Hubo un tiempo en el que Iberdrola y el Gobierno no se podían ni ver. La batalla de la mayor eléctrica española contra Pedro Sánchez y la ministra Teresa Ribera viene de lejos e Ignacio Sánchez Galán fue uno de los presidentes del Ibex 35 más críticos con la gestión del Ejecutivo. Todas estas tiranteces han cambiado desde hace pocas semanas y lo que era una relación de odio se ha convertido en una historia de amor, o de interés.

Desde que el Gobierno de Pedro Sánchez pusiese la lupa sobre los beneficios de las energéticas, Iberdrola se puso al frente de las críticas. Las relaciones entre ambas partes se recrudecieron por culpa de la crisis energética que se inició a principios de 2021 y tocó techo durante los primeros meses de la guerra en Ucrania.

Teresa Ribera lanzó numerosas acusaciones a Iberdrola de llenarse los bolsillos a costa de los altos precios de la electricidad. Para el recuerdo quedará aquella frase de Ignacio Sánchez Galán en el que llamó "tontos" a aquellos usuarios que mantenían la tarifa PVPC y no se marchaban a la libre. "Solamente los tontos que siguen con la tarifa regulada marcada por el Gobierno pagan ese precio”, llegó a decir en una charla en Alemania.

Teresa Ribera, que ya mantenía las distancias con Ignacio Sánchez Galán, aseguró que le produjo "un profundo bochorno" que el presidente de una de las compañías eléctricas más importantes de España hiciera tales comentarios. "No me parece inteligente que un empresario llame tontos a los consumidores", afirmó.

Durante este período, el presidente de Iberdrola escenificó el distanciamiento entre la compañía que dirige y Moncloa con un plantón ante Pedro Sánchez en Estados Unidos. Durante una reunión de la ONU, el líder del Ejecutivo y el empresario iban a mantener una charla, que finalmente no se produjo ya que Galán declinó finalmente la invitación.

Como se mencionaba anteriormente, el 'impuestazo' a la banca y a las energéticas también fue objeto de disputa entre Gobierno e Iberdrola. El presidente de Iberdrola ha aprovechado en todas las presentaciones de resultados del grupo para incidir en la cantidad de impuestos que ya paga la eléctrica en España.

El gravamen, que el Ejecutivo se plantea que sea permanente, ha provocado que la eléctrica con sede de Bilbao haya amenazado con paralizar inversiones ante la inseguridad jurídica que genera Moncloa.

Las acusaciones llegaron a tal punto que la ministra de Transición Energética dijo ante los micrófonos de varios de medios de comunicación que "hubo incluso quien cogió la maleta y se hizo un roadshow por el resto del mundo para poner verde al Gobierno de España diciendo que queríamos intervenir el mercado", en alusión a Galán.

Nueva alianza

Las malas relaciones se han diluido en las últimas semanas. Meses, quizás. El directivo de la empresa eléctrica ya intuyó un cambio de tendencia cuando consideró "muy ambicioso" el plan de renovables pensado por el Gobierno.

En enero de este año, durante el Foro de Davos, también acudió a la cita "informal" que propuso Pedro Sánchez con un selecto grupo de presidentes y consejeros delegados del Ibex 35.

Pero ha sido en esta última semana cuando se han dado los pasos más largos para encontrarse en el camino y labrar una nueva alianza. En plena guerra abierta de Repsol e Iberdrola, a cuenta de una denuncia de la eléctrica que le acusa a la petrolera de "ecopostureo", Teresa Ribera ha tomado parte en esta batalla. "Y llega a los tribunales el hartazgo por el greenwashing", escribió en su cuenta personal de X.

La titular de la cartera energética, no obstante, reculó 24 horas después y aseguró "no posicionarse" con nadie en la guerra entre Repsol e Iberdrola. En cambio, este mismo miércoles Teresa Ribera acusó de "negacionista climático" a Josu Jon Imaz por sus pensamientos de Transición Energética.

Ribera aseguró que tenía "un gran respeto" por Imaz, aunque subrayó que le parece "crecientemente decepcionante" y "populista" su mensaje pidiendo repensar la transición energética.

Además, acusó a Imaz de cuestionar de "una manera mucho más sutil, demagógica, populista" el hecho de que se activen políticas contra el cambio climático, sabiendo que "evidentemente en ese proceso de transformación las cosas no cambian de un día para el otro".

El consejero delegado, en este sentido, disparó contra las palabras de la ministra y ha cargado contra ella. "Yo le preguntaría a la ministra, ¿quiere industria, señora Ribera o quiere cerrar las refinerías que dan 28.000 empleos en España? Menos ideología y más tecnología".

"Repsol tiene una apuesta muy clara por los combustibles renovables, una apuesta por reducir las emisiones del transporte sin que la factura la pague la sociedad y sin que se cargue esa factura sobre las personas con menos recursos en la sociedad y sin que, por ejemplo, el ciudadano se vea obligado a cambiar de coche o a financiar con sus impuestos subvenciones que no están consiguiendo el objetivo que es reducir las emisiones de CO2", ha argumentado.

No es el único tema en el que Ribera y Galán se entienden ahora. El plazo de cierre de nucleares ha sido una de las batallas más importantes que ha librado la ministra con las eléctricas y el resto del sector energético. El Gobierno se ha mostrado inflexible en el calendario mientras que buena parte del sector ha pedido alargar la vida de las centrales para que no haya un posible colapso en la generación. Iberdrola era una de las empresas que abogaba por dicha extensión.

Pero el presidente de Iberdrola sorprendió este jueves en el día del inversor, celebrado en Londres, aseguró que comparte ahora los plazos establecidos por el Gobierno y la UE y que es "un tema zanjado".