenido que recurrir a sus ahorros para llegar a fin de mes. así lo muestra el Informe sobre el ahorro y consumo de los españoles, elaborado por Idealo. El documento concluye que el 81,9% de los encuestados no puede ahorrar 500 euros al mes.

De hecho, la situación es mucho peor para el 12% de los hogares que responde que no es que no pueda ahorrar, sino que para hacer frente a los gastos habituales están teniendo que recurrir a ahorros previos. El 26,8% llega justo a final de mes y el 43,2% puede ahorrar entre 0 y 500 euros al mes.

El porcentaje de hogares que no llega a final de mes difiere por comunidades autónomas, tampoco la inflación se ha comportado de forma homogénea en todo el territorio. Según el informe, en las Islas Canarias, más de la mitad de los encuestados no llega a final de mes, el 53%. En la Comunidad Valenciana es el 48% y en Baleares, el 47%. Solo en La Rioja y en Navarra, el porcentaje de hogares en esta situación es inferior al 20%.

No obstante, hay un contraste entre los españoles que no llegan a final de mes y el optimismo con respecto a sus finanzas. De hecho, en Canarias, el 24% de los encuestados es optimista en relación a su situación económica y en La Rioja, el porcentaje es del 14%. Como publicó este periódico, la situación del mercado laboral influye en la percepción que los españoles tienen sobre sus finanzas y sobre la economía en general.

Menos ropa y menos tecnología

Ante el encarecimiento de los bienes de primera necesidad y la pérdida de poder adquisitivo, los españoles han modificado su consumo, según el mismo estudio. Las categorías a las que renuncian de forma más general son la ropa, el calzado y los accesorios, el 47,1% de los hogares; y a la tecnología y la electrónica, el 43,6% de los españoles encuestados.

Pero no son solo bienes que podrían considerarse prescindibles a los que han tenido que renunciar. Un 29,1% de las familias ha reducido sus gastos en la compra semanal del hogar y un 10% ha recortado en al compra de medicamentos y en productos relacionados con la salud.

Mejor situación para los jubilados

La situación difiere en función de la edad de los encuestados. Según el estudio, los jóvenes son quienes evitan de forma generalizada realizar grandes compras, y a su vez son quienes tienen una economía más mermada. El 43% de los encuestados entre los 18 y los 24 años afirma evitar los grandes desembolsos si no son estrictamente necesarios. 

Este porcentaje es del 33% en el caso de los mayores de 65 años. Los jubilados son quienes tienen menos dudas a la hora de afrontar estos gastos, aunque en ambos tramos de edad coinciden en que el 10% responde que no les preocupan este tipo de gastos y que pueden permitírselo.

Marca blanca vs marcas de fabricante

Además de productos concretos, como la moda o la tecnología, los españoles también renuncian a comprar marcas de fabricantes en preferencia de las marcas blancas, habitualmente más baratas. El 47,8% de los encuestados asegura que elegir la marca blanca es una estrategia para ahorrar.

Los puntos acumulables y los cupones de descuento también suponen técnicas utilizadas por más del 40% de los españoles. Siete de cada diez presta más atención a las ofertas y a los productos rebajados y un 11,1% compra más productos de segunda mano para ahorrar. En esta misma línea, el 30,8% de los consumidores utiliza un producto durante más tiempo antes de sustituirlo. 

El éxito de las fórmulas de descuento explica que siete de cada diez aproveche ocasiones de consumo como las rebajas o el Black Friday para comprar productos que requieren de una inversión mayor. 

Kike Aganzo, responsable de Comunicación de idealo.es, explica que “el impacto de la crisis de inflación ha supuesto un gran incremento de precios ya que ha afectado a todos los sectores de la economía, desde las materias primas, el transporte, a la industria, pero sobre todo, se nota en los hogares. Esto nos lleva a prestar más atención a nuestras finanzas personales, a priorizar gastos, y llevar a cabo estrategias de ahorro más elaboradas y eficientes”.